29.12.13

Final de la novela, parte 2.


12 años más tarde.

-Vale, esto ya está…-suspiro, contemplando el molde con la masa de la tarta de chocolate.- Vamos a meterlo en el horno.
-Mamá, ¿puedo meterlo yo?- me pregunta Darcy, tirándome del delantal. Yo sonrío, la cojo en brazos y la dejo en la encimera, alejada del horno. Le aliso el bonito vestido que le regalaron en su último cumpleaños, y en sus mejillas aparecen dos adorables hoyuelos. Heredados de su padre, por supuesto. También sus ojos son los de su padre, pero algo más mezclados con marrón. Aún así, ese destello esmeralda es inconfundible.
-No quiero que te quemes, amor.- sonrío, poniéndome los guantes para abrir el horno y dejar el molde dentro.
-Jo mami, ¿cuándo podré meter yo las tartas en el horno? ¡A Matt siempre le dejas!- hace un puchero. Mi hija es lista, sabe que los pucheros me pueden. Hasta cierto punto, claro está.
-Matt tiene cinco años, cariño.- río. Me encanta hacerla rabiar, reacciona igual que su padre. Se cruza de brazos con la boca torcida en una mueca y es totalmente adorable. (Matt es el hijo de Kris y Liam)
-¡Yo tengo cuatro, mami!
Meto el molde en el horno y sonrío, dejándola en el suelo de nuevo. Me agacho, quedando a su altura, y le acaricio el pelo.
-En tu cumpleaños, haremos una tarta y la meterás en el horno. ¿Te parece bien?
Ella alarga su pequeño dedo meñique, y me mira con seriedad a los ojos. Aún no puedo creer que una niña tan bonita sea mía, haya estado dentro de mí. Y de eso hace ya cuatro años. Aún recuerdo los nervios de madre primeriza, y lo tranquila que estuve en mi segundo parto. Pero todo gracias a él, si no le hubiera dejado estar en los dos partos, todo hubiera sido un desastre. A pesar de todo, la emoción de ver a mi hija, nuestra hija Darcy en mis brazos, después del sufrimiento de un parto, valió la pena. Y eso nos empujó a tener otro hijo, Ian.
-¿Me lo prometes, mami?- yo tomo su dedo meñique entrelazándolo con el mío y le devuelvo la mirada.
-Te lo prometo, cariño.
Ella me abraza, rodeándome el cuello con los brazos. Entiendo la felicidad de ser madre, la felicidad que encuentras en las pequeñas cosas como que te traigan un dibujo del colegio, o te pidan que les leas un cuento por la noche.
-¡Angie!- me llama una voz, grave.- ¿Amor?
Me levanto del suelo, tomando a Darcy de la mano. Mi marido está en la puerta de la cocina, apoyado en el marco, con el pequeño Ian en brazos. Han pasado varios años, muchos diría yo, y ahora tiene 31 años. Pero sigue siendo el mismo que cuando tenía 19. Ojos verdes, pelo rizado aunque algo más corto. Aún así, ha aparcado por completo sus converse blancas y utiliza botas o zapatos. Lleva la camisa ligeramente abierta, dejando ver las dos golondrinas de su pecho, que nunca podrán borrarse. Al lado de un ala de la segunda, lleva uno de los tatuajes más recientes, y de los que más me gustan. “Angie”, en letra muy pequeña. A veces las cosas más pequeñas son las que más importan, o las que más impresionan.
-Dime, Harry.- digo, acercándome a él.
-Ve a cambiarte, anda. Todos están al llegar.
-¿Insinúas que así estoy mal, Styles?- le digo, haciendo una pose ridícula con mi ropa de estar por casa y mi delantal manchado de chocolate.
-Estás increíble de cualquier forma.- susurra él, dándome un beso leve en los labios.- Pero me encantaría verte con el vestido que te compraste la semana pasada.
Yo le dirijo una sonrisa, y luego miro a Ian, que nos mira frunciendo el ceño. Nunca entiende por que Harry y yo nos besamos.
-Ian, ¿te vas con mamá a ayudarla a cambiarse y yo me llevo a Darcy a preparar la mesa?
-Siiiiiiii.- dice él, alargando sus pequeños brazos hacia mí. Lo cojo en brazos, y dejo a Darcy con su padre. A Ian le encanta acurrucarse en mi cama mientras yo me cambio. Siempre suele mirar el techo de encima de la cama, lleno de fotos de la familia.
Seguimos la tradición y él se queda en la cama, mirando el techo. Yo entro en el vestidor y me pongo el vestido nuevo. Le oigo preguntar.
-Mami, ¿hoy viene la tía Lis?
Me asomo a la habitación con una sonrisa. De entre sus muchas tías, Lis es su preferida. Siempre le cuenta historias y juega con él. Además, mi hijo está interesadísimo en por qué su tía tiene tanta barriga, y cuando va a tener una nueva primita. Cuando Lis le contó que esperaba una niña, todos nos esperábamos una desilusión por parte de Ian, pero en realidad le prometió a “la tía Lis” que iba a cuidarla como su hermana pequeña. Mi hijo es así.
-Sí, cariño. Hoy viene la tía Lis, y el tío Louis.
-¿Jugaré al fútbol con los tíos Louis, Liam, Niall y Zayn?- pregunta, atascándose en los nombres. Río suavemente, todos son complicados para él. Me pongo unos zapatos y me siento a su lado en la cama, acariciándole la frente.
-El tío Zayn y la tía Sam están de viaje, no vendrán hoy…- suspiro. Mi hijo hace una pequeña mueca. A mi también me entristece, pero Sam tuvo un aborto natural hace unos meses, y junto con Zayn decidieron viajar y alejarse un poco de Londres un tiempo. El tiempo todo lo cura, ¿no? En estos momentos están en China, o en ¿Sudáfrica? En realidad no se sabe, cambian de lugar muy frecuentemente.
-Mami…
-Dime, Ian.- le sonrío.
Él se incorpora y con algo de dificultad me deshace la trenza que llevaba hecha de cocinar con Darcy. Otra de las pasiones de Ian, tocarme el pelo, deshacerme peinados. Sacudo ligeramente la cabeza, y él ríe. Lo cojo en brazos y me levanto.
-Vamos ayudar a papá con la mesa, ¿si?
Camino por el pasillo, y dejo a Ian en el suelo. Justo entonces, suena el timbre de la puerta de la calle. Darcy se asoma al ventanal del salón, y grita:
-¡Mamá! ¡Abre! ¡Es la tía Kris! Sonrío por la excitación de mi hija y pulso el botón para abrir la puerta de la calle. Luego, abro la de casa y abro los brazos.
-¡Kris!
Mi mejor amiga me abraza con ganas, y su hija Jennifer de tres años, aparece por detrás de sus piernas, sonriendo con timidez.
-Hola, preciosa.- Me agacho y le acaricio una mejilla. Ella se sonroja y me da un pequeño beso en la mejilla mientras Kris abraza a Harry y a Darcy. Oigo la puerta de la calle, y veo a Liam entrar con su hijo Matt. Lleva un balón de fútbol bajo el brazo, y corre hacia mi con una sonrisa.
-¡Tía Angie!
Le abrazo sonriendo, y luego le miro.
-¡Hola, campeón! ¿Qué tal la liga de fútbol?
-¡Muy bien! ¡Ayer marqué el gol de… de…! ¡Papá! ¿Cómo se dice lo que me dijiste ayer?
Liam ríe, cerrando la puerta principal tras él. Me incorporo, y le abrazo.
-Hola, Angie. Perdón por la tardanza, el balón de fútbol es lo primero y lo habíamos dejado en el coche.- me guiña un ojo riendo y yo río también.- Ayer Matt marcó el gol de la victoria en un partido de su liga.
-¡Eso es… el gol de la victoria!- exclama Matt, emocionado.
-Eh, ¡eso es genial!- digo yo, contagiada de su entusiasmo. Les dejo pasar al salón, y veo como Darcy y Jenn ya están sentadas en el suelo, jugando a las palmas. Liam se va con Harry a hablar del vino que vamos a servir, y a contarse novedades en el negocio.
Cuando One Direction anunció que se retiraba del mundo de la música, sus componentes decidieron que no querían irse del todo. Abrieron un negocio, llamado OneFinancial con el que financian y asesoran a nuevos talentos. Se ha convertido en un auténtico éxito, y eso les ha hecho seguir en el mundo de la música, pero entre bastidores. Kris acabó estudiando Diseño e hizo un máster en Publicidad, así que se encarga de ese tema en OneFinancial. Yo acabé haciendo caso a los consejos de mi madre, y estudié Administración y Dirección de Empresas, algo de Económicas y Relaciones Internacionales. Los chicos asesoran a los artistas, y yo les asesoro a ellos. Lis empezó estudiando Química, pero el primera año se dio cuenta que aquello no era lo suyo, y empezó con Bellas Artes. Se juntó con Aria, que estudió lo mismo y ambas tienen una galería de arte en el centro en la que se compra y vende arte, además de acoger las fiestas más in de todo Londres. Sam, con su don de gentes y dado que estudió Lenguas Modernas y domina el francés, inglés, español, alemán e italiano, suele encargarse de la relaciones con clientes internacionales. Pero no estamos solos, contamos con un muy preparado equipo con profesionales y trabajadores. Eso ayuda a que no toda la presión esté encima de nosotros, y no se nos junte el trabajo con el placer. Con una buena organización y sin estresarnos, ninguna pareja se ha roto por culpa de la empresa.
