27.9.13

Posible intro de 'Valerie' (puede cambiar)


Holiiiiii, cielos. Sé que os prometí un maratón de capítulos, y seguidamente os prometí que subiría el domingo, pero no he tenido tiempo. Lo siento mucho, tenéis todo el derecho del mundo a enfadaros conmigo. He teido más de un problema con el portátil nuevo, he estado estresada con las entradas del WWAT... Aún así, no tengo excusa, así que he decidido subir un adelanto de la novela que creo que empezaré al acabar esta. El protagonista es Louis, nuestro pequeño Louis Tomlinson. ¿Y sabéis? Estoy harta de la fama de niño bueno que tiene Louis, así que he decidido transformarlo totalmente. Olvidaros ya de Louis Tomlinson el chico sonriente, y dad la bienvenida a Nathair Kinsley, el chico malo del instituto.

"Nunca he sido una chica demasiado segura de mi misma. Nunca enseño mis brazos, nunca sin mi ropa ancha. No quiero que la gente vea como soy de verdad. Sé que todos piensan que debería hacer un esfuerzo por encajar, pero ¿para qué quiero encajar en un mundo de gente cruel y mentirosa?
Dicen que todo puede cambiar en un instante, sin que te des cuenta. 
Ese día, mi vida estaba destinada a cambiar aunque yo no lo supiera.
La señorita Lawrence, directora de nuestro instituto, me había citado en su despacho. La primera vez que la vi en el instituto supe que jamás sería como ella. Esbelta, sonriente, preciosa. Sincera, sin miedo. Ojalá pudiera ser yo así.
Caminé por los pasillos, esquivando a gente vacía. Todos eran iguales, daba igual la cobertura. Eran personas muertas por dentro, con aspiraciones que solo servían para herir a otros, y con demasiada rabia acumulada. Tanto las chicas demasiado maquilladas, como los chicos demasiado musculosos. Iguales.
Llamé a la puerta de la salita de espera antes del despacho, y al no oír respuesta me colé dentro. Lo primero que vi, fue a la señora Sheffer, menuda y con el ceño fruncido tecleando alguna circular en su ordenador de otro siglo. 
Lo segundo que vi fue a él. Una parte de mi susurró peligro desde un primer momento.
Sus ojos me intimidaron. Verdes azulados, hipnóticos, indescifrables. Hicieron que tirara de las mangas de mi jersey hasta cubrirme todas las manos. Mis brazos tenían que estar bien cubiertos. Los suyos, en cambio, estaban totalmente al descubierto. Llenos de tatuajes. Como él. Pude vislumbrar su pecho, tatuado con una frase en letras curvadas. Me miró, y parecí ser un libro abierto para él. Me dio la impresión que estaba escrutando cada uno de mis oscuros secretos y recuerdos. Tenía que apartar la mirada de él pero no podía. Se pasó una mano por el pelo, demasiado bien despeinado como para ser cosa del azar. Caminó hacia mi, rozando su brazo desnudo con mi jersey, lo que provocó un escalofrío que intenté esconder. Me giré para verlo ocupar una de las dos sillas disponibles en toda la sala. Eso quería decir, que o me sentaba a su lado, o me quedaba de pie. Opté por lo primero.
Esa fue la primera vez que vi a Nathair Kinsley. Y no iba a ser la última."


21.9.13

And she will be loved, chapter 65 (primera parte)


