23.7.13

And she will be loved, chapter 57.


-Angie-

Son las cuatro de la mañana, pero ambos hemos pensado que es una hora más o menos discreta para visitar un sitio que yo personalmente, tengo muchas ganas de ver. Aún así, Justin se ha escondido tras un gorro caído hacia atrás, unas gafas de sol (a pesar de que es de madrugada) y una sudadera discreta, sin logos ni marcas, que tapa sus numerosos tatuajes. 
Caminamos de la mano por la West 44th Street, ambos con una sonrisa. Yo tiro de él como tiraba de mi madre hacia el trineo de Papá Noel todas las Navidades cuando era pequeña. Él va lento a posta, para hacerme rabiar.
-Acelera, ¡quiero llegar ya!- protesto, cuando él se para a mirarse en un retrovisor. Clavo los pies en el suelo y tiro de su brazo de tal forma que casi acabo en el suelo. Menos mal que me coge antes de hacerlo.
-Cielo, lleva ahí mucho tiempo... ¡no va a moverse!- ríe, agarrándome de la cintura y cogiendo un paso más normal que antes. Aún así, sigo tirando de él, hasta el punto de que cuando veo la primera luz, salgo corriendo dejándolo atrás. Oigo sus risas, pero ya me da igual.
Me paro en mitad de la acera, maravillada. Me tapo la boca con la mano, de la emoción que empiezo a sentir. Estoy, estamos en Times Square. La famosa Times Square. Con su millones de luces, sus pantallas de colores y a pesar de la hora, mucha gente andando de un lado a otro. Ahí parada, en frente del corazón de Manhattan, e siento más pequeñita que nunca. Aunque parezca raro, me siento como Ed cantando 'The City'
 The city never sleeps, I hear the people walk by when it's late.
-¿Qué?- pregunta Justin, abrazándome por detrás mientras yo sigo en estado vegetal, con la boca abierta y los ojos como platos.- ¿Es como te lo esperabas?
-Es... es... es... no sé cómo es.- murmuro, mirando a todas partes. Él ríe ante mi calificativo o la falta de él. Me muerde la oreja, provocándome una descarga eléctrica que me devuelve a la realidad. Me recuerda que de verdad estoy en Times Square, y que la última vez no estuve. La última vez... cuando estuve con Harry. En la Unforgettable Suite. Aunque Justin está detrás de mi, el sentimiento de seguridad que me transmite normalmente se desvanece, dando paso a un vacío en el estómago. Me pican los ojos, creo que de las lágrimas. Lo único que sé preguntarme es: ¿Cuándo voy a olvidarlo? ¿Cuándo voy a dejar de sentir que necesito desesperadamente a Harry Styles?
Justin decide que es hora de volver al hotel, mientras yo sigo comiéndome la cabeza. Él parece notarlo, como siempre, y se encarga de distraerme hablando de qué haremos en Nueva York. Aún así, Harry sigue ahí, en su huequito en mi cabeza. Cuando llegamos al hotel y nos dormimos, Nueva York "la ciudad que nunca duerme", empieza a despertarse.