-Liam quiere organizar un partido de golf el miércoles que viene.- me informa Kris, que me ha seguido a la cocina.
-No hay cosa que odie más que el golf.- bufo, mirando la tarta en el horno.
-Te alegrará saber que además, hay clientes coreanos… o chinos. Ay, no sé. Son asiáticos.
-Ah, entonces perfecto.- digo riendo.- Los empresarios asiáticos son muy buenos en golf, lo que hará que Liam y Harry pierdan el partido y se nos depriman.
-Eso pensé yo.- ríe Kris.- Así que… ¿nos escaqueamos y nos vamos al spa del resort de golf?
-Cuenta conmigo, no quiero ver como unos chinos machacan a mi pobre marido. Prefiero las burbujas.
Cuando las dos estamos en pleno ataque de risa, suena el timbre. Corro hasta la entrada, abro la puerta de la calle con el botón, y después abro la de la entrada.
-¡Lis! ¡Louis!- sonrío. Los dos están sonrientes, muy guapos, y mi prima luce el perfil de embarazada a punto de salir de cuentas.
-¡Hola!- chilla Louis, abrazándome y levantándome del suelo. Da igual los años que pasen y que Louis tenga 34 años. Sigue siendo Peter Pan, nunca madurará ni crecerá. Y eso le da juventud y alegría al grupo. Cuando acabo de abrazar a Louis y el para de achucharme, miro a mi prima.
-Y tú, ¿cuándo sales de cuentas?- pregunto, besándole la mejillas.
-Se supone que la semana que viene… ¡estoy nerviosísima!- dice ella, sonriendo.
-Estoy más nervioso yo que ella, y yo no llevo un bombo pegado al cuerpo.- ríe Louis.- ¿Están Harold y Payno en el salón?
-Sí, pasa.- río yo.
Él nos deja y Lis pone los ojos en blanco.
-Empiezo a pensar que Louis tiene algún tipo de síndrome Forever Young.- susurra ella, y ríe.
-¿Lo piensas ahora? Yo llevo estando convencida de ello desde que lo vi por primera vez.- río yo.
-Va a ser un buen padre, Angie.- confiesa, más seria.- Se preocupa tanto por mí…
Voy a contestarle cuando suena el timbre de nuevo. La hago pasar al salón, donde oigo a Kris saludarla. Abro las dos puertas de nuevo, y veo llegar a Aria y Niall rodeados por los dos gemelos de tres años, Paolo y Ewan. En brazos de Niall va Marzia, de poco más de un año. Los niños tienen una mezcla italo-irlandesa muy interesante.
Niall me abraza sin mediar palabra, dejando a Marzia a un lado para no aplastarla entre los dos. Oigo a Aria regañar a los gemelos intercalando alguna palabra italiana de por medio.
-Hola, cielo.- susurra él, mirándome a los ojos. Los 33 años le sientan genial a Niall, tiene algo de barba de unos días, y lo han hecho un poco más robusto. Pero sigue siendo el mismo rubito irlandés de hace años.
-Nialler…-le saludo yo, besándole la mejilla con una sonrisa. Luego, miro a Marzia. Tiene los mismos ojazos azules que Niall. No es como mi hija Darcy, que tiene una mezcla de marrón y el verde esmeralda de Harry. Marzia los tiene iguales que mi mejor amigo.- Hola, pequeña…
Marzia suelta una carcajada cuando le beso suavemente la cabeza, y yo me muero de amor poco a poco. Soy su madrina, además de ser también la de Matt. Niall pasa con Marzia al salón, y oigo a los demás recibiéndole. Aria me sonríe, algo cansada.
-¡Estos niños son como monstruos!- ríe.- ¡Le dije a Niall que quería niñas, solo niñas!
-¿Y que culpa tiene Niall de que sean niños?
-¡Alguna tendrá, créeme!- reímos con ganas, y luego nos abrazamos mientras los gemelos pasan entre nuestras piernas y se meten en casa.
-Es genial verte otra vez Aria, no te veía desde el fin de semana anterior. ¿Cómo va la galería?- digo, pasando al salón.
-Todo genial, tenemos una fiesta la semana que viene y estamos organizándolo todo. ¡El que ha solicitado la galería solo quiere cuadros negros, y sin personas! ¡Estos británicos están locos!
Río ante su actitud totalmente italiana, cuando llegamos al comedor, veo que todos están sentados. Me siento al lado de Harry, y le sonrío. Cuando vamos a empezar a comer, suena el móvil de éste. Le miro, extrañada. Nadie suele llamar a Harry los domingos, tiene el móvil en modo bloqueo para que solo le llamen familiares.
-Es Zayn, creo que es importante.
Descuelga, y todos le miramos atentos, incluso los niños.
-¿Malik?... ¡Hola, tío! ¿Qué tal por…? Sí, estoy con todos… ¿Altavoz? Pero… Vale, vale. Voy.
Pulsa el botón de altavoz, y todos nos acercamos.
-Estás en el altavoz, Zayn.
-¡Hola a todos!- oigo la voz algo distorsionada de Zayn, y sonreímos.
-Hola, Zayn.- contestamos.
-¿Qué pasa, Zayn?- pregunta Aria.- ¿Es grave?
-¡En absoluto, llamo para daros dos buenas noticias!
-Entonces adelante, ¡dispara!- le anima Liam.
-Pues bien… ¡Sam y yo acabamos de adoptar una niña en China!
Todos nos quedamos en silencio, sorprendidos. ¿Adoptar? ¿Una niña?
-Pero… ¿cómo ha sido…?
-Ya sabéis que después de lo de Sam, ella se quedó muy tocada. Lo hemos estado pensando… ¡y ya están todos los trámites hechos! Se llama Diana…
-¿Diana?- sonrío yo.- ¡Es precioso!
-Bueno, queríamos un nombre que saliera en una de nuestras canciones, y Georgia Rose no nos gustaba en absoluto.- ríe Zayn, al otro lado de la línea.- Así que si, Diana.
-Y… ¿había otra noticia, no?- pregunta Niall, mirando al teléfono.
-Así es… ¡Sam está embarazada, otra vez!
Todos nos volvemos a quedar en silencio. Si Sam vuelve a tener un aborto, va a ser un mazazo emocional demasiado fuerte para ella.
-Pero Malik… ¿ella está segura de querer…?- pregunta Louis.
-La verdad es que no, pero hoy hemos visitado a un maestro adivino chino, o una chorrada de estas, y ha predicho que el embarazo va a ser sano. A Sam le ha valido, y yo… yo voy a estar con ella pase lo que pase.
Tras unos minutos más hablando con Zayn, colgamos, impactados doblemente. Luego, comemos y los niños salen a jugar. Kris dice tener una sorpresa para todos, y nos sentamos delante de la televisión.
Un vídeo empieza, titulado Story of our lifes.
Es como una película, de todos. Momentos. Momentos juntos. Salen trozos de las audiciones de Factor X, primeros conciertos de los chicos. Entrevistas, recortes de prensa, entregas de premios, conciertos, giras. Los chicos en Japón, todos en París, con los aussies, con Ed. Por cierto, Ed se casó también con una amiga de la infancia de Harry, Luna. Un vídeo en la boda de mi madre, vídeos en un aquapark un verano, vídeos en barco, en avión, ¡saltando el paracaídas! Vídeos de fans, cumpleaños. ¿Primera boda de One Direction? ¡Cinco bodas en total! Hijos, partos, cumpleaños, y flashbacks al pasado. De fondo, Story Of My Life. Más conciertos, Up All Night, Believe, Take Me Home. Meet & Greets, fotos, muchas fotos. Flashbacks, alfombras rojas. Veranos, acampadas, nevadas, subidas y bajadas. Where We Are. Retirada de One Direction, ¡más niños!, ¡One Direction abre OneFinancial! Todos bailando, cantando.
Y de pronto, la canción se corta. Aparecemos todos en mi antiguo piso de Londres, el que compartía con Kris y Lis. Alguien canta… ¿todos cantamos? Teenage Dirtbag. Desafinando con Luke, Mike, Calum y Ashton. Mi risa de fondo, también. Las caras de todos. Recuerdo perfectamente cuando grabé ese vídeo. Recuerdo que pensé cómo sería yo cuando volviera a verlo.