-Angie-
Soy demasiado complicada.
Mi vida nunca ha sido demasiado fácil ni demasiado difícil. He tenido mis altibajos, pero el que nunc ahe confesado y el que solo sabe una persona, fue a los catorce años. A los catorce años intenté cortarme. Llevaba demasiado sin ver a Justin, y me sentía fuera de lugar. Tuve casi un episodio de bullying en el instituto, y no me quería a mi misma. Recuerdo encerrarme en el baño, y sacar una cuchilla. Acercarla a mi piel entre lágrimas, cuando sonó la puerta. Era Hayley, nueva en el vecindario. Se puede decir que Hayley me salvó la vida, ya que acabé contándoselo. Me sacó de ese agujero negro en el que vivía, y e obligó a enseñarle al mundo como era de verdad, sin importarme lo que dijeran o pensaran.
Supongo que por eso me afectó tanto el hecho de que Justin me dijera 'no eres para tanto' y por eso mi autoestima cayó en picado cuando se lió con Barbara. Me recordó demasiado a todas esas noches llorando, pensando que yo no era suficientemente buena. No estaba delgada, no era lo suficientemente guapa. Por eso estoy aquí ahora, recordando ese año gris y sin poder parar de llorar. Ésta vez Hayley no va a llamar a mi puerta para salvarme la vida. De pronto, pienso en ella... hace muchísimo que no llamo a una de mis mejores amigas. Estoy tentada de llamarla, ¿pero qué va a pensar de mi? ¿Que solo acudo a ella cuando necesito un hombro en el que llorar mis complicaciones? Niego con la cabeza, la llamaré otro día.
-Necesito aire.- murmuro, levantándome de la cama. Voy hacia el balcón, y observo Londres. ¿Habrá sido una buena idea quedarse aquí? Quizás necesite otro cambio de aires... volver a Los Ángeles. Mi subconsciente relaciona de inmediato Los Ángeles con Justin y todos los recuerdos me golpean. Justin y yo en la playa, besándonos, en mi casa, haciendo guerras de almohadas a lo largo de los años, Justin y yo con doce años, durmiendo juntos en mi cuarto. Desperarme en mitad de la noche solo para concienciarme que él estaba allí para protegerme, como un maldito ángel sin alas. Justin y yo en el parque, riendo, abrazados, en una discoteca perdida por la ciudad, de incógnito, con gente haciendo preguntas. Justin y yo conociéndonos en los estudios de mi madre: '-¿Y si no les gusta mi música? +Si no te arriesgas, no ganarás nunca.' Justin y yo besándonos, riendo con el romance adolescente de mi madre y Usher. Justin salvándome de Chris, presenciando la cuchillada que éste me dio. Yo despertando en el hospital, con Ed y él cantándome 'Right Here.'
Demasiados recuerdos al mismo tiempo. Me golpean y casi me tiran al suelo si no fuera porque estoy fuertemente agarrada a la baradilla. Siento dolor físico, dolor psicológico por todas partes. ¿Y si me estoy volviendo loca? No quiero que la gente piense que no estoy bien, solo soy una persona poco segura a la que han herido demasiadas veces.
Algo interrumpe mis lloros. Es el sonido de mi WhatsApp. Suprimo eso último, sigo llorando sin tregua mientras entro a mi habitación y busco a tientas el móvil. Las lágrimas me nublan la vista.
xXx: No llores por alguien que no merece la pena, pequeña.
Aunque no veo quien es, el apelativo le desenmascara por si solo. Harry.
A: No puedo parar.
Recibo la respuesta segundos después.
H: Si puedes, Angie. Eres más fuerte que eso.
Una pregunta me golpea en ese mismo momento, ¿cómo demonios...?
A: Espera, ¿cómo sabes que estoy llorando? 
H: Estoy debajo de tu balcón.
Salgo al balcón con el móvil apretado en un puño, el corazón acelerado y las lágrimas frenando. En efecto, cuando me asomo, ahí está. Con una camisa que deja ver algún tatuaje, unos pantalones pitillo y unos zapatos que no llego a distinguir. Lleva un paraguas entre su antebrazo y su pecho mientras saca el móvil. Está lloviendo un poco, si.
'Harold: escribiendo...'
H: ¿Bajas, o tengo que subir yo a lo Romeo y Julieta?
El mensaje me saca una sonrisa y me hace sonreír sin forzarlo o pensarlo tan siquiera.
A: Dame dos minutos y bajo.
Lo miro una última vez antes de tirar el teléfono encima de la cama y correr a mi vestidor comapartido, donde Lis y Kris ordenan los zapatos.
-Angie, ¿qué...?
-Harry.- me justifico mientras subo a saltos los pitillos de camuflaje, una camiseta negra y unas botas estilo militar. El tiempo en Londres es todo menos predecible. Principios de junio, y hace unos once/doce grados en la calle. Salgo corriendo del vestidor y bajo las escaleras de tres en tres. Llego a la puerta y la abro, viendo a Harry a unos pasos de mi, en plena calle y refugiándose debajo del paraguas. Llueve con más fuerza que antes. Atravieso la lluvia con rapidez hasta llegar a Harry y lo abrazo. El paraguas cae al suelo y ambos empezamos a mojarnos.

-¿Qué haces aquí?- pregunto en voz alta, ya que la lluvia hace un ruido importante.
-¡He venido a por ti!- dice él, cogiéndome la mano. Le miro a los ojos, insegura. Los suyos me devuelven un reflejo esmeralda que aún no he sido capaz de olvidar.
-¿A por mi?
-Si, a por ti.- responde él, mirándome a los ojos. Su contacto visual me aturde. Me acaricia la mejilla.- Siempre has sido tú, Angie. Siempre.
-¿Qué quieres decir?- pregunto, confusa.
-¡Que te quiero, joder!- exclama él, que parece estar liberándose.- ¡Nunca he dejado de hacerlo! Desde el mismo momento que salí del Palau Sant Jordi, supe que no querría a otra que no fueras tú, Angie. No quise admitirlo, pero ¿qué voy a decir? ¡Estoy enamorado de ti!- me mira, le miro. Emocionados.- ¿Tanto te cuesta admitirlo?
-¡No me cuesta tanto!- exclamo. Él me mira extrañado cuando me acerco, le cojo de la nuca y pego su frente a la mia.- Porque... yo también estoy enamorada de ti. Desde el momento en que te vi. Y nunca he dejado de hacerlo.
-¿Qué hemos hecho todo este tiempo?- pregunta él, rodeándome la cintura con los brazos. Estamos totalmente empapados.
-Yo echarte de menos sin querer admitirlo.- replico, pasando la mano por sus rizos.- He intentado ignorar lo mucho que siento por ti, pero no puedo.
-Yo también te he echado de menos, pequeña.- dice él, mirándome. Me siento igual que hace unos meses, cuando estábamos junto en la gira. Me siento igual de querida, igual de feliz.
-Demuestra eso, o no te creeré.
-¿Es lo que quieres de verdad?- pregunta, con su sonrisa. La que me acelera el corazón y me hacía sentir que lo quería demasiado para ser normal. Asiento, y él se acerca un poco más a mi.
Me besa. Me besa como nunca antes, o como siempre me había besado. Intento atrapar el momento bien,  guardarlo en un tarro, en una estantería en mi corazón, para poder recordarlo siempre. Sin darme cuenta estoy llorando, y sospecho que él también, aunque con la lluvia no se distingue demasiado bien. Nos separamos y él me abraza con fuerza.
-Nunca dejaré de quererte.- susurra en mi oído.
-Te quiero.- suspiro yo.- ¿Quieres quedarte a cenar...
-...y ver una película?- completa él, sonriendo. Malditas habilidades de tarot de Harry Styles.- Me encantaría.
Le cojo de la mano y entramos en casa en el mismo momento en el que Lis y Kris salen, sonriéndonos. Del móvil de Lis sale una canción, y debo admitir que tiene razón.
'... and everything, has changed.'

