17.11.13

And she will be loved, chapter 68.




-Angie-
Varios días más tarde...

Es una típica tarde de verano en la que nadie ha propuesto ningún plan, y estoy en casa, aburrida. Harry no da señales de vida ya que está en una entrevista para anunciar la pausa que se va a tomar One Direction durante el verano. Ha sido un año largo, con imprevistos y muchos problemas. Y una gira de por medio.
Estoy tumbada en la cama, aún en pijama a pesar de que son ya las tres. Mi entretenimiento principal consiste en mirar el techo como si se me fuera la vida en ello. Tampoco hay ganas de moverme, así que en principio esto es lo que voy a hacer toda la tarde.
Por lo visto, mi móvil no tiene los mismos planes para mi.
'Don't Stop Believin' en versión de Glee empieza a sonar a todo volumen en mi móvil. Suelto un gemido y me arrastro por la cama hasta estirarme hacia el escritorio para coger el maldito móvil. Asquerosa tecnología.
Todo mi mal genio se disipa cuando veo que la que me llama es mi madre. Descuelgo rápidamente, preocupada de que algo malo haya podido pasar. Hablamos hace menos de dos días por skype, y todo pareía estar bien. Entonces... ¿por qué me llama?
-¿Mamá? ¿Está todo bien? 
-¿Por qué algo iba a estar mal?- oigo su voz algo distorsionada, pero puedo detectar una felicidad creciente por su parte. No entiendo nada.
-Y entonces... ¿qué pasa?
-¿No puedo llamar a mi hija?- dice, haciéndose la ofendida.
-Claro que puedes, mamá.- me siento en la cama y me aparto el pelo de la frente.- Pero me ha extrañado, normalmente hablamos por skype. Y te estás gastando una millonada con esta llamada.
-No importa, Angie.- dice, con voz cantarina.
-Mamá, me estás preocupando.
-¡Tengo una noticia tan buena, cielo!- dice. Parece que haya estado conteniéndose toda la conversación.- Creo que... que hace mucho tiempo que no era tan feliz.
-Bueno, ¿y a qué esperas para contarme de qué se trata?- sonrío.
-Terry  me ha pedido matrimonio.- mi madre suelta la bomba como si nada. Yo me quedo sin aliento. ¿Cómo debo reaccionar? ¿Debo alegrarme por mi madre y por Usher (Terry es Usher para quien no se acuerde) o debería sentirme molesta? 
-Mamá... eso es...- cojo aire, sonriendo.- ¡Eso es una noticia increíble! 
-¿Te... no... quiero decir... no te vas a enfadar?
-¿Enfadarme? ¿Por qué?
-Porque soy tu madre, y papá...- noto como coge aire. Esa herida nunca terminará de sanar.- y Colin... murió y no sé, en las películas las hijas siempre se enfadan por esto.
Suelto una carcajada, y me dan unas ganas increíbles de abrazarla.
-Ésto no es una película, mamá. Me alegro muchísimo por Ush... Terry y por ti. Por que ¿le habrás dicho que si, no? 
-Claro que le he dicho que si.- dice, riendo.
-Y... ¿cuándo será la boda?
-Hemos pensado que en Septiembre. ¿Qué te parece?
-Me parece que lo que os parezca a vosotros bien, será perfecto.- sonrío.
-Empieza a buscar vestido ya, porque conociéndote vas a tardar lo tuyo.- se burla, y yo río.
-Te quiero mucho, mamá.- suspiro, maldiciendo el océano que me separa ahora mismo de mi madre.- Y me alegro muchísimo por ti.
-Yo también te quiero, mi niña.- suspira ella.- Hay... hay solo un problema con la boda.
-Ay Dios...- suspiro.- ¿Qué pasa?
-Terry va a invitar a Justin a la boda.- dice, seria.- Sé lo qué él te hizo, así que si quieres que interceda para que no lo invite, solo pídemelo.
Mi cabeza empieza a pensar con rapidez, y decido rápido.
-Quiero que vaya. Quiero ir con Harry, quiero que nos vea, y quiero que vea que lo he superado.- digo, firme.
-¿Estás segura, Angela?
-Estoy segura, mamá.- digo, y luego sonrío.- Y cuelga de una vez, que la factura te va a salir por un ojo de la cara.
-Bueno...- noto como sonríe.- Te quiero mucho, cariño. Hablaremos por skype ¿vale?
-Te quiero, ¡adiós!
El teléfono hace el sonido de que mi madre ha colgado, y al separarme de él veo que tengo un WhatsApp reciente, de hace menos de dos minutos.