Y aquí estoy. Rodeada de buenos amigos, con un trabajo estable, un marido, y dos hijos que quiero como a nada en el mundo. A mis 31 años. Nunca he dejado de ser feliz, ni un instante. Ha habido malos momentos, pero después de la tormenta siempre viene la calma. Y Harry siempre me dio esa calma. Siempre me ha querido, nunca ha dejado de apoyarme. Entonces sí, aquí tengo una conclusión que he ido sacando. Me acuerdo perfectamente cuando dudé entre Justin y Harry. Justin y yo nunca volvimos a hablarnos. Sé que él está casado y su mujer espera un bebé, pero nunca nos hemos interesado el uno por el otro. Nunca ha habido un intento de arreglar todo. Hay personas que simplemente no están destinadas a estar en tu vida. Pasan, hay buenos momentos, pero la cifra de malos momentos sobrepasa a los buenos, y entonces sabes que no es alguien adecuado para ti. Bueno, no lo sabes en ese momento, pero te das cuenta a los años. Yo estuve a punto de equivocarme con mi decisión de con quién compartir mi vida.

Pero cuando dos personas están destinadas a estar juntas, en algún momento del camino, vuelven a encontrarse. Sus caminos vuelven a cruzarse. Mi vida ha sido una total subida y bajada, una montaña rusa como esa en la que dice Zayn en la cual que hay que cerrar los ojos y disfrutar. Eso hice yo, cerré los ojos, le cogí la mano a Harry, y disfruté de la montaña rusa que es la vida.
Y él, aceptó, y me quiso. Y supe, en ese pequeño segundo de incertidumbre, que siempre iba a hacerlo. Que como en la canción de Maroon 5, ella, o sea yo, siempre iba a ser querida.


                         “And she will be loved”, de @sheeranftzarry/@blancakeepcalm.
                                                  Enero-Diciembre 2013.







Gracias. A ti. Si, a ti. Por haber leído esta novela, hasta el último capítulo. Gracias por el apoyo, las visitas. Por seguirme, a pesar de que haya habido capítulos que daban ganas de dejar de leer.
Hasta aquí llega "And she will be loved", mi primera fanfic, en la que todos los personajes han acabado felices y comiendo perdices (?) 
Pero no todo se acaba aquí.
En unos meses empieza "Valerie", mi segunda fanfic. 
Gracias por dejarme soñar, espero que lo que siga escribiendo os haga soñar a vosotras.

Os quiero mucho, really. 

27.12.13

Final de la novela, parte 1.


-Angie-

Abro los ojos, lentamente. Me extraña no sentir el típico calor que desprende Harry, así que abro los ojos buscándolo por la habitación. Está sentado en la orilla de la cama, con los codos apoyados en las rodillas. 
-¿Harry?- digo, en voz baja y pegajosa por el sueño. Él se gira inmediatamente y veo perfectamente sus ojos rojos. 
-Dios mío, Angie, lo siento tanto...- dice él, mirándome a los ojos.
-¿Lo sientes? ¿El qué?- pregunto, incorporándome poco a poco.
-Ayer... no recuerdo nada de lo que pasó aquí anoche. Nada. Y si hicimos algo... no me puse protección.
Sus palabras me golpean, y contengo la respiración. Yo tampoco me acuerdo de qué hicimos, mi último recuerdo es del salón, con todos jugando a Cards Against Humanity. Le miro, con los ojos vidriosos, intentando recordar. Él me mira también, y casi puedo ver como él hace el mismo esfuerzo. 
De pronto lo veo.
Él está sin camiseta, encima de mi. Me río como una tonta mientras sus besos van hasta mi abdomen, acariciándome, haciendo que me arquee poco a poco, retorciéndome suavemente. Suelto palabras sin sentido mientras intento acordarme de algo que pueda sentirse mejor que todo esto. Él se separa suavemente, sube y se tumba a mi lado, acariciándome la cara.
-Me muero de sueño, pequeña.
-¿Vas a dejarme así?
-La casa está llena ¿recuerdas? Y... y no sé dónde hay preservativos.- dice, con una sonrisa totalmente ebria. Me deslizo por la cama, alcanzando mi bolso que está casi debajo de la cama, y vuelvo con Harry con un envoltorio jugando entre mis dedos. Yo misma se lo pongo, y yo misma empiezo, ya que él me mira. Ni que fuera la primera vez, que poca iniciativa. Luego los dos reímos a la vez y cambia posiciones, quedándose encima de mi, y desafiándome con la mirada.
-Lo hicimos con preservativo, Harry.- digo, volviendo a la realidad.
-¿Lo has recordado?- pregunta maravillado.
-Si.- digo, suspirando.- Además, creo que lo tiraste después a la papelera.
Sin perder un segundo, corre hasta la papelera, y suelta un pequeño grito de júbilo, lo que me indica que lo ha encontrado. Salta encima de mi y me estrecha contra él con fuerza. 
-Que susto, joder...- murmura en mi oído.
-Olvidémoslo, anda.- suspiro yo.- Vamos a desayunar algo.
Al bajar, nos encontramos un panorama de Luke y Mikey durmiendo en el cuarto de la lavadora, y sus chicas han desaparecido. Niall está haciendo tortitas con una muy sonriente Aria, mientras que Louis y Lis están dormidos en el sofá. Kris y Liam están discutiendo sobre de quién es el café que acaba de dejar Sam en la mesa, y Zayn está quemando unas tostadas. Ash y Cal están muriéndose de risa mientras intentan despertar a Luke y Mikey. Le cojo la mano a Harry y nos unimos a preparar nuestro desayuno. Sus manos en mi cintura y su risa en mi oído mientras relevo a Aria haciendo tortitas hacen que todo después de nuestro pequeño "susto" sea perfecto. Algo tan aburrido como una mañana de resaca se convierte en algo más para mi. Dejo una tortita haciéndose y giro la cabeza mirando a Harry.
-Se te va a quemar...- dice, burlón.
-Te quiero.
Él sonríe y me besa suavemente la nuca, el cuello y después la mejilla. Giro la cabeza, queriendo algo más.
Al acabar de preparar el desayuno, todos nos sentamos alrededor de la mesa del salón. Recuerdo una escena parecida ayer, pero todos estábamos borrachos; esta vez todos tenemos una sonrisa resacosa y me gustaría poder grabarnos para guardar este momento en algún fichero que pueda abrir en unos años, solamente para observar y disfrutar en un segundo plano esta felicidad estúpida que se respira en el ambiente.
Eso es exactamente lo que hago.
Mientras Luke, Calum y los chicos desafinan un Teenage Dirtbag, con Ash haciendo percusión con la mesa, saco mi cámara y nos grabo a todo. En un años... ¿quién sabe dónde estaré en unos años? encontraré esta grabación, y esbozaré la misma sonrisa de felicidad total que tengo ahora.