O hoy por la noche o mañana a lo largo del día subo el siguiente. ¡Seguidme en @sheeranftnarry, pls! <3


15.9.13

And she will be loved, chapter 64 (continuación)

-Angie-
-¿Qué te parece si vamos a un bar que conozco?- propone Harry mientras caminamos por una calle que desconozco. Su brazo me rodea la cintura y hace que todo lo que me pudiera dar miedo de una calle semioscura de noche en Londres, se desvanezca.
-¿Un bar? ¿Qué tipo de bar?
-Eso ya lo verás, confía en mi.- dice él, con su famosa media sonrisa.
-No voy a ir a un bar de streptease, Harry...- protesto, aguantando la risa.
-¿Qué parte de 'confía en mi' no has entendido, Farrell?
Le saco la lengua sin poder aguantar la risa, y él hace un gesto de 'no tienes remedio, mujer.' Me sé cada uno de sus gestos, y lo que quieren decir. A veces creo que soy demasiado observadora... ¿eso es malo, o bueno?
Seguimos caminando un buen rato, y mi conciencia va preguntándome a ratos si estoy cómoda con la situación. Londres, de noche, y con mi ex novio cogiéndome de la cintura. Tras meditarlo un rato, decido que por muy raro que parezca, y por mucho que le fastidie a mi orgullo... Estoy cómoda así con Harry, con nuestras burlas y nuestros juegos que a veces hacen que quiera tanto pegarle como tirarme encima de él y besarle. ¿Acabo de decir eso?
Llegamos a la puerta de un sitio del que no llego a ver el nombre. Hay un gorila en la entrada al que Harry saluda con toda la normalidad del mundo, cosa muy típica en él. Muchas veces me pregunto si conoce a todos los gorilas-guarda-puertas de la ciudad, porque siempre los saluda con una sonrisa y su nombre. 
-Sigo sin saber que es ésto...-protesto, mientras avanzamos de la mano por un pasillo estrecho iluminado con una luz azul. 
-¿Quieres tener algo de paciencia? Ahora verás.- dice él, que parece satisfecho de saber algo que yo no sé. Empuja una puerta, y lo primero que oigo es a una chica cantando Billionaire de Bruno Mars, sentada en una banqueta y mucha gente aplaudiéndole. No entiendo muy bien qué pasa hasta que leo un cartel que pone 'Karaoke Bar desde 1998'. Miro a Harry con una ceja alzada.
-¿Me has traído a un bar de karaoke?
Me calla entregándome un mojito y llevándome entre la gente que aplaude a la chica que canta. 
-¿Qué hacemos?
-¡No preguntes tanto!- ríe él, dejando su bebida en una mesa.- Voy a cantar después de ella, y luego cantarás tú.
-¡Ni de broma! ¡No pienso cantar yo sola!- chillo.
-Entonces cantarás conmigo.
Me arrastra casi cogiéndome en brazos hasta un chico en una mesa de mezclas al lado del pequeño escenario y le pide una canción que no oigo del todo. Él hace un signo de aprobación, y nos informa que cantamos después de la chica. Yo estoy en pleno ataque de nervios.
-¿Pero cómo quieres que cante, hijo de Dios?- le grito, casi pataleando.- ¡No sé cantar, se van a reír de mi!
-Si que sabes cantar, Angie. Así que a callar y cuando nos toque, a cantar.- se acerca a mi oreja apartándome el pelo de éste y susurra- ¿Te he dicho ya que estás preciosa cuando te enfadas?
El comentario hace que sonría inocentemente, mirando al suelo. Él parece satisfecho y yo me maldigo por sonrojarme en el peor momento mientras subimos al escenario.
-Espera, ¿qué vamos a cantar?- pregunto, aleándome del micrófono. Siento todos los ojos del local en nosotros.
-If I Never See Your Face Again de Maroon 5 y Rihanna. ¿Te la sabes o cambiamos?
-Me la sé, además es... apropiada.- respondo, alzando una ceja. Recibo un guiño por su parte antes de que empiece la canción. Él canta su parte, mirándome.
H: Now as the summer fades [Ahora que el verano se desvanece]
I let you slip away [Te dejaré escabullirte]
You say I'm not your type, [Dices que no soy tu tipo,]
But I can make you sway. [Pero puedo hacer que te tambalees.]
It makes you burn to learn [Tienes que quemarte para aprender]
You are not the only one [Que no eres la única]
I'd let you be [Te dejaría serlo]
If you put down your blazing gun [Si bajaras tu reluciente arma]
[...]

H y A: 'Cause you keep me coming back for more [Me mantienes volviendo a por más]
And I feel a little better than I did before [Y me siento un poco mejor que antes]
And if I never see your face again [Y si nunca vuelvo a verte]
I don't mind [No me importa]
'Cause we gone much further than I thought [Porque hemos ido mucho más lejos de lo que pensaba]
We'd get tonight [Que iríamos esta noche]

A: Sometimes you move so well [A veces te mueves tan bien]
It's hard not to give in [Que es difícil resistirse]
I'm lost, I can't tell [Estoy perdida, no sé decir]
Where you end and I begin [Dónde terminas y empiezo yo]
H: It makes me burn to learn [Tengo que quemarme para aprender]
You're with another man [Que estás con otro hombre]
I wonder If he's [Me pregunto si él es]
Half the lover that I am [La mitad de amante que yo] 
[...]

