7.10.13

And she will be loved, chapter 66 (primera parte)

-Narrador-
Niall mira a Aria de arriba a abajo. Contempla cada detalle de la chica delante de él antes de abalanzarse sobre ella y besarla. Aria, la chica de Roma, la de las sonrisas por skype hasta las mil, a la que regañaba diciendo: 'Dúermete ya, mañana vas a morir en clase, pesada.' Aria, su Aria. La de los labios rojos y los besos. 
Ella corresponde a su beso, intentando conservar su pose dura e intransigente que tan bien la define y así no derretirse en sus brazos. Pero no puede evitar sonreír. Lo echaba de menos, tanto que llegó a dolerle.
-No puedo creer que estés aquí. ¿Cómo...- pregunta él, conduciéndola hasta el salón.
-Lo importante es que estoy, ¿no?- le silencia ella, arrastrándolo hasta el sofá. Él ríe. En muchas relaciones, el hombre es el dominante, el que manda en una relación. En la suya es todo lo contrario. Aria manda, Aria le silencia. Le controla. Y eso le encanta. Una chica fuerte para un chico sensible. Le completa totalmente. 
Se pierden en el sofá, a pesar que escasamente caben los dos juntos. Se pierden entre risas, caricias y besos.  Solo quieren quererse, dos personas poco afortunadas en el amor que se encontraron por azar. Y quién iba a decirlo, se enamoraron. La camiseta de 'Five Seconds Of Summer' vuela por el sofá acompañada de los pitillos de ella, y acaban enredados en algún lugar del salón, como sus dueños. Él ríe, ella le silencia con besos. Los dos se miran a los ojos, aguantándose la mirada el uno al otro y muriendo de amor por dentro. Todo fluye, rápida y lentamente. ¿Qué más da? piensan los dos. Este es uno de esos momentos que se recuerdan de por vida, disfrutémoslo. El nombre de él se desliza entre los labios de ella.
-Eso es. Dilo otra vez.- jadea él, mirándola.
-Niall...- dice ella, precipitándose al vacío y arrastrándolo con ella.
Se tumban uno al lado del otro, sin querer separarse. Sin ropa para cubrirla está aún más hermosa, piensa él. Ella se limita a recorrer el pecho de él con un dedo, hundida en sus pensamientos. Pero sonriendo, eso si.
-¿Qué tal...- empieza él.
-... ha estado?- continúa ella, sonriendo.- Bien.
-¿Sólo bien? ¿No te ha gustado?- pregunta él, mirándola a los ojos con preocupación.
-No.- dice ella, seria. Ante la mirada dramática del rubio, estalla en carcajadas.- Me ha encantado, imbécil.
-Eres tonta.- dice él, negando con la cabeza.- Pero te quiero.
-Te es imposible enfadarte conmigo.- dice ella, sonriendo con ternura.
-No podría haberlo dicho mejor.


A unos kilómetros de allí, en casa de Louis.
-¡Te gané, te gané!- chilla Lis, soltando el mando de la consola y dando brincos por la habitación. Su alegría consiste en que acaba de ganar al mismísimo Louis Tomlinson al 'Just Dance 4'. ¿Lo mejor? Han bailado una canción suya, así que el triunfo es doble.
-Estaba trucado, seguro.- refunfuña Louis, dejándose caer sobre el sofá. Lis para en seco y se gira, mirándolo. Parece un niño pequeño, cruzado de brazos y enfurruñado.
-Te has picado.- ríe ella, acercándose a gatas a él por el inmenso sofá.
-No me he picado.- dice él, apartando la mirada.
-Definitivamente, no sabes perder.
-Claro, porque yo siempre gano.
-Oh, espera. Salió aquí Don Creído.- resopla ella, aguantando la risa.
Louis la mira alzando una ceja.
-¿No te lo crees?
-En absoluto. No siempre se gana, Louis.
-¿Quieres apostar algo?
-Apuesta lo que te de la gana.- ríe ella.
-Bien.
-¿Que has...?
La frase se ve interrumpida por un ataque de cosquillas. Louis se lanza encima de ella y empieza a hacerle cosquillas. A ella le falta el aire, ríe sin parar, suplica piedad y se retuerce debajo de él. Louis disfruta, acordándose de lo que le dijo una de sus mejores amigas en Doncaster, Marie: la risa provocada por las cosquillas en de las más verdaderas que hay.
-¡LOUIS! ¡PARA... TE LO SUPLICO!- ríe ella, respirando con dificultad.
-¿Eso es que te rindes?- pregunta él, sin parar.
-¡Me... me rindo!- dice ella, riendo. El para, se miran, y estallan en carcajadas. Esta vez, no hay cosquillas de por medio, solo felicidad. Cuando Lis consigue recuperar el aliento, mira el reloj.
-¡Es tardísimo, Lou!- chilla, levantándose de un salto.- Tengo que irme.
Mientras ella corre por la casa cogiendo sus cosas, él la espera en la entrada con una sonrisilla pícara. Ella vuelve, le besa en los labios y susurra un "adiós, Lou" Él la atrapa por la cintura en el último momento, pegando su espalda a su pecho.
-¿Te vas?- susurra en su oído.
-Eh... ¿sí?- dice ella, extrañada.
-Mmmmm... yo creo que no.- susurra él, mordiendo su lóbulo con suavidad. Un escalofrío sube por la columna de ella, y sonríe.
-De verdad, Lou. Tengo que irme. Angie me estará esperando...
-Angie se estará tirando a Harry.- zanja él.
Su comentario recibe un puñetazo en el hombro.
-¡LOUIS!
-¿Qué? Es lo mejor, sexo para reconciliarse. ¿Nunca lo has probado?- dice él, con su sonrisa maligna. 
Ella se sonroja. ¿Se le ha olvidado en serio decirle que es virgen? 
-Lo que sea.- dice él, al no recibir respuesta.- El caso es que tú no te vas.
-¿Pero por qu...?- dice ella, interrumpida de nuevo.
-Porque la apuesta era que si perdías, te quedabas a dormir.
-¡No me dijiste que la apuesta iba de eso!- exclama ella, sonrojándose de nuevo. Agradece estar de espaldas.
Él la arrastra hasta la mesa del salón, y la coge a peso hasta dejarla encima. Se coloca entre sus piernas, y ella anuda éstas a su cadera.
-Eres un tramposo, Tomlinson.
-Será por eso que gano siempre...- ríe él. 
Se besan de nuevo, sonriendo. Para Lis, al fin y al cabo, no es tan mal plan quedarse a dormir en casa de su novio. ¿Será hoy la noche? ¿Será capaz?

Veré cuando puedo subir la siguiente parte, espero que sea este fin de semana, a pesar de que saldré porque aquí hay fiestas <3





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