Al día siguiente. 
Me despierto de buen humor, a pesar de mis pensamientos sobre Harry anoche. Tengo que superarlo ya, Justin es el presente (y quizás el futuro. A mi no me importaría) y Harry es el pasado. 
Me giro esperando encontrarme a Justin a mi lado, con su pelo de por la mañana y su sonrisa serena al dormir, pero me sorprende darme cuenta de que no está. Mientras espero a que vuelva me levanto con pereza y me ducho. Intento relajarme bajo el hidromasaje, pero nada. Mi cabeza va como siempre por libre, y hay veces en la que no puedo controlarla. Después, me pongo crea para intenta distraerme, pero nada. Podría echarme los cincuenta botes diarios que se echa mi madre, que mi cabeza seguiría yendo a lo suyo. 
Me visto y me seco el pelo. Ahora solo me falta mi novio y un café (y sacar a Harry de mi cabeza) y estaré lista para un día en la Gran Manzana.
En ese momento, se oye la puerta de la habitación, y yo salgo trotando para encontrarme con Justin. Le recibo con un beso y una sonrisa. Al separarnos, me abraza a él y esconde una sonrisa. 
-Buenos días, preciosa. ¿Estás lista?
-¿Para qué exactamente?
-Además de para pasar un día en Nueva York con tu novio, el guapísimo Justin Bieber- dice, riéndose él solo de su "gracia"- Para ir de compras, tonta. Mañana son los VMAs ¿recuerdas?
Como para no acordarme. Tengo tantas ganas de que sea mañana que ni siquiera lo encuentro normal. LE cojo la mano, y salimos a dar una vuelta por lo mejor de las tiendas de Nueva York.
Nos pasamos la mañana y parte del mediodía de tienda en tienda, viendo todo tipo de vestidos, desde estrambóticos hasta sencillos y con pompones. Recorremos las mejores tiendas de marcas de las que ni siquiera había oído hablar. Y eso que a mi madre le encanta lo de las marcas pijas. Yo me conformo con cualquier cosas, pero lo mejor en mi opinión es la moda española. Justin me ofrece vestidos de cifras astronómicas, y que casi me hacen salir corriendo. De los zapatos ni hablemos, porque casi son más caros que los vestidos en general. A ver, ¿para qué quiero yo unos Jimmy Choo o unos zapatos de Chanel? Con lo bien que iba yo con mis zapatos de tacón de los grandes almacenes... A Justin le hace muchísima gracia que le pregunte (con cara de estar flipando) si de verdad la gente paga eso por unos zapatos. Lo mejor es que él mismo tiene una colección de Supras que valdrá mis dos riñones y mitad de uno suyo. 
Tras muchas tiendas, muchos zapatos, muchos paparazzi, muchos tejidos y muchas dependientas sonrientes que no se si quieren ligarse a mi novio o sacarnos toda la pasta, acabamos escondidos en una zona boscosa de Central Park. Estamos cerca del sitio dónde se recuerda a John Lennon, Strawberry Fields. Localizamos unos carritos de comida, y voy de enviada especial a por dos perritos calientes, patatas y unos refrescos. Estamos, casi sin haberlo preparado, improvisando un picnic en Central Park.
-Me encanta el vestido que me has comprado.- suspiro, cuando me acabo el perrito. Miro la bolsa dónde se esconde el vestido que llevaré mañana. Dentro de lo que cabe, y el rango de precios, era bastante barato.- Creo que me he enamorado de los zapatos...
Él suelta una carcajada mientras yo miro la bolsa de los zapatos. Esos sí que eran caros, pero eran tan bonitos... 
-¿Debería estar celoso?- pregunta, mirándome con una sonrisilla.
-Quizás...
En menos de cinco segundos, estoy acorralada en el árbol dónde estaba apoyada, con Justin a un suspiro de mi. Tiene un brillo en los ojos que le oscurece el dorado haciéndolo casi color café.
-Esa no es una buena respuesta...-murmura. Yo contengo un jadeo cuando noto su mano en mi estómago. Ha sorteado sin mi permiso la barrera que era mi camiseta. Aún así, no pienso darle lo que quiero. Estoy bastante por encima de él tentándome.
-Estamos en un parque público ¿recuerdas?
Él gruñe algo incomprensible, mientras se acerca más a mi.
-Cállate, anda.
-No creo que eso sea posible.- murmuro, mordazmente, a pesar de que hasta él debe estar escuchando como late de rápido mi corazón.
-¿Necesitas que te calle yo o cómo va esto?- ríe, acariciándome por debajo del ombligo. Sonrío, y eso me delata. Ni siquiera me da la opción de hablar o replicarle otra vez. Me besa, y es otro de esos besos tan suyos: alocados, cuesta abajo. Ninguno sabe como se para, cuándo vamos a parar, o cuanto tiempo pasa. Me pierdo tanto en él que casi no veo el flash que hace que nos separemos. No sé cómo hace para soportar a los paparazzi, porque yo desde luego les rompería las réflex en la cabeza y me quedaría tan feliz. 
Corremos por Central Park, sin parar ni un momento, hasta que Justin abre la puerta trasera de lo que parece una tienda y me empuja dentro, dejando a los paparazzi fuera. Jadeo apoyándome en la pared, intentando recuperar el aliento. Acabo de quemar todas las calorías del perrito caliente. Espero que eso sea bueno.
-¿Dónde estamos?- pregunto, aún entre algún jadeo. Camino a oscuras tras él, esperando que no haya ratas ni cosas de esas que pasan en las películas. Él abre una puerta, y veo una lámpara de araña colgando del techo. 
-Bienvenida a Victoria's Secret, una de las tiendas más famosas de lencería.- susurra, en mi oído.- Es la última parte de tu vestuario para mañana. Voy a regalarte toda la tienda si hace falta, pero sólo con una condición.
-¿Cuál?
-En realidad serán dos.- dice, cuando entramos y veo el espectáculo de sujetadores, bragas, tangas y demás parafernalia.- No te compro sujetadores carne porque son de vieja.
-Está bien.- digo, conteniendo la risa.
-Y la otra condición es... que entro contigo al probador.
Le pego en el hombro mientras avanzo hacia dentro de la tienda, solamente con las dependientas y no-sé-cuántos tipos de lencería. Así pasamos lo que nos queda de tarde, en una de las tiendas de Victoria's Secret de Nueva York.