H: Baby, baby please believe me [Nena, por favor créeme]
Find it in your heart to reach me [Encuéntralo en mi corazón para alcanzarme]
Promise not to leave me behind [Prométeme que no me dejarás atrás]

A: Take me down, but take it easy. [Derríbame pero tómatelo con calma]
Make me think but don't decieve me. [Hazme pensar, pero no me engañes]
Torture me by taking your time. [Tortúrame tomándote tu tiempo]

Acabamos la canción con todo el local aplaudiendo y silbando, y con Harry y yo a demasiada poca distancia. ¿He dicho ya lo de 'malditos ojos verdes de Harry Styles'? El chico de la mesa de mezclas nos corta el rollo.
-¡Un aplauso para Harry Styles y Angie Farrell!- pide, recibiendo un entusiasma aplauso del público. Ignoro como ha sabido mi nombre.- Bueno, y ahora bajad del escenario para que pueda cantar otra persona...
-Espere, quiero cantar con ella.- interrumpe alguien, desde la puerta del bar. Todos presentes se giran para ver quién es el nuevo en el lugar. Cuando levanto la mirada y lo veo, me fallan las rodillas. ¿Por qué me persigue? ¿Es una alucinación? ¿Dejará alguna vez de atormentarme?
Justin Bieber, el mismo, está en el bar. En el que Harry me había garantizado que ni habría 'nadie conocido'. Pues de esos 'conocidos', Justin Bieber es el único con el que no quería encontrarme. El 'presentador' es el único que reacciona, porque Harry y yo estamos en shock. Éste empuja a Harry del escenario, mientras yo lo miro asombrada.
-Son las reglas del bar... si alguien solicita cantar con otra persona, estás obligada a hacerlo... o tendrás que irte.- d dice, encogiéndose de hombros. 
-Cantaré.- murmuro.- Pero no quiero que él elija canción.- señalo a Justin, que sube al escenario de un salto.- Quiero una al azar.-
-¿Y esa exigencia, preciosa?- pregunta Justin, acercándose a mi para darme dos besos. Lo aparto de un empujón.
-Porque esto no va a significar nada, Justin. Voy a cantar contigo y va a ser la última vez que me veas en un tiempo. Si hace falta, pondré una orden de alejamiento. No quiero saber nada de ti.
-¿Una orden de alejamiento?- ríe él, acercándose a mi peligrosamente.- ¿Y cuál será exactamente la razón para que te la concedan?
-Me engañaste con Palvin. Para mi es suficiente como para no querer volver a verte.
-Eso díselo a un juez, preciosa. Tendrás suerte si no se ríe de ti.
Coge el micrófono cuando empieza Smooth Criminal de Michael Jackson. (El vídeo es versión Glee)

J: Ah, as he came to the window [Mientras él entraba por la ventana]
It was the sound of a crescendo, ah! [Se produjo el sonido de un crescendo]
He came into her apartament [Entró en el apartamento]
He left the bloodstains on the carpet, ah! [Dejó marcas de sangre en la alfombra]
She ran underneath the table [Ella corrió debajo de la mesa]
He could see she was unable [Él podía ver que ella estaba desvalida]
So she ran into the bedroom [Así que ella corrió al dormitorio]
She was struck down [Cayó fulminada]
It was her doom, Annie are you OK? [Fue su muerte, ¿Annie estás bien?]

A: So, Annie are you OK?
J: Are you OK, Annie?
A: Annie, are you OK?
J: So, Annie are you OK?

A y J: Are you OK, Annie?
Annie are you OK?
Will you tell us that you are OK [Nos dirás que estás bien]
There's a sign in the window [Hay una marca en la ventana]
That he struck you a crescendo, Annie [Te fulminó en un crescendo, Annie]
He came into your apartment [Entró en tu apartamento]
He left the bloodstains on the carpet [Él dejó marcas de sangre en la alfombra]
Then you ran into the bedroom [Corriste al dormitorio]
You were struck down [Caíste fulminada]
It was your doom. [Fue tu muerte]
[...]

Al acabar probablemente la canción más macabra de Michael Jackson, susurra en mi oído colándose en mi mente como el asesino en la casa de Annie (de la canción)
-¿No quieres saber por qué te engañé con Barbara?- le miro a los ojos, intentando fulminarle pero solo consiguiendo tener más miedo.- Seamos francos, Angie... ¿Quién no prefiere a una modelo que se abre fácilmente de piernas como Barbara, a ti, que he tardado casi tres años en que te abras? Y total, no fue para tanto... Ni tu tampoco eras para tanto.
Sus palabras penetran en mi como cuchillas en mis muñecas y brazos. Haciéndome daño, sangre. Me desangro, estoy desangrándome mientas corro lejos de ese lugar, del karaoke. Lloro, probando una vez más el sabor salado de las lágrimas. Quizás es que estoy hecha para romperme, para llorar... ¿y disfrutar de ello? ¿Qué pasa si quizás esto me gusta? Creo que estoy volviéndome loca. 
Corro durante lo que parecen horas, cayéndome y rompiéndome una vez tras otra. Sin saber como, llego a casa. Abro la puerta y me derrumbo dentro. Creo que hasta me desmayo...

