27.9.13

Posible intro de 'Valerie' (puede cambiar)


Holiiiiii, cielos. Sé que os prometí un maratón de capítulos, y seguidamente os prometí que subiría el domingo, pero no he tenido tiempo. Lo siento mucho, tenéis todo el derecho del mundo a enfadaros conmigo. He teido más de un problema con el portátil nuevo, he estado estresada con las entradas del WWAT... Aún así, no tengo excusa, así que he decidido subir un adelanto de la novela que creo que empezaré al acabar esta. El protagonista es Louis, nuestro pequeño Louis Tomlinson. ¿Y sabéis? Estoy harta de la fama de niño bueno que tiene Louis, así que he decidido transformarlo totalmente. Olvidaros ya de Louis Tomlinson el chico sonriente, y dad la bienvenida a Nathair Kinsley, el chico malo del instituto.

"Nunca he sido una chica demasiado segura de mi misma. Nunca enseño mis brazos, nunca sin mi ropa ancha. No quiero que la gente vea como soy de verdad. Sé que todos piensan que debería hacer un esfuerzo por encajar, pero ¿para qué quiero encajar en un mundo de gente cruel y mentirosa?
Dicen que todo puede cambiar en un instante, sin que te des cuenta. 
Ese día, mi vida estaba destinada a cambiar aunque yo no lo supiera.
La señorita Lawrence, directora de nuestro instituto, me había citado en su despacho. La