Septiembre, en un destino desconocido.
¿Os acordáis de hace demasiados meses, cuando estaba con Chris? ¿Recordáis que dije algo así como "Nunca he sido tan feliz"? Bueno, esta vez he batido un nuevo récord. Ahora sí, puedo decir que nunca he sido tan feliz sabiendo que en ningún caso del futuro voy a ser más feliz que ahora. 
El verano ha sido el pegamento que faltaba en mi relación con Harry. Nos ha unido más de lo que puede considerarse humanamente posible, y eso me ha hecho feliz. He recuperado con él todo ese tiempo que nos faltó cuando empezamos nuestro primer intento de relación. Y de eso hace poco más de un año, ¿podéis creerlo? No creo que nadie pueda. Han pasado muchas cosas en un solo año. Al principio, creo que nadie apostaba por mi relación con Harry. Harry Styles, el mujeriego de One Direction, ¿ese se dice que tuvo un romance con Louis Tomlinson? El chico sonriente de Chesire, el de los mil y un tatuajes sin sentido alguno. En realidad, creo que ni yo misma aposté por la relación en un primer momento. Era todo demasiado rápido, un amor demasiado adolescente: loco, apasionado, pero con ataduras. A lo largo de este año y no sin complicaciones o lágrimas, hemos ido librándonos de esas ataduras. Y ahora somos libres. Seguimos estando locos, no nos falta ni un gramo de pasión, pero ahora somos libres. No más cadenas que nos impiden volar lejos... ¿o quién dice volar? Que más dará, me importa más bien poco si estoy con él. 
-O te das prisa o no llegamos.
-¿Quieres callarte?- protesto.- ¡Tú has estado casi media hora dejándote el pelo a tu gusto!
-Yo tengo una reputación que defender, amor.
-¿Estás insinuando que...?- digo, con una sonrisa y los brazos en jarras. Él se apresura a besarme casi tirándome a la cama para que me calle. A veces es exactamente lo que necesito.- Abróchame el vestido y ni una palabra más.
-¿Y si hago esto?- dice él, retirándome un poco el vestido, lo justo para que caiga dejando al descubierto mi sujetador sin tirantes. Oigo su risa en mi oído, y no puedo evitar sonreír. 
-Creía que tenías prisa.- digo, dejando el vestido en su sitio de nuevo y sacándole la lengua.
-Es que eres tentadora.
-Lo que sea, ¡abróchame el vestido de una vez, Harry!- chillo, entre risas.
-Necesitas relajarte...- ríe él, obedeciéndome. 
-No puedo relajarme...- suspiro, subiéndome en los tacones y echándome un vistazo en el espejo. Llevo un vestido de tela vaporosa pero que se adapta perfectamente a mí, realzando mi figura, la cual Harry me ha enseñado a querer. El hecho de que él esté tan locamente enamorado de mí, de todo lo que me hace ser yo, me da un plus de autoestima muy importante. Me miro al espejo, comprobando mis ojeras, y mi recogido bajo.
-Estás preciosa.- dice él, abrazándome por detrás y mirándonos en el espejo.- Y quiero que estés tranquila. Solo es una boda, el paso que tiene que dar tu madre para ser definitivamente feliz. Ush... Terry es bueno para ella, y... sobre Bieb... Justin... Bieber, déjalo correr. Solo va a ser un invitado más. Y olvidas que voy a estar ahí contigo.
Giro sobre mi misma, mirándole. Le acaricio suavemente el pelo y él esboza una sonrisa.
-Gracias.- digo, contagiada de su sonrisa.
-No entiendo por qué me las das.- dice él, alcanzándome mi bolso de mano.-  Vámonos, anda. 
Salimos de la habitación, y vamos hasta el parking al aire libre del hotel. El tiempo aquí, en La Toscana es más que bueno. Harry ha alquilado un Cadillac. Un maldito Cadillac. Dios mío, me siento como Macklemore en White Walls. Nos montamos y Harry configura el GPS para que nos lleve hasta un pueblecillo cercano. Recibo un mensaje de Kris mientras empezamos a movernos.
K: ¡Espero que la boda vaya genial! No estés nerviosa, anda. Todos aquí os echamos mucho de menos, te veo el sábado. ¡Te quiero!
Sonrío. Otra cosa que solo hace que mejorar con el tiempo, mi amistad con Kris. He pasado gran parte del verano con ella, a pesar que también he viajado mucho con Harry y he visitado a mi familia. Puedo guardarlo en una cajita de madera como uno de los mejores veranos de mi vida. 
Solo esperemos que esta boda no lo arruine.

Me dedico a contemplar a Harry mientras conduce, concentrado. Su ceño fruncido lo hace más atractivo aún. Demonios, ¿cómo es posible que cada día me enamore más y más de él? Dudo que ni siquiera... ¡Julieta! eso es, Julieta, la amada de Romeo, se sintiera como yo. Empiezo a sospechar que mis sentimientos hacia Harry son algo patológico en este punto. Pero ¿sabéis? Me da igual. Él está igual o peor que yo, así que como dije antes, somos dos locos felices. 
-Aún no entiendo por qué alquilaste un Cadillac, Harry.- murmuro, sonriendo con burla.
-No es mi culpa que la señorita no tenga ni idea de coches, lo que haga que no tenga ni idea de lo que es un Cadillac ni su valor.
-¿Me llamas ignorante?- río.
-Ignorante en lo que se refiere a coches sí.- dice, girando y metiéndose por un camino de grava que lleva al pueblecillo donde se celebra la boda.- Pero eh, yo te quiero igual.
Chasqueo la lengua y él sonríe, y alarga una mano para acariciarme la rodilla. Me contagia la maldita sonrisa, que mantengo hasta que aparca cerca de la capilla. Bajamos del coche, veo a mi madre a un lado de la puerta, esperándome.
-¡Demos gracias a los cielos!- chilla, pareciéndose a mi.- ¡Os estábamos esperando!- nos besa a ambos, y se dirige a Harry.- Harry, cielo, entra en la capilla. Dile al juez de paz que empiece.
Harry asiente y me hace un gesto de ánimo con los pulgares, antes de entrar. Miro a mi madre, emocionada.
-Mamá... estás preciosa.
Lleva un vestido blanco, muy largo, de estilo griego. Su pelo descansa en un moño hecho con trenzas, y en su cabeza reposa una pequeña corona de flores blancas.
-Tú también, Angie.- me dice, abrazándome. Oímos como la pequeña orquesta empieza a tocar, y hace una señal con la cabeza.- Allá vamos.
Le ofrezco mi brazo, y ella asiente, sonriendo. Paso a paso, con el ritmo de la melodía, entramos en la capilla. Todos los invitados se levantan, y me tengo que contenerme para no llorar. Toda mi familia está allí, mirándonos con una sonrisa. ¿Será mi boda así? Me faltan tres chicos, dos británicos y un irlandés, con sus respectivas novias. Los otros dos chicos de esos que me importan tanto, y esas cosas que se dicen, están en primera fila, a la derecha. Lis empieza la fila, mirándonos atentamente con una sonrisa que solo inspira confianza. A su lado, Louis. Sonriente, con su media melena rebelde, que se ha dejado crecer en verano, perfectamente despeinada y un esmoquin. Casi puedo ver su mano entrelazada con la de mi prima. A su lado, probablemente la persona que más me importa, junto con mi madre de este edificio: Harry. Lanzándome destellos verdes, que parecen envolverme. Al otro lado de la fila, toda la familia Bieber... y Justin, en efecto. Un esmoquin negro y una camisa ligeramente abierta tapan todos sus tatuajes. Está perfectamente peinado, y me observa atentamente. Prefiero no esforzarme por identificar esa mirada. Me ha costado mucho superar todo lo que él me hizo, lo mal que me hizo sentir. Así que esta vez no hay más oportunidades, Justin es pasado.