-Narrador-
-Y... ¡uno!- chilla Lis, riendo. Kris la mira con odio, y tira otra de sus cartas. Lis suelta una carcajada de satisfacción, y tira la última.- ¡Gané... otra vez!
-Lis, ¡tía! Es imposible...
Antes de que Kris pueda quejarse de su mala suerte o la experiencia de Lis en el juego de cartas, oyen la puerta principal y algo cayéndose dentro. Se levantan de un salto y corren hacia el pasillo de entrada, encontrándose a Angie en el suelo de la entrada, tirada y por lo que parece, inconsciente. 
-¡ANGIE!- chilla Kris, corriendo hacia ella. Entre las dos la cogen en brazos, cierran la puerta y la llevan al sofá. Le quitan la ropa de fiesta y le ponen un pijama antes de examinar su estado lamentable. Kris le limpia las heridas de las rodillas, codos y manos mientras que Lis descubre el motivo del desmayo: Se ha torcido ek tobillo y el door fulminante ha hecho que su prima se desmaye. Como aprendió de su madre, que es médico, le venda el tobillo para  evitar la movilidad hasta que se cure. Ambas la desmaquillan, y le ponen un paño frío en la cabeza. Esperan, impacientes, a que Angie recupere la consciencia. 
Al cabo de un rato, y cuando están a punto de llamar a urgencias, se oye desde el sofá un gruñido y luego un sollozo. Kris y Lis corren a ver que pasa, cuando llaman a la puerta. Lis deja a Kris con su mejor amiga. Se encuentra con un histérico Harry Styles en la puerta, que casi la tira para entrar. Los años de defensa personal sirven para mantenerlo en su sitio.
-¡Dime que ella está aquí! ¡Dime que está bien!- farfulla, alterado.
-Está aquí, y está bien. Necesita descansar, Harry. ¿Qué ha pasado?- dice Lis, con serenidad. 
-Bieber ha aparecido en el bar de karaoke en el que estábamos, han cantado juntos y luego él le ha dicho algo que ha debido afectarle mucho. Ha salido corriendo... pero no he conseguido sonsacarle a Bieber que era.
-¿Quieres decirme que en vez de ir a por Angie, que estaba sola y desconsolada por lo que parece, perdida por Londres, te has quedado haciendo el gilipollas con Bieber?- pregunta Lis, que empieza a enfadarse.
-Le he avivado su ojo morado...- gruñe Harry.
-Harry, vuelve más tarde e intenta tranquilizarte... o mejor vuelve mañana. No creo que a Angie le vaya bien verte.
-Pero...
-Mañana te veré, Harry. 
Lis le cierra la puerta en las narices y hace caso omiso a los golpes en la puerta y al timbre que no deja de sonar. Lo desconecta, y vuelve con Angie al salón. 
-¿Te ha contado...?- susurra Lis.
-Si.- suspira Kris.- Lo que no quiere decirme es que le ha dicho Bieber para estar así.
Angie suelta un sollozo cuando oye la frase que dice su mejor amiga, y se tapa la cara con ambas manos. 
-Me... me dijo que me había engañado con Palvin... porque... porque era una modelo que estaba buena y que se abría fácilmente de piernas... No como yo, que había tardado mucho en abrirme... y no había sido para tanto. Ni yo ni... lo que hicimos...- dice, con dificultad.
Kris y Lis se miran a los ojos, preocupadas. Se sientan en la mesita pequeña del salón y la miran. [Poned 'Fuckin' Perfect de P!ink para esta parte.]
-Olvídate de él, Angie. ¿Qué has conseguido en todo este tiempo con Justin? Lágrimas, incertidumbre... y sí, supongo que algo de felicidad. Pero te ha alejado de la gente que realmente te quiere. Y te ha hecho sentir como si no fueras nada...
-Cuando para nosotras... y para tus amigos de verdad, eres jodidamente perfecta (fuckin' perfect).- dice Kris, acariciándole el pelo. 
 Pretty, pretty please, if you ever ever feel like you are nothing, you are fuckin' perfect to me.

13.9.13

And she will be loved, chapter 64 (cachito corto porque mi imaginación estos días no da para más)

No me matéis por tardar tanto en subir, porfi. He tenido una crisis de inspiración y un pre- sindróme post- vacacional. Quiero dedicar este capítulo a @Lunaa_Navarro porque alguien me ha contado que es mi fan ldhlaskdhklshdlkashdlkashlkdashkldhslkdhla y casi muero de amor <3 Lo siento por el cachito corto, pero no me daba para más, y estoy fuera de casa. ¡La próxima vez que suba hago maratón de por lo menos dos/tres capítulos!

