21.9.13

And she will be loved, chapter 65 (primera parte)


-Angie-
Soy demasiado complicada.
Mi vida nunca ha sido demasiado fácil ni demasiado difícil. He tenido mis altibajos, pero el que nunc ahe confesado y el que solo sabe una persona, fue a los catorce años. A los catorce años intenté cortarme. Llevaba demasiado sin ver a Justin, y me sentía fuera de lugar. Tuve casi un episodio de bullying en el instituto, y no me quería a mi misma. Recuerdo encerrarme en el baño, y sacar una cuchilla. Acercarla a mi piel entre lágrimas, cuando sonó la puerta. Era Hayley, nueva en el vecindario. Se puede decir que Hayley me salvó la vida, ya que acabé contándoselo. Me sacó de ese agujero negro en el que vivía, y e obligó a enseñarle al mundo como era de verdad, sin importarme lo que dijeran o pensaran.
Supongo que por eso me afectó tanto el hecho de que Justin me dijera 'no eres para tanto' y por eso mi autoestima cayó en picado cuando se lió con Barbara. Me recordó demasiado a todas esas noches llorando, pensando que yo no era suficientemente buena. No estaba delgada, no era lo suficientemente guapa. Por eso estoy aquí ahora, recordando ese año gris y sin poder parar de llorar. Ésta vez Hayley no va a llamar a mi puerta para salvarme la vida. De pronto, pienso en ella... hace muchísimo que no llamo a una de mis mejores amigas. Estoy tentada de llamarla, ¿pero qué va a pensar de mi? ¿Que solo acudo a ella cuando necesito un hombro en el que llorar mis complicaciones? Niego con la cabeza, la llamaré otro día.
-Necesito aire.- murmuro, levantándome de la cama. Voy hacia el balcón, y observo Londres. ¿Habrá sido una buena idea quedarse aquí? Quizás necesite otro cambio de aires... volver a Los Ángeles. Mi subconsciente relaciona de inmediato Los Ángeles con Justin y todos los recuerdos me golpean. Justin y yo en la playa, besándonos, en mi casa, haciendo guerras de almohadas a lo largo de los años, Justin y yo con doce años, durmiendo juntos en mi cuarto. Desperarme en mitad de la noche solo para concienciarme que él estaba allí para protegerme, como un maldito ángel sin alas. Justin y yo en el parque, riendo, abrazados, en una discoteca perdida por la ciudad, de incógnito, con gente haciendo preguntas. Justin y yo conociéndonos en los estudios de mi madre: '-¿Y si no les gusta mi música? +Si no te arriesgas, no ganarás nunca.' Justin y yo besándonos, riendo con el romance adolescente de mi madre y Usher. Justin salvándome de Chris, presenciando la cuchillada que éste me dio. Yo despertando en el hospital, con Ed y él cantándome 'Right Here.'
Demasiados recuerdos al mismo tiempo. Me golpean y casi me tiran al suelo si no fuera porque estoy fuertemente agarrada a la baradilla. Siento dolor físico, dolor psicológico por todas partes. ¿Y si me estoy volviendo loca? No quiero que la gente piense que no estoy bien, solo soy una persona poco segura a la que han herido demasiadas veces.
Algo interrumpe mis lloros. Es el sonido de mi WhatsApp. Suprimo eso último, sigo llorando sin tregua mientras entro a mi habitación y busco a tientas el móvil. Las lágrimas me nublan la vista.
xXx: No llores por alguien que no merece la pena, pequeña.
Aunque no veo quien es, el apelativo le desenmascara por si solo. Harry.
A: No puedo parar.
Recibo la respuesta segundos después.
H: Si puedes, Angie. Eres más fuerte que eso.
Una pregunta me golpea en ese mismo momento, ¿cómo demonios...?
A: Espera, ¿cómo sabes que estoy llorando? 
H: Estoy debajo de tu balcón.
Salgo al balcón con el móvil apretado en un puño, el corazón acelerado y las lágrimas frenando. En efecto, cuando me asomo, ahí está. Con una camisa que deja ver algún tatuaje, unos pantalones pitillo y unos zapatos que no llego a distinguir. Lleva un paraguas entre su antebrazo y su pecho mientras saca el móvil. Está lloviendo un poco, si.
'Harold: escribiendo...'
H: ¿Bajas, o tengo que subir yo a lo Romeo y Julieta?
El mensaje me saca una sonrisa y me hace sonreír sin forzarlo o pensarlo tan siquiera.
A: Dame dos minutos y bajo.
Lo miro una última vez antes de tirar el teléfono encima de la cama y correr a mi vestidor comapartido, donde Lis y Kris ordenan los zapatos.
-Angie, ¿qué...?
-Harry.- me justifico mientras subo a saltos los pitillos de camuflaje, una camiseta negra y unas botas estilo militar. El tiempo en Londres es todo menos predecible. Principios de junio, y hace unos once/doce grados en la calle. Salgo corriendo del vestidor y bajo las escaleras de tres en tres. Llego a la puerta y la abro, viendo a Harry a unos pasos de mi, en plena calle y refugiándose debajo del paraguas. Llueve con más fuerza que antes. Atravieso la lluvia con rapidez hasta llegar a Harry y lo abrazo. El paraguas cae al suelo y ambos empezamos a mojarnos.