-Narrador-
El día anterior, en Londres.
-¡Kris!- exclama Lis, desde el piso de abajo.- ¡Tu blusa ya está seca!
-¡Tírala hacia arriba!- exclama de vuelta la aludida, simplemente con la ropa interior. Recibe la blusa y la coge al vuelo, para ponérsela de camino al vestidor. Elige unos pantalones y unos zapatos, y mete las útimas cosas en la maleta. La cierra sin mucho problema, y sin tener que sentarse encima. La deja en su cuarto, y se mira al espejo del vestidor. Hace unos días se aclaró las puntas, y la verdad es que se vé bastante bien. Necesitaba un cambio antes de los VMAs, y además le hace muchísima ilusión saber la opinión de Angie. Suspira al acordarse de su amiga, y mira la puerta de su habitación, cerrada. ¿Volverá algún día a vivir con ella? Se encamina hacia ella y abre la puerta, mirando la antigua habitación de Angie. Las fotos, sus cuadernos en los que escribía historias, su colección de bolígrafos... En el corcho de enfrente de la cama está la carta que Harry le escribió al empezar la gira. También está la letra de Little Things, y una foto hecha con el iPhone y retocada con el Instagram de Harry y Angie en una puerta en la que se lee "Unforgettable Suite." Angie le habló de eso una vez. El recuerdo hace suspirar a Kris otra vez. Sabe que lo mejor para Angie es Harry, pero por lo visto, su mejor amiga no lo ve.
-¿Kris?- la llama Lis. Ella sale de la habitación, entrando en el vestidor. Va en ropa de estar por casa, ya que no va a los VMAs por chorradas del management. No es la pareja oficial de ninguno de los chicos, así que no está invitada. - ¿Lo tienes todo? Los chicos están al llegar...
Dicho y hecho. Suena el timbre y ambas bajan las escaleras para recibir a los chicos. Los cinco entran, y saludan a las dos. Liam se acerca a Kris y le da un beso a modo de saludo. Louis por su parte le dirige una sonrisa (que derretiría a cualquiera, incluyendo a Lis) a Lis y luego la abraza. Han quedado varios días, y en el fandom empiezan a surgir rumores de que están juntos. Pero ellos aún no han dado ese paso. Paso, que ya dieron Aria y Niall. El rubio está mirando el móvil hablando con su chica por WhatsApp, diciéndole lo mucho que la echa de menos. Zayn, que ya estaba harto de echar de menos, lleva una sonrisa que no se la quita nadie. El management le deja llevar a Sam a los premios para "presentarla" como pareja oficial. Tiene muchísimas ganas de verla. 
El único de los chicos que no parece totalmente feliz es Harry. Sabe que le falta algo, algo que todos los demás tienen y él perdió. Pero va a recuperarlo y lo tiene claro. Tiene algo que anunciar.
-Tengo que deciros algo.
Todos se giran mientras él toma asiento en una butaca. Los demás no tardan en imitarlo, mirándose entre ellos. Intuyen que Harry está cansado de esperar a alguien que parece no llegar nunca, porque otra persona se lo impide. La echa de menos, a la chica que le robaba el sueño. La de las sonrisas radiantes, la chica de los besos sin fin aparente. Harry echa de menos a Angie. 
-Dinos, Harry.- dice Lis, con cara de preocupación entre Louis y Niall. 
-No vamos a cantar lo que teníamos planeado en los VMAs.- dice Harry.- Es un favor que tengo que pediros.-
Tiene una expresión impenetrable, y los brazos apoyados en las rodillas.
-Pero tío, ya sabes como son los del management...- dice Liam, justo al lado de Kris.
-Yo asumo toda la responsabilidad. Si cae bronca, es mi culpa.
-Eso es discutible, Harry. Sabes que te apoyamos en todo, pero ¿qué cantaremos?- dice Zayn.
-Había pensado...- dice, suspirando con algo de timidez.- More Than This.
Todos los demás se quedan en silencio, asumiendo lo que Harry propone. La única que se atreve a interrumpir, es Kris.
-Es... es para Angie ¿verdad?- pregunta, con la voz a punto de romperse de la emoción.- Oh, Harry...
Se arrodilla ante él para ponerse de rodillas y abrazarlo. Harry la corresponde, y se esconde en el pelo de ella. Ambos se separan con los ojos rojos, y él susurra, con la voz temblorosa:
-Sólo me queda la música. Si no se lo digo así, ya no voy a poder decírselo...
Los cuatro chicos y Lis se levantan, rodeando a Harry. Lis y Kris están emocionadas, casi llorando (HANGIE SHIPPERS AL PODER!!!!!!!1111!!!!!ok.) 
-Tío, ella no va a poder negarse. La conozco, y sé que no va a poder.- dice Niall, poniéndole un brazo sobre el hombro. Louis abraza a Harry para consolarlo, y luego dejan a Lis para salir rumbo al aeropuerto para ir a Nueva York, dónde se decidirá todo.

Agradecimiento especial a mi querido padre por dejarme su maravilloso MacBook Air, que por cierto es una pasada, y sin el cual este capítulo no estaría en la red. A pesar de todo le quiero muuuuuuuuuuuchísimo.
Muchísimos besos desde el aeropuerto de Newark, amores xx.
P.D: ¡MAÑANA POR FIN VUELVO A VER A MI KRIS/SHAWTY/JENN/JONES/MRS. PAYNE! .3

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