-Angie-
Caminamos por Londres como dos personas totalmente normales, dos personas que creí irrecuperables cuando Harry y yo cortamos en Barcelona. En realidad, fue solo hace dos meses y medio, pero parece que hayan pasado años. Ambos estamos cambiado, y él parece haber madurado. Ya no es Harry, el chico del pelo rizado y sonrisa adorable. Ahora es Harry, el chico del pelo rizado pero más corto y la sonrisa sexy. Parece desprender un aura de misterio con todos esos tatuajes nuevos. Pero en el fondo, sigue siendo ese chico del que me enamoré. Sigo viéndolo cada vez que le miro  los ojos.
-¿Dónde me llevas?- pregunto, mirándolo de reojo. Él esboza su media sonrisa, y susurra un 'ya verás' que no augura nada bueno, ¿o si? Hasta que no lleguemos no lo sabré.- Me das miedo, Harold.
-¿Te he dicho alguna vez lo mucho que odio que me llamen así?- dice él, con una ceja alzada.
-¿Por qué crees que te llamo así si no?- contraataco, sonriendo con burla.
-No tienes remedio.
-Y tu eres imbécil, así estamos.
Nos miramos un segundo a los ojos y luego explotamos en carcajadas. Echaba de menos estar así con él. Me pasa un brazo por los hombros y me atrae hacia él riendo. Seguimos caminando así, con mi cabeza hundida en un lado de su pecho y con su brazo rodeándome. 
-Cualquiera que nos vea pensará que estamos borrachos...- río yo.
-¿Cómo tú la otra noche?
Se gana un puñetazo 'a mala leche' en el hombro por su comentario estúpido, y su respuesta son más risas. Cuando quiere, sus risas son más contagiosas que las del propio Niall Horan. Reímos juntos un rato, hasta que llegamos a la puerta de un restaurante del que no veo el nombre porque Harry me empuja con prisa dentro.
-¿Pero qué haces?- pregunto riendo.
-Paparazzi.- se justifica él, riendo.
-¡Pero si no había nadie en toda la maldita calle!- protesto yo.
-Es que... son invisibles.
-Tienes que ir a un psicólogo, Harold.- le reprimo, burlándome de él.- Lo tuyo es grave.
Harry me ignora a lo grande, y habla con una camarera diciéndole que tenemos una reserva a nombre de Hangie Styrrell, lo que hace que vayamos riéndonos de la cara de la camarera hasta la mesa. Nos sentamos y nos da las cartas con carta de mosqueo. Creo que la pobre chica piensa que le estamos vacilando. 
-La camarera se ha enfadado contigo por reírte de ella.- murmura Harry, por encima de su carta.
-¡Tú también te reías!- protesto en voz demasiado alta. La gente del restaurante me mira mal y tengo que disculparme con un gesto para que dejen de mirarnos. Que amargada está la gente en esta época del año...
-Ya sé que me reía, pero es imposible enfadarse con Harry Styles... ¡soy demasiado sexy!- dice él, mirándome con una sonrisa burlona por el odio generalizado de las personas del restaurante hacia mi persona.
-Que creído te lo tienes...- gruño, leyendo la carta.
-No has negado mi anterior afirmación.
Gruño por dentro mientras él ríe, encantado. "¡No va a volver a ganarme!" pienso, mientras leo los entrantes. "Aunque a ver, seamos sinceros. Es sexy." pienso, mientras leo los segundos platos. "Angie, para ¿quieres?" me reprimo, echando una ojeada a los postres. "¿Qué daño me hace pensar que mi ex es sexy? No creo que sea nada malo..." rectifico, decidiendo que quiero una ensalada de queso de cabra. "Es más, es subirme la autoestima, porque yo estuve con ese chico, que es sexy. Lo que significa que... ¡me lo puedo colgar como una medalla, como hacen ellos con las tías!" rectifico, ¿o mejor la brocheta de buey y pimientos?
-Peque... digo, Angie.- me llama él. Sonrío para mi cuando está a punto de llamarme pequeña.- ¿Has decidido ya que quieres? Es por llamar a la camarera de la que te has reído.
Faltaba el comentario mordaz, no sabe guardárselo. Le saco la lengua sonriendo.
-Me gustaría la ensalada de queso de cabra o...
-... ¿La brocheta de buey y pimientos?- finaliza él, sonriendo.
Le miro asombrada. ¿Ahora además también es tarot?
-¿Cómo sabes que quiero eso?- pregunto yo, alucinada.
-Porque yo voy a pedir exactamente lo mismo... llámalo destino.- ríe él, mirándome a los ojos.- ¿Quieres que compartamos la ensalada y la brocheta?
-Va... vale.
-No soy tarot, Angie. No te mueras de miedo.- ríe él.
-¿Y por qué me lees el pensamiento? Es frustrante.
-Porque nos parecemos, es simplemente eso. Llegué a conocerte muy bien en los meses que estuvimos juntos y sigo haciéndolo.- sonríe con algo que casi es ternura y luego frunce las cejas - ¿Por qué dices que es frustrante? 
-Porque yo no sé que piensas tú.
Él ríe, mirando al techo y haciendo que se le marque la nuez. Luego, baja su mirada verde esmeralda y me mira a los ojos, casi intimidándome. Sus miradas siguen haciendo que me derrita, y no creo que eso cambie nunca. 
-¿Quieres saber qué estoy pensando ahora? ¿Eso te... desfrustrará?
Suelto una pequeña risa por la palabra inventada y luego le desafío con la mirada.
-No creo que eso exista... pero vale. Desfrustráme, Harold.
-Eso me acaba de hacer malpensar.- ríe él, y luego se pone serio.- Ahora mismo estoy pensando en las ganas que tengo de saltar por encima de la mesa, o directamente tirar la mesa por los aires y besarte.
Me quedo mirándolo, sin poder creerme lo que ha dicho. Luego, me veo obligada a bajar la mirada, porque empiezo a no poder sostener la suya, y porque me estoy sonrojando. Creo que eso cuenta como otro punto para Harry. La camarera llega, acabando la tensión y preguntándonos que vamos a cenar. Yo sigo sin poder pensar con claridad, así que Harry pide una ensalada de queso de cabra y una brocheta de buey y pimientos para compartir.
-Y bueno...- empieza Harry, al cabo de un rato en el que los dos estamos callados.- ¿Has pensando ya qué quieres estudiar? 
Agradezco el cambio de tema más de lo que debería.
-Si, he decidido hacer una carrera doble de Empresariales y Relaciones Internacionales. [Dato realmente interesante (jaja, no): La doble de ADE y Relaciones Internacionales es lo que yo quiero estudiar en la vida real. Ya sé que no so importa mucho, pero yo lo comunico.]
-Perdona mi ignorancia pero... ¿en qué se trabaja con esas carreras?- pregunta Harry, bebiendo un sorbo de su cerveza. 
-R.I (Relaciones Internacionales, es que lo hago por abreviar...) es una introducción al derecho, y lo prefiero antes que hacer toda la carrera de Derecho con la que posiblemente moriría. Y con ADE (Administración y Dirección de Empresas) puede llegar un día en el que dirijas una empresa, o estés en un cargo alto de ésta.-le explico sonriendo.
-¿Oh, vas a ser una ejecutiva?- dice él, sonriendo.
-Supongo que sí, ¿por qué?- río.
-Siempre he fantaseado con una ejecutiva. Y hablo de fantasías no aptas para menores. 
Esta vez me recupero mucho antes del golpe y le contesto con una sonrisa cargada de burla.
-¿En serio? En cambio, yo nunca he fantaseado con una estrella adolescente del pop chicle.
-¿Pop chicle?- ríe él, y yo le acompaño.- ¿Qué me quieres decir con eso?
-Pop... como demasiado dulzón, como algunos chicles. Demasiado amor, felicidad y pajarillos volando. Poca acción.
-Ah, ¿te va la acción?- dice él, inclinándose hacia mi.
-Si, pero contigo no, Harold. Siento romper tus sueños.- río yo. Él se pone una mano en el pecho y ríe como diciendo 'eso ha dolido.' La camarera aparece en ese momento con la ensalada e interrumpe nuestras risas, que continúan cuando desaparece en la cocina.
La cena sigue con total normalidad... en términos de normalidad adaptables a 'Hangie Styrrell'. Seguimos picándonos toda la noche, burlándonos el uno del otro, riendo sin poder parar y recuperando el tiempo que ambos creíamos perdido después de todo lo que pasó.