-¿Qué haces aquí?- pregunto en voz alta, ya que la lluvia hace un ruido importante.
-¡He venido a por ti!- dice él, cogiéndome la mano. Le miro a los ojos, insegura. Los suyos me devuelven un reflejo esmeralda que aún no he sido capaz de olvidar.
-¿A por mi?
-Si, a por ti.- responde él, mirándome a los ojos. Su contacto visual me aturde. Me acaricia la mejilla.- Siempre has sido tú, Angie. Siempre.
-¿Qué quieres decir?- pregunto, confusa.
-¡Que te quiero, joder!- exclama él, que parece estar liberándose.- ¡Nunca he dejado de hacerlo! Desde el mismo momento que salí del Palau Sant Jordi, supe que no querría a otra que no fueras tú, Angie. No quise admitirlo, pero ¿qué voy a decir? ¡Estoy enamorado de ti!- me mira, le miro. Emocionados.- ¿Tanto te cuesta admitirlo?
-¡No me cuesta tanto!- exclamo. Él me mira extrañado cuando me acerco, le cojo de la nuca y pego su frente a la mia.- Porque... yo también estoy enamorada de ti. Desde el momento en que te vi. Y nunca he dejado de hacerlo.
-¿Qué hemos hecho todo este tiempo?- pregunta él, rodeándome la cintura con los brazos. Estamos totalmente empapados.
-Yo echarte de menos sin querer admitirlo.- replico, pasando la mano por sus rizos.- He intentado ignorar lo mucho que siento por ti, pero no puedo.
-Yo también te he echado de menos, pequeña.- dice él, mirándome. Me siento igual que hace unos meses, cuando estábamos junto en la gira. Me siento igual de querida, igual de feliz.
-Demuestra eso, o no te creeré.
-¿Es lo que quieres de verdad?- pregunta, con su sonrisa. La que me acelera el corazón y me hacía sentir que lo quería demasiado para ser normal. Asiento, y él se acerca un poco más a mi.
Me besa. Me besa como nunca antes, o como siempre me había besado. Intento atrapar el momento bien,  guardarlo en un tarro, en una estantería en mi corazón, para poder recordarlo siempre. Sin darme cuenta estoy llorando, y sospecho que él también, aunque con la lluvia no se distingue demasiado bien. Nos separamos y él me abraza con fuerza.
-Nunca dejaré de quererte.- susurra en mi oído.
-Te quiero.- suspiro yo.- ¿Quieres quedarte a cenar...
-...y ver una película?- completa él, sonriendo. Malditas habilidades de tarot de Harry Styles.- Me encantaría.
Le cojo de la mano y entramos en casa en el mismo momento en el que Lis y Kris salen, sonriéndonos. Del móvil de Lis sale una canción, y debo admitir que tiene razón.
'... and everything, has changed.'

O hoy por la noche o mañana a lo largo del día subo el siguiente. ¡Seguidme en @sheeranftnarry, pls! <3


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