En el altar, junto con el juez de paz, está Usher/Terry. Me separo de mi madre en mi fila, y la dejo ir sola hasta llegar con Usher. Me tapo la boca con una mano, ligeramente, por la emoción. Harry me rodea la cintura y me hace sentarme. 
La ceremonia empieza, y todo transcurre con una perfecta tranquilidad. En el momento de los 'si, quiero', estallo en lloros silenciosos. Cuando murió mi padre, a pesar de que era muy pequeña, mi primer miedo fue que iba a hacer mi madre. ¿Estaría sola toda su vida? Pero no, Usher nos ha solucionado ese problema. Sé que la va a hacer muy feliz, como sospecho que lleva haciéndola desde que la conoció. En el momento de abandonar la capilla, la pequeña banda empieza a tocar la melodía de "All You Need Is Love" de los Beatles, haciendo que esto se parezca a la película favorita de Harry, Love Actually.
Todos nos trasladamos a una finca alquilada, rodeada de viñedos, donde mi madre pidió que se hiciera un banquete al aire libre. En mi mesa, en la que estamos mi madre, Terry, Harry, varios familiares de ambas familias y yo, solo circulan risas, anécdotas y comida. Mucha comida. La boda está siendo un completo éxito, y mi madre confiesa que la verdad es que no se ha pasado ocho meses planificándola, ha habido mucha improvisación.
De ahí, saco una nueva enseñanza de mi madre: las cosas salen mejor cuando son sin planificar, cuando el destino te da un empujón y puedes sentirlo o ignorarlo. Pero si lo sientes, y lo sigues, lo intuyes, todo va bien. Nada demasiado planificado va a ir bien. La vida no es para eso, para pasarte la vida haciendo cuentas y preocupándote de que pasará si en vez de coger el desvío que te han marcado, tomas el siguiente cruce a la derecha y vas todo recto hasta que alcanzas el sol. No hagas cuentas, no calcules cuales son tus probabilidades de éxito si haces esto o lo otro. Todo se verá, todo se solucionará en algún momento. Ningún sufrimiento es eterno, y por desgracia, ninguna alegría lo es tampoco. Así que disfruta el momento todo lo que puedas. La vida está para agarrar todas las oportunidades que puedas, para arriesgarse. Para coger un momento y hacerlo perfecto.

Por eso, cuando todo el mundo empieza a levantarse para ponerse a bailar o a beber, y Harry me pide dar una vuelta por los viñedos, le digo que sí. Por eso me quito los tacones, los tiro olvidándome de ellos y echo a correr, en una carrera persiguiendo las nubes con Harry. Cuando me canso, me dedico simplemente a acariciar las plantas llenas de uvas, y a preguntarme cuando será la siguiente vendimia. Entonces, él coge mis manos de entre las uvas y me mira a los ojos. Y se arrodilla. Dios mío, ¿esto es un sueño o va en serio? Rebusca, sin quitarme los ojos de encima, algo en su bolsillo. Mi mente se pregunta también la pinta que debo tener. Pero eso da igual. No siempre puedo parecer una modelo de alta costura. Veo una caja aparecer en las manos de Harry, y veo como la abre y encaja un anillo de oro blanco en uno de mis dedos.
-Quiero que esto sea un compromiso. Quiero que cuando tu acabes la carrera que quieras estudiar, hagamos lo que ha hecho tu madre hoy. Quiero que nos arriesguemos a perderlo todo de la manera que más te apetezca. Pero quiero verte vestida de blanco… o ¡de rojo! Me da igual como quieras vestirte, puedes ir con tu sudadera de Obey si te parece más adecuado. Pero quiero decirte algo bonito que lleve meses preparando, que el juez de paz o el sacerdote te pregunte y tú contestes si quiero. Quiero oírte decir algo que hayas escrito tú, para que tenga ganas de solamente besarte como quiero hacer ahora mismo, y que yo tenga que contestar sí, ¡sí quiero! Y que me beses, nos besemos… y seas mía, joder.- coge aire, y veo como sus ojos se vuelven algo vidriosos.- No me imagino un futuro al lado de nadie más que tú. Quiero que tengamos hijos, que los veamos crecer y que tengamos que regañarlos por haber fumado o bebido, que les ayudemos a estudiar, que se casen y nos dejen tan solos como antes… y simplemente quiero envejecer contigo. Pasar todos los días de mi vida a tu lado, viéndote despertar conmigo, y pensando la suerte que tuve de no perderte.- hace una pausa, sin dejar de mirarme.- Así que… ¿te casarás conmigo en un futuro, cercano o lejano?
Veo pasar por los ojos del chico al que quiero todos los segundos que llevo con él. Me imagino todos los que pueden llegar a pasar, y sonrío. Habrá momentos difíciles, momentos en los que solo querré tirarle por un acantilado, porque Harry es así. Pero habrá buenos momentos también, así que supongo que no importa. Arriesgarse ¿no?
-Me casaré contigo. Hoy, mañana… ¿siempre?
Él deja escapar una carcajada que se quiebra a mitad porque los dos estamos en el suelo, besándonos de nuevo. Esta es la definición de “comerse los morros” que tanto dice Kris. Pero me encanta. Y a él le encanta. Y ahora mismo soy muy feliz. No recuerdo haber sido tan feliz nunca antes.

Yyyyyyyy aquí os dejo hasta que pueda subir la otra parte, que va a ser todo adorabilidad y feels y os vais a morir todos de amor. Bueno shawties, esto llega a su fin... ¡pero vais a seguir aguantando mis novelas sin posibilidad de éxito mucho, mucho tiempo!
Os quiero miiiiiiiil.

21.12.13

Malas noticias.

Siento deciros que no sé cuando voy a poder seguir con esta novela, porque he tenido otra idea de otra novela, y es como que ha eclipsado todo lo que pienso, toda la inspiración de 'And she will be loved'. Tengo tantas ganas de empezar con la otra que no sé que más escribir de esta. De verdad que lo siento, pero esta novela se queda como en pausa, hasta que tenga la idea que enlazará el final con el último capítulo que he escrito.
Gracias por todo, cielos.

1.12.13

And she will be loved, chapter 69 (*cejas, cejas*)



-Angie-

-¿Entonces, a qué hora hemos quedado?- pregunto, mirando a Harry mientras me lleva a casa. Tiene la vista fija en a carretera, y una sonrisa especialmente para mi.
-Creo que te paso a recoger con Liam y Louis hacia las doce.
-¿Y Zaynie y el pequeño irlandés?
-Estarán esperándonos con los aussies.
Asiento, mirando por la ventanilla. La mano de Harry se posa en mi rodilla y yo le miro, sonriendo.
-¿Te quedarás a dormir conmigo esta noche?- pregunta, haciendo un puchero. Yo evito mirarle, aunque sonrío.Desde que nuestra relación volvió a empezar, me he quedado a dormir en casa de Harry varias veces, pero nunca hemos llegado más allá de dormir abrazados.- Angie, ¿puedes no ignorarme?
Me miro las manos, algo nerviosa. Quizás sea el momento de dar un paso ya dado en nuestra anterior relación. Mi recuerdo de mi útlima vez con Harry es maravilloso, y no tengo ningún problema en repetir la experiencia. Pero... ¿será demasiado pronto? ¿Nos estaremos adelantando otra vez?
Cojo aire, que es lo único que se oye en el coche además del motor. Él desvía la mirada un momento, ya que estamos en un semáforo rojo. Me dirige una mirada penetrante, y yo le miro de la misma manera. Nos sostenemos las miradas, serios, unos segundos. Luego, sonrío.
-Me quedaré a dormir contigo esta noche.
Él sonríe, triunfante, y vuelve a acelerar ya que la luz del semáforo cambia. El silencio vuelve a apoderarse del coche mientras me dedico a jugar con mi colgante nuevo.
Harry frena delante de mi casa, y apaga el motor. Yo giro la cabeza para mirarle a los ojos, y da la impresión de que su sonrisa llena el coche. Le compenso con una mía, que no le llega ni a las suelas de los zapatos.
-Te veo esta noche...- susurro, acercándome a él. Él me acaricia el pelo y se inclina a besarme. Sus labios me hacen sentir como de costumbre, como si todo diera vueltas. Tras varios minutos, soy yo la que se separa y le miro a los ojos.
-Te quiero...-susurra él, cogiéndome la mano mientras voy saliendo del coche. Cuando ya tengo la puerta abierta y un pie en la acera, me giro sonriendo con burla.
-Que cursi eres, Harold.
Salgo del coche riendo por lo bajo y subo los escalones que me llevan hasta la puerta principal. Cuando estoy girando las llaves para abrir la puerta, oigo como se baja la ventanilla del coche.
-¡Me quieres, siendo cursi o no!- grita. Yo río, y me giro asintiendo entre carcajadas y alzando el pulgar.- ¡Quiero oírtelo decir, Farrell!
Me giro mirándolo y abro los brazos gritando, liberándome.
-¡Te quiero, Styles!
Oigo su risa antes de que gire la llave de contacto y acelere desapareciendo tras la esquina. Entro en casa, dejo las llaves en su sitio y chillo:
-¡Ya estoy en casa!
No hay respuesta por parte de la señorita Payne, o en su defecto Tomlinson. Subo a la habitación tarareando una canción de cuyo nombre no me acuerdo, y me quito lo que llevo puesto para ponerme unos pantalones anchos y una camiseta corta para estar por casa. Me hago la cena y me tiro en el sofá para ver un capítulo viejo de 'Anatomía de Grey'.
Cuando ya he acabado y estoy sumergida en un transplante a vida o muerte de corazón, Kris llega. Oigo sus tacones por el pasillo, oigo como se los quita al pie de las escaleras y viene al salón.
-¡Holi, Farrell!- dice, dirigiéndose a la cocina.
-Hola, Jones.- digo, sin apartar la vista de la televisión. Minutos más tarde, mi mejor amiga vuelve con su cena y se sienta a mi lado.- ¿Qué tal tu tarde?
-He estado en casa de Payne jugando a Cards Against Humanity* [el enlace os llevará un vídeo de Youtube de PewDiePie, en el que si manejáis el inglés, entenderéis bastante bien de que va el juego.] ¡Ha sido genial!- ríe.
-Siempre he querido jugar a ese juego.- sonrío.- Si esta noche la discoteca se hace pesada, podemos venirnos aquí con el intento de punk rock, y jugamos.
-Es una idea genial... ¿qué te vas a poner para esta noche? ¿Tacones o planos?
-Yo creo que planos... la última vez casi se me mueren los pies.
Tras nuestra breve conversación, vemos otro capítulo de Anatomía de Grey, comentándolo a ratos. Recogemos los platos de la cena, y hacia las once empezamos el proceso de arreglarnos.
-¡Kris!- la llamo, desde el baño.- ¿Tienes algún mensaje de Lis?
Miro mi móvil, conectado a un enchufe del baño, buscando alguna llamada o WhatsApp de mi prima, pero nada.   Me meto en la ducha, y Kris entra al baño.
-En mi móvil no hay nada de Lis tampoco...- anuncia.
-Qué raro, no suele llegar tan tarde.- suspiro.
Me ducho, y le dejo la ducha a Kris. Me visto con: http://www.polyvore.com/11.are_you_hoping_for_miracle/set?id=104979170 y vuelvo al baño para rizarme el pelo. Ponemos música de ambiente, y nos maquillamos. Hacia las doce menos veinte y en un cambio de música, oímos la puerta principal cerrarse.
-¿Lis?- grito yo, para que se me oiga por encima de Empire State Of Mind. Oigo a alguien subir las escaleras y una sonriente Lis se asoma al baño.
-¿Hay sitio para una más?
-¿Pero tú sabes que hora es? ¡Nos pasan a recoger en veinte minutos!- la regaña Kris con una sonrisa y el pintalabios en una mano.- Qué habrás estado haciendo para llegar tan tarde...
Las mejillas sonrojadas de Lis nos lo dicen todo y desencadenan una tormenta de risas entre Kris y yo mientras ella se dirige cabizbaja al vestidor. 
Milagros aparte, a las doce menos dos minutos, las tres estamos arregladas y listas para salir en el salón. A las doce en punto, puntualmente, el timbre suena. Las tres salimos, y nos dirigimos a la furgoneta donde nos esperan Harry, Louis y Liam. Ocupo mi asiento al lado de Harry, que me dirige una mirada de arriba a abajo antes de besarme levemente.
-¿Cómo que "Boy London"?- dice, negando con la cabeza. Yo le miro raro, sin saber a dónde quiere llegar.- Tendría que ser "Boy Chesire."
Toda la furgoneta se queda en silencio, hasta que Louis niega con la cabeza.
-Harold, retírate. No eres bueno en esto, en serio. 
Todos estallamos en carcajadas, y el se cruza de brazos cual niño pequeño. Tengo que pegarme todo el viaje abrazándolo para que al final sonría cediendo y me pase un brazo por los hombros. 
-Yo soy Hangie Shipper.- oigo susurrar a Louis. Le miro riendo y el se encoge de hombros con una sonrisa. Harry le saca la lengua, y luego vuelve a mirarme a mi y a abrazarme. La furgoneta está en una calma preciosa. Kris tiene las piernas apoyadas en el regazo de Liam y la espalda en una de las puertas. Lis y Louis están riéndose en voz baja mientras él se empeña en darle besos por el cuello a ella, aún sabiendo que es el sitio del cuerpo dónde tiene más cosquillas. Harry y yo estamos abrazados, cada uno a nuestro rollo. Me limito a observar como va vestido, sonriendo. Alargo el dedo y le trazo algunos tatuajes del brazo con la yema y él ensancha aún más su sonrisa. 
La furgoneta frena, y salimos al bar dónde vamos a tomarnos una copa antes de ir a Fabric, a menos de una calle. Harry me desabrocha el cinturón y me coge en brazos mientras yo río.
-La última vez que lo comprobé, sabía andar.- río, sacándole la lengua.
-Cállate, Farrell. Estás más guapa.
Le muerdo el cuello mientras él ríe y cruza la calle cargándome. Louis abre la puerta y nos cede el paso. Todo el bar mira como Harry Styles carga a una persona riéndose que parece ser su novia, cruza el lugar y sube la escaleras hacia nuestro reservado. Enrojezco un poco, y Harry sigue burlándose de mi.
-Te voy a abandonar y voy a bailar toda la noche con Luke.- le amenazo. Él sonríe de una forma que hace que me estremezca.
-Hazlo y tendrá sus consecuencias.
-Oh, que miedo, Harold.- me burlo.
-Ríete mientras puedas.- susurra él, en mi oído. Sincroniza perfectamente el estar susurrándome cosas al oído que me harían temblar las piernas si estuviera de pie, y el subir las escaleras.- Tengo un par de esposas que me regaló Zayn de coña de una sex-shop. No creo que te haga mucha ilusión acabar atada...
Le miro con una ceja alzada y sin poder evitar morderme el labio.
-Te estás volviendo muy Grey, Harry. No me extrañaría que ahora me dijeras que te va lo del sadomasoquismo.- río, añadiéndole un toque de humor. Al llegar arriba, hago que me deje en el suelo y le susurro al oído- ¿Y quién te ha dicho que no me haga ilusión? 
Dicho esto, le muerdo suavemente el lóbulo del la oreja y me alejo hacia donde están todos los demás. Eso es claramente un Angie 1 - Harry 0. 
Zayn, Sam, Niall, Aria, Ashton, Luke, Michael, Calum, Liam, Kris, Louis y Lis están sentados en unos taburetes que rodean una mesa baja. La primera en verme llegar es Aria, que se lanza corriendo a mi encuentro con su precioso acento italiano.
-¡ANGIE!- chilla, abrazándome mientras yo río
-¡Hola, cielo!- sonrío, besándole las mejillas.- ¿Sabes ya la nota de selectividad?
-¡La nota justa para venirme a Londres a estudiar Medicina!- exclama, riendo.
-Eso suena como que vamos a tener que habilitar otra habitación en casa.- río, y ella me sonríe. Niall me abraza sonriente, y veo que lleva puesta una camiseta que le regalé yo.
-Bonito atuendo, rubito. 
-Lo sé...- dice él, apartándose una melena inexistente del hombro.
-Estás hecho toda una diva, Nialler.- río. Acto seguido saludo a Zayn con un abrazo y tiro a Sam encima de unos taburetes mientras ella ríe a carcajadas. 
Abrazo a los chicos de '5 Seconds Of Summer' y me siento entre Luke y Niall, mientras Harry me mira con una sonrisa divertida al otro lado de la mesa.
-¿Te has hecho un piercing en el labio?- pregunto a Luke, asombrada. Él ríe y asiente, girando la cabeza para que vea una pequeña bola negra debajo del labio inferior.- ¡Me encanta, Luke! 
-Es de hace menos de dos semanas, seguimos intentando parecer punk rock.- ríe a carcajadas.
-Bueno, el pelo de Mikey, Cal y tú vais por buen camino, pero Ash es demasiado adorable como para ser punk.- digo, riendo suavemente. Los dos observamos a Kris, entre Ash y Liam. Los tres ríen a carcajadas, conociéndolos, de cualquier chorrada.
-Y bien... ¿plan para esta noche?- pregunta Cal, tras pedir los cócteles, copas y demás.
-¡Nos vamos a Fabric!- chilla Louis, al que Lis tapa la boca riendo.
-¿Fabric?- pregunta Michael.
-Es la mejor discoteca de Londres. Buena música... estuvimos ahí en Nochevieja.- explico yo, sonriendo. Miro a Harry, que me está mirando también. Los dos tenemos buenos recuerdos de Nochevieja en Fabric. Y de la mañana siguiente. Después de un baño, si especificamos. 
Pasamos un buen rato tomando unos cócteles. Todos contamos alguna cosa divertida, y acabamos tirados por los taburetes mullidos riendo. Antes de irnos, Ashton tiene la idea del año. 
-Y si... ¿jugamos al escondite?