4.9.13

And she will be loved, chapter 63.

Antes de empezar este capítulo, quiero dedicar unas líneas a 'This Is Us.' Ha sido una PASADA de película, pero tranquilas, no hablaré de lo que sale por respeto a las que no lo habéis visto. Me ha inspirado muchísimo, ver a los chicos hablar como personas normales, como jóvenes normales. Verlos sonreír como si estuvieran a dos centímetros de mi. He llorado, he gritado y me he sentido más cerca que nunca de ellos.
Por eso, gracias. Gracias por TIU, chicos. Ha sido increíble, no puedo dejar de pensar en todo lo que he visto en 90 minutos. Ha sido como pasar una tarde con vosotros.


-Angie-
Troceo con tranquilidad los ingredientes que voy a echar en la ensalada que pienso comer. Sola, por cierto. Liam y Kris están de fin de semana romántico en un hotel de lujo cerca de Dover, mientras que Lis y Louis se han ido al cine, y supongo que luego cenarán juntos. La sonrisa de mi prima al entrar el otro día a casa fue un espectáculo. Nos contó que Louis le había confesado que estaba enamorado de ella al ritmo de They Don't Know About Us, y que luego se habían besado. No la veía tan feliz desde hacía tiempo. Luego yo les conté mi incidente con Harry, y ellas parecieron alegrarse. No entendí exactamente el motivo de su alegría, pero entre ellas no había más que sonrisitas y codazos poco disimulados. No hay quien las entienda...
Tarareo distraídamente el estribillo de Hey There Delilah mientras aliño la ensalada y la sirvo en un elegante bol de cristal que no sé exactamente de dónde ha salido. Me siento en la mesa de la cocina y me como la ensalada mientras miro el reloj de la pared de enfrente. Desde que besé a Harry, los días pasan lentos, y las agujas del reloj parecen querer fastidiarme yendo con más lentitud. Pero mi actitud es clara, y sé lo que siento: No quiero nada más allá de una amistad con Harry. Solo amigos, solo amigos.
"O eso es lo que tú te crees, Farrell." sisea mi conciencia, negando con la cabeza. Ruedo los ojos mientras sigo preguntándome si es normal que mi conciencia me sermonee. Sigo masticando la lechuga mecánicamente, mirando el reloj y preguntándome sin querer admitirlo que estará haciendo él ahora mismo.

-Harry-
Saco el sándwich de la sartén y suspiro. No tengo hambre, no sé ni para qué me hago algo de comer. No soy como Niall, que puede comer a cualquier hora y todo le entra. Mi estómago está bastante bien educado, y protesta de hambre en los momentos adecuados, no a todas horas.
Me siento en la mesa de la cocina, solo. Muchos días alguno de los chicos me acompaña a la hora de comer, pero hoy todos tenían algo que hacer: Louis se ha ido al cine con Lis, y luego quería llevarla a cenar. Liam y Kris están de días de pareja romántica en un hotel de lujo... y no saben la envidia que les tengo. Niall ha ido a comer con su hermano, que está en Londres de paso. Zayn está ocupadísimo grafiteando las paredes de su cuarto, y no tiene pausa ni para comer. Ed no está en Londres... y no tengo mucha gente más a la que llamar. Odio la palabra, pero lo de ser 'famoso' tiene pocas ventajas en lo que se refiere a las amistades. No puedes fiarte de mucha gente.
Mastico como una máquina el sándwich mientras miro el reloj. ¿Por qué desde que ella se fue parece que todos los relojes se han parado? Desde que dijo ese "solo amigos" parece que el tiempo no pasa para mi, me niego a aceptar que todo se haya quedado allí. No quiero que el tiempo siga pasando, y que tenga que darme cuenta que puede que la haya perdido dejándola ir el otro día. Pero en realidad... ¿qué otras opciones tenía? ¿Salir detrás de ella, y rogarle de rodillas que me diera otra oportunidad? Eso hubiera sido ridículo.
Desbloqueo mi iPhone, y sin saber cómo acabo en el contacto de 'Angie'. Observo su foto, sale con una preciosa sonrisa y los ojos brillantes. Es guapísima, pero no me enamoré de ella por eso. Me enamoré de su forma de ser, de su mal genio por las mañanas, sus besos a media tarde. Me enamoré de ella en las noches en vela en las que no hacía otra cosa que verla dormir preguntándome como algo tan pequeño podía ser tan grande para mi. Que tiempos aquellos, ¿no? Creíamos que lo nuestro era para siempre. Hasta yo, el que jamás se ha fiado del amor, creí que lo nuestro nunca acabaría. Lo irónico fue que yo lo acabé. No creo que nunca lo perdone.
Y así como así, estoy marcando el teléfono de Angie.