H: Eh, preciosa. Entrevista terminada. ¿Te apetece hacer algo, o te vas a quedar en casa cual ser autista? 
Suelto una carcajada. Harry es definitivamente imbécil. Le contesto con rapidez.
A: Al habla el ser autista. Me apetece hacer algo, pero preferiría que no fueras imbécil.
Recibo la respuesta pocos segundos después.
H: Pero si amas, siendo imbécil o no.
A: Y además de imbécil un poquito prepotente.
H: Repito, pero me quieres.
A: Ya, bueno. Es uno de mis defectos.
H: Uno de mis favoritos por cierto. ¿Qué te parece venirte a mi casa, y luego salimos por la noche con los chicos y con los aussies?
A: ¿Están aquí el intento de punk rock? JAJAJAJAJAJAJAJAJA
H: JAJAJAJAJAJAJJA Llegaron hace varios días, si. 
A: En un rato me paso por tu casa. Ponlo todo presentable, anda.
H: Sí, mamá.

Me río de nuevo. Debo tener el novio más imbécil del mundo, pero también el mejor. Salgo de la cama de un salto, y me visto [http://www.polyvore.com/youll_be_mine_ill_yours/set?id=87815396] Kris y Lis siguen vagueando en el salón, y se incorporan cuando me ven bajar.
-¿A dónde vas?- me pregunta Kris.
-He quedado con Harry, la entrevista ha acabado ya.
-¿En serio? ¡Maldito Tomlinson, voy a llamarle!- dice Lis, indignándose. Solo le hace falta sacar el móvil para que éste empiece a sonar.- Anda, hablando del rey de Roma, aquí tengo un WhatsApp suyo. 
-Han llegado los aussies, creo que salimos esta noche.- anuncio, buscando mis llaves.
-¿ESTÁ ASH EN LONDRES?- chilla Kris.
-Sí, y Luke, y Mikey, y Calum- río a carcajadas, encontrando al fin las llaves.
-Bueno sí, están los cuatro ¡PERO ESTÁ ASH!- chilla Kris, de nuevo.
-Voy a grabarte y se lo voy a mandar a Liam...- digo, riendo.
-Eres imbécil- dice, sacándome la lengua.- Liam es mi novio, pero Ash es mi mejor amigo y hace mil años que no lo veo.
Me acerco a Kris y le beso la mejilla sonriendo.
-Te veo esta noche, o igual antes. Supongo que me pasaré a ponerme algo más arreglado para salir.
-Pásatelo bien en casa del ricitos.- me dice, y cuando estoy en la puerta la oigo chillar.- ¡Espero que tenga condones, porque los que tenías en ese bolso te los quité yo!-
Estoy tentada de volver a entrar y matarla. Me río sola mientras camino hacia la parada del metro. Así es mi mejor amiga, y no la cambiaría por nada del mundo. Bajo las escaleras, cruzándome con demasiada gente por el camino. Cojo mi metro, y me pongo los cascos. Me habría sido más fácil coger un taxi, tengo que bajarme una parada antes de la que está medianamente cerca de la casa de Harry. Fue lo que acordamos con Paul para que no me siga ninguna fan y sepa donde vive Harry. Lo veo una estupidez, ya que acabarán enterándose si no lo saben ya. Pero era eso, o quedar en un hotel distinto cada vez que quisiéramos vernos. 
Espero la parada apoyada en una barandilla, cuando me percato de que una chica en frente me mira con los ojos muy abiertos. No sé que me da que es una fan. Y creo que sabe quién soy. Más me valdría bajar dos paradas antes, ¿y si me sigue? 
Siguiendo lo que me pidió Paul, me bajo una parada antes de la parada en la que debería bajarme para que fuera una antes de la de Harry. Vamos, dos paradas antes que la de Harry. En el fondo, me da muchísima pena hacer esto. Privo a una fan de conocer a sus ídolos, pero no puedo arriesgarme a llevarla y que lo publique por Twitter. 
Camino con paciencia, estoy a casi media hora andando del maldito apartamento de Harry. Me acompañan en mis auriculares los Beatles, luego Ed, más tarde Ellie Goulding, y cuando estoy doblando la esquina para llegar al bloque, suena Maroon 5.
Acelero los últimos metros, las ganas de ver a Harry me carcomen lentamente. Y eso que lo vi hace menos de tres días. Llamo al timbre.
-¿Quién es?
-¿Quién narices crees que puedo ser?- digo, riendo.
-¿Qué quieres que pregunte la siguiente vez, lista?- contraataca él.
-Cállate y ábreme la puerta.
-No tienes ideas. Acabo de dejarte mal.- canturrea, riendo.