Todos lo miramos raro, pero al mirar a nuestro alrededor nos damos cuenta de que el reservado tiene un millón de escondrijos donde podemos meternos. Todos asentimos riendo, y tras echarlo a varias rondas de piedra, papel o tijera, le toca contar a Sam. Salimos corriendo mientras suena de fondo C'mon de Ke$ha. La mitad eligen los baños, y yo río. Que poco originales. Corro por el reservado que afortunadamente está vacío y agradezco haberme puesto Vans. Encuentro escondite tras una enorme planta que mide como dos veces yo. Tengo una buena vista de todo el reservado sin que me vean. Los primeros en ser pillados son Zayn y Harry, que están riéndose como dos imbéciles bajo un sofá. Sam va a los baños y saca de ahí a Aria, Cal y Lis. Mientras tanto, Zayn y Harry se han escapado y ahora están debajo de una mesa morada bastante vanguardista. Aria coge lo que quedaba del 'Sex On The Beach' de Niall y le da un trago, acabándoselo. Se sube a la mesa debajo de la cual están Zayn y Harry, y empieza a bailar como una loca. El panorama es bastante interesante. Mientras estoy riéndome en voz baja, alguien me agarra del brazo. Suelto un grito, pero Ashton me tapa la boca.
-¡Calla, que fastidias el mejor escondite! 
Le hago un sitio, y los dos vemos como Sam consigue después de casi quince minutos reunir a todos en los taburentes. Todos menos Ash y yo, que estamos ya con dolor de tripa de los quince minutos que llevamos riéndonos sin parar. Al final, montamos tal jaleo que Sam nos encuentra, pero tiene que acompañarme al baño a que arregle mis ojos llenos de rímel por todas partes. Harry me coge de la cintura y todos salimos del reservado, rumbo a Fabric. Por supuesto, los paparazzi nos siguen. Nos importa más bien poco, y seguimos caminando. En mi caso, voy cogida de la cadera de Harry, y él tiene los labios en mi oído, susurrándome. 
-¿Antes me lo has dicho en serio?
Jugar con Harry debería estar considerado uno de los mayores placeres de la vida.
-Explícate, Harry. No veo por dónde vas.
-Por supuesto que lo sabes, pero te encanta jugar conmigo, Farrell.
-Me conoces demasiado bien...- suspiro, en su oído y acto seguido río suavemente.
-Y tan bien...-ríe él, suavemente.- Sabes perfectamente que no te ataría ¿no? A no ser que tú me lo pidieras, claro.
Yo suelto una carcajada y me apoyo en el hombro de Harry. Todo el mundo pretende que Harry sea el mujeriego, el rollo de una noche, pero en el fondo es adorable. Sé con certeza que no me haría daño fisico, nunca. Ni aunque se lo propusiera podría hacérmelo. Lo de daño psicológico es ya otro asunto, porque sé que yo también le he hecho daño en ese aspecto. 
-Te quiero, imbécil.- suspiro, apoyada en su hombro. Él responde abrazándome con más fuerza por la cintura.
Llegamos a la entrada de atrás de Fabric, y Harry saluda al portero con una sonrisa y llamándolo por su nombre. A veces llego a pensar que mi novio conoce a cada portero de esta ciudad.
Entro riéndome por los movimientos que pretenden ser de baile de Calum. Cruzamos el reservado en forma de balcón por encima de la pista y vamos hasta la barra. 
-Los chicos pedís, las chicas bailamos.- zanja Aria. Encogiéndome de hombros, le pido a Harry mi vodka-naranja y me dirijo a la pista del reservado con las chicas. Suena a todo volumen Blurred Lines de Robin Thicke y yo me río a carcajadas. Kris y yo siempre estamos burlándonos de la canción y el vídeo. Pero como suele pasar, nos sabemos la canción de memoria. La cantamos bailando unas con otras, mientras esperamos nuestras bebidas. 
-The way you grabe me, must wanna get nasty, go ahead and get at me.- canta Luke, llegando y dándome mi bebida. Yo río y cojo el vodka con ganas, dándole un trago bastante generoso. Acabamos haciendo un círculo mientras suena una canción que no conozco, y cada uno sale al centro a hacer el ridículo un poco. Cuando esta acaba, hacemos cambio de pareja y me voy directa hacia Kris. Empieza a sonar Talk Dirty de Jason Derulo, y el espectáculo es ver a Niall bailando. Kris me abandona por Liam, y yo me voy a bailar con Michael, que tiene unos movimientos de baile muy cultivados, si sabéis apreciar la ironía, y me hace reír a carcajadas. Veo por el rabillo del ojo a Zarry hacer gala de sus mundialmente famosos movimientos de baile dignos de bromance. Lis anda por ahi, en brazos de Louis, que la hace reír a carcajadas. Me giro, dejando a Michael con Sam, y voy hacia Harry, que canta a gritos mirándome a los ojos:
-Been around the world, don't speak the language, but your booty don't need explaining. 
Yo contesto riendo, con el vaso en la mano y la otra en el hombro de Harry.
-All I really need to understand is when you talk dirty to me. 
Y luego, a pesar de mi torpeza bailando, y mi poco equilibrio que es peor por el alcohol, empiezo a mover las caderas bajando poco a poco, quedándome casi en el suelo. Una vez ahí, intento pasarme de lista y acabarme el vaso de vodka, con lo que consigo caerme al suelo de espaldas. Eso si, el vodka me lo acabo. Oigo las carcajadas de Harry, que me ayuda a ponerme de pie.
-Que rápido te sube a ti el alcohol, ¿no?- se burla, limpiándome la espalda.
-¡No estoy borracha!- protesto. Noto las manos de Harry en mis riñones, limpiándome y me separo para limpiarme yo lo demás.- Estoy lo suficientemente sobria como para no dejar que te aproveches de mi, Styles. 
-Una pena, pequeña.- dice él, riendo y besándome la frente. Yo subo la cabeza y le doy un beso en los labios, cuando como no, llega Niall para separarnos y hacernos volver con el grupo. Esta vez, en la labor de cortar el rollo le acompaña Calum, que parece encantado. 
Tras varias canciones más y un descanso de por medio, vuelvo a la pista, dónde Kris y Lis fangirlean como dos locas mientras acaba Gorilla de Bruno Mars. Harry, Zayn y Liam nos han abandonado ya, y están en un sofá charlando a gritos y bebiendo algo que no distingo desde dónde estoy.
Empieza a sonar I Need Your Love de Calvin Harris y Ellie Goulding, y yo ahí ya me pierdo. Música alta, varias rondas de chupitos y llego a un punto que no sé si estoy bailando en el suelo, pegada a una pared, haciendo el pino o tumbada en el suelo. Ashton y yo nos abrazamos llorando por All The Little Lights de Passenger. Luego bailo con quien parece ser Aria, que está igual de perjudicada de yo, o peor. Veo a Lis llorando en brazos de Louis porque Mikey se ha ido al baño. Me acerco a ellos, llorando también. Creo que Louis es el único que está "sobrio" de los tres. Y digo "sobrio" porque le he visto tomarse por lo menos tres chupitos de no-sé-qué.
-¿Y Mikeyyyyyy?- chilla Lis, desconsolada.
-Ya te lo he dicho, en el baño.- responde Louis, en un ataque de risa.
Yo miro a mi alrededor, buscando a algo o a alguien. ¿Quién...?
-¡Harryyyyyyy!- chillo yo, alargando la 'y'.
 -¿Qué?- pregunta Lis, mirándome desde el regazo de Louis. Tiene los ojos cual panda, rodeados de rímel.
-¿Dónde... dónde está mi novio?
En ese momento, un dèja-vu me transporta a la noche de los VMA's, cuando Justin me engañó con Palvin. Misma situación. Casi las mismas personas. Se me corta la respiración, y retrocedo tapándome la boca, lista para salir corriendo hacia cualquier sitio. Habría salido corriendo si no fuera porque mis piernas y el alcohol no se llevan bien, así que simplemente ignoran la orden que les envía mi cerebro, y pasan de moverse rápido para correr. Solo siguen retrocediendo hacia atrás, y me choco con alguien, tirándolo al suelo, y cayéndome encima.
Eso incrementa mis ansiedad sin que pueda pararlo. Es entonces cuando la persona que he utilizado de cojín se incorpora, de tal forma que mi espalda está apoyada en su pecho y sus brazos me rodean. 
-¿Angie?- oigo la voz de Harry, pero me suena lejana.- ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?
Muchas preguntas, lo que significa que Harry está bastante sobrio.
-Creía... que Justin... y tú... baño... engañándome.- formulo la frase de tal forma que Harry ríe en mi oído apretándome más a su pecho.
-Entiendo.- susurra, besándome la mejilla.- Pero tal como lo has dicho, parece que hayas pensado que te estaba engañando con Bieber en el baño. 
-¿Qué? Yo no...- proceso las palabras y esto hace que empiece a reírme a carcajadas, olvidándome de por qué lloraba hace veinte segundos. Ventajas de estar borracha, supongo. En ese momento, llega Kris y me levanta del suelo, casi haciendo que perdamos el equilibrio ambas. Otra que está bastante perjudicada. Harry se levanta por si solo por detrás de mi.
-¡Vamos a bailar, Farrell!- chilla, sonriendo.- ¡Vivan los bromances lésbicos!
Yo río a carcajadas (hay que imaginarse la risa de borracha) pero niego con la cabeza.
-Noooooo.- digo, alargando la "o"- Voy a quedarme bailando con el hombre de mi vida... que es Harry... yo te quiero... ¡luego hablamos!
Tras liarme yo sola, cojo a Harry del brazo y me lo llevo a la pista, para bailar con él. Le robo un vaso de lo que parece vodka negro a Calum (el cual tiene un bigote negro por la bebida que da un aire de alcohólico interesante) pero Harry me lo quita y se lo devuelve.
-Nada de alcohol por un rato, Angie.- dice, moviéndose con la música.- Cuando te baje un poco veremos.
Refunfuño algo, pero él me calla con un beso.
[...]
Son casi las cuatro de la mañana, y estamos ya hartos de lo que nos retumban los oídos por la música de Fabric, así que decidimos irnos a casa de los chicos, más grande y así Cal, Luke, Mikey y Ash se pueden quedar con nosotros. Los mencionados van acompañados, además. Mikey tiene una chica con el pelo azul a su lado, y Luke se está literalmente "comiendo los morros" con otra chica a la que no le veo la cara. 
Entramos en la furgoneta, en la que tenemos que sentarnos uno encima del otro para caber todos. Niall, que está bastante borracho como es costumbre, empieza a cantar en voz alta Rock Me, y por lo tanto, hacemos una versión borracha de la canción. Yo la grabo con el móvil, porque a pesar de que mi grado de perjudicación es bastante alto también, sé que esto mañana valdrá oro. 
La furgoneta nos deja en casa de los chicos, y yo me subo a lo koala encima de Harry porque empiezo a imaginarme que no sé andar, y como ya sabemos como son las cosas con el alcohol, me empeño en que no sé andar. Aria y Niall van en cabeza, y ella le está enseñando canciones en italiano. Niall las canta con un acento irlandés-italiano interesante. Mikey y Luke se han cambiado las chicas y los cuatro van dando saltitos. Kris y Liam están perdidos por el final de la fila, y solo se oyen carcajadas por su parte. Zayn, Louis, Sam y Lis van haciendo eses de un lado a otro de la calle. Lo gracioso ahora sería que aparecieran los paparazzi. 
Conseguimos entrar todos en casa de los chicos, sin heridas y sin ninguna muerte. Todos nos sentamos en los sofás, y Liam saca del armario Cards Against Humanity, y empezamos a jugar. 
Es el último recuerdo que tengo de la noche.