-Angie-
 Just a small town girl, livin' in al lonely world, she took the midnight train goin' anywhere...
La versión de Glee de Don't Stop Believin' me saca de mi trance y casi me tira de la silla. No por los agudos increíbles de Lea Michele, si no por que la foto de Harry está en mi pantalla como señal de que me está llamando.
Y sin saber cómo, pulso el botón verde y descuelgo. Me llevo el móvil a la oreja lentamente, y oigo su voz grave, que me pone toda la carne de gallina y me saca una sonrisa tonta que no consigo retener.
-No hables. Sólo escucha.- dice, rápidamente.- Siento lo que pasó el otro día... o quizás no lo siento tanto ¿tú sabes las ganas que tenía de besarte? ¡No me cuelgues, en realidad esta conversación no va por ese camino. Quiero invitarte a cenar, Angie. Sin compromisos. Puedes ir con tu sudadera de Obey si así estás cómoda. Solo quiero que salgamos a cenar como amigos, quiero que todo vuelva a ser como antes de que saliéramos. Quiero esa confianza que teníamos de vuelta...- coge aire, y después de unos instantes callado continúa.- ¿Qué dices?
-Está bien. Pasa a buscarme a las ocho y media.- digo, con una sonrisa tonta y acto seguido le cuelgo.
No tengo ni idea de que he hecho... ¿pero qué más dará?
Paso la tarde dando vueltas por casa y saltando como un ganso, estoy demasiado nerviosa aunque solo sea una cena como amigos. Pero es con Harry Styles. Mi deber como mujer es estar nerviosa. Y son tantos los nervios, que empiezo a prepararme dos horas antes del evento en si. Revuelvo todo mi armario de arriba a abajo, dejando una montañita de ropa a mi lado, y me desespero una y otra vez. La duda que más atormenta a las mujeres de nuestro siglo empieza a rondar con mi cabeza como una mosca, como una amenaza: ¿Qué-me-pongo? Ni siquiera sé dónde piensa llevarme Harry. Venciendo todo mi orgullo, cojo mi móvil y marco su número.
-¿Angie?
-Sí. Hay un problema.
-¿Te has arrepentido de lo de la cena?- ríe él.
-No, no es eso. ¿A dónde piensas llevarme, qué me pongo?
-Te he dicho que podías ponerte tu sudadera de Obey si estabas más cómoda, o si no, un vestido digno de los Óscars. Estarás preciosa de cualquier forma.
Dicho esto, va el ricitos este y me cuelga. Suelto un gruñido de desesperación y vuelvo a mirar mi armario, intentando averiguar que puedo ponerme que sea un punto medio entre "tu sudadera de Obey y un vestido digno de los Óscars." Pienso matarlo con mi modelo, porque no se lo va a esperar. ¿Espera en serio que salga a cenar con uno de los hombres más atractivos en el panorama musical, y vaya de sudadera? Ah no, perdona. De pequeña gané el premio a la niña con más estilo de preescolar, así que algo debe de quedarme.
Me pongo: http://www.polyvore.com/youve_got_that_smile_only/set?id=78096462, me cepillo el pelo y me maquillo. Cojo mi bolso y meto un jersey por si acaso, mi móvil y poco más.
¡RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING!
Miro el reloj asombrada, son ya las 8:05. Bajo las escaleras corriendo e intentando no matarme con los tacones, cruzo el pasillo casi derrapando, me echo un último vistazo en el espejo de la entrada, me coloco en frente de la puerta, respiro y...
-Hola.- intento sonar casual y despreocupada, aunque lo único que consigo es que se note que he bajado corriendo las escaleras. Él suelta una risita que se corta en cuanto ve mi atuendo. . Angie 1, Harry 0.
-Eso... no es tu sudadera de Obey.- dice él, sin molestarse en disimular que me mira de arriba a abajo.
-Ya...- digo cerrando la puerta detrás de mi y quedándome a inevitable poca distancia de él.- Pero tampoco es "un vestido digno de los Óscars." Es un punto medio.
Lo miro a él, y veo que va con una americana y una camiseta con un dibujo que no acierto a ver. Lleva sus inseparables Converse blancas bajas, lo que me provoca una sonrisa. ¿Cuántos pares debe tener este hombre?
-¿Vamos?- pregunta, tendiéndome el brazo.
-Vamos.- respondo, desdoblándole el brazo y cogiendo su mano.
 
Ninguno de los dos sabe que nos espera en esta noche, que va a estar llena de sorpresas y contratiempos.
¿Habrá final feliz?

Bueno, pues espero que os haya gustado este capítulo cortiiito. Primero, que sepáis que quería subirlo ayer, pero estuve enferma y nada. Segundo, #prayforandy y recordaros que Liam es un héroe. Estoy orgullosa de él. Tercero, hay una encuesta en la que os pregunto qué novela queréis que empiece al acabar esta, está en la columna derecha, ¡votad! Cuarto: INFINITAS GRACIAS POR LAS 5000 VISTAS, SHAWTIES <3
Os quiero mucho x.