-¿Quieres abrirme ya?- digo, riendo.
Se oye el 'clic' de que se ha abierto la puerta y la empujo guiñándole un ojo a la cámara del timbre. Subo en ascensor, ya he hecho demasiado ejercicio para un día, y Harry vive en un séptimo.
En cuanto la puerta del ascensor se abre, unos brazos fuertes me cogen de la cintura, sacándome a la fuerza del ascensor. Cierro los ojos riendo, y cuando los abro, estoy dentro del apartamento de Harry, con él mirándome con una sonrisa.
-Hola, imbécil.- le saludo, empujándole ligeramente y dejándolo apoyado sobre la puerta.
-Hola, preciosa.- saluda él, atrayéndome un poco más cerca.
Le beso sin poder dejar de sonreír. Cuando hablaba de reconstruir mi relación con Harry, era esto a lo que me refería. Esa ilusión que siento al verlo después de algunos días sin estar con él, no tiene precio. Soy demasiado joven para atarme a él, para irnos a vivir juntos y verlo todos los días. Prefiero verlo de vez en cuando. Dormir juntos, salir, pasear. Ilusionarme. Tengo todo el tiempo del mundo a su lado para poder vivir con él, discutir sobre la rutina y que me agobie.
Me coge de la mano y me lleva hasta la cocina. Ha preparado un cuenco repleto de fresas y dos vasos con algo que parece batido de chocolate casero. Lo pone todo en una bandeja, y la coge.
-Sígueme, anda.
Le obedezco, y subimos unas escaleras estrechas hasta la azotea. Es la ventaja de tener un ático, tiene media azotea. La otra mitad es del otro ático, pero están perfectamente separadas con una valla llena de plantas y flores, así que es totalmente imposible ver que pasa al otro lado.
La azotea de Harry recuerda a un pequeño hueco secreto, alejado del mundo. Me recuerda a la azotea de Nueva York, el día de la 'Unforgettable Suite.' Todo ha cambiado desde entonces, menos lo que siento por el chico de pelo rizado que acaba de dejar la bandeja en el suelo y se ha sentado esperándome. Me siento en su regazo y él sonríe.
-¿Te he dicho ya que estás preciosa?- pregunta, cogiendo una fresa con el brazo libre. El otro me sujeta la espalda. Yo dejo escapar una sonrisa y le beso la comisura de los labios.
-¿Te he dicho ya que te quiero a pesar de que seas imbécil y me hayas llamado ser autista?- le digo. Él deja escapar una carcajada y muerde la fresa. Yo también cojo una, y como veo que está mojada, la paso porsu mejilla antes de comérmela. Él se queda mirado el cuello de mi camisa, y yo le miro, riendo.
-Harry... ¿puedes dejar de mirarme el escote?
-No te miro el escote.- dice él, sacándome la lengua. Yo arqueo las cejas y él ríe.- En realidad un poco, pero pensaba lo bien que te quedaría algo mío en el cuello. 
-¿Vas a hacerme un chupetón?- me burlo.
-¿Tú piensas en algo más a lo largo del día?- se burla él.
-Hablo aquí el señorito que no está salido ni nada.
Él deja escapar una carcajada y se lleva las manos a la nuca. Oigo un sonido metálico, y veo como lleva una fina cadena entre las manos. Le miro extrañada, ¿qué es eso?
Lo siguiente que noto es el frío metal rodeándome el cuello y a Harry maniobrando para atármelo. Me besa la nunca después, y miro qué me ha puesto. Sonrío. Es su colgante del avión de papel de plata. Lo lleva desde que le conocí.
-Gracias...- sonrío, acariciando el avión con la mano. 
-Es para que tengas algo mío.- sonríe él.
-Yo no tengo nada que darte...- digo, mirándome las muñecas en busca de alguna pulsera.
-Me basta con tenerte a ti, Angie.
Me besa de nuevo. Sabe a fresas, y a ganas de comerme a besos. 
Siento que el capítulo sea tan corto, pero estoy ya hasta las narices de subir cachitos de capítulos, really. Espero que me entendáis, estoy de exámenes y todo eso. Pero intentaré subir el siguiente capítulo lo antes que pueda, ¿el finde que viene, quizás? ¡Infinitas gracias por leer, cielos! Ya sabéis que estoy por twt para lo que queráis, en @sheeranftzarry

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