-Narrador-
Harry abre los ojos, pero vuelve a cerrarlos inmediatamente por el dolor de cabeza que empieza a notar. Maldita resaca, y malditas fiestas. Suelta un gruñido, y oye un ruido cerca de él. Una especie de murmuro. Gira la cabeza y ve a una muy dormida Angie abrazada a su pecho. Deja escapar una sonrisa mientras la mira. Si no fuera por el dolor de cabeza, se quedaría en ese momento para siempre. Mientras se estira un poco y mira la hora, casi mediodía, intenta recordar que pasó anoche.
Jugaron al escondite en ese bar, luego estuvieron en Fabric, volvieron a casa borrachos y jugaron a Cards Against Humanity. Y luego Angie y él se fueron a la habitación. Frunce las cejas, pensativo. Solo la recuerda a ella, riéndose mientras le daba besos por el abdomen. Y sus recuerdos no dan a más. ¡Malditas lagunas por el alcohol! gruñe, en su cabeza. No recuerda nada de lo que hicieron, ni un reflejo, ni un sonido, ni un roce. Nada. 
Harry gira la cabeza hacia el escritorio, otra vez. Una preocupación empieza a formarse en su cabeza. Como una mosca zumbándole en el oído. Molesta. ¿Real, o no? 
Recuerda perfectamente que dejó un preservativo encima de la mesilla antes de irse, por si acaso él y Angie lo necesitaban por la noche. Mientras gira la cabeza, reza porque el envoltorio esté vacío, o no esté.
Mierda.
Está ahí, intacto. 
Está ochenta por ciento seguro de que ayer se acostó con ella, sin preservativo.
Mierda, otra vez.


TACHÁAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN. Prometí un drama final y... ¿será este el drama final? CHÁNCHÁNCHÁAAAAAAN, lo sabremos en el siguiente capítulo. O quizás no... ¿quién sabe? JAJAJAJAJAJAJ no em matéis, cielos. No se va a morir nadie, tranquilas ¿o quizáYA ME CALLO. Me voy a poner ya con el 70, a ver si puedo subirlo prontito, y en el puente intentaré subir también. 
¡Muchísimas gracias por leer, os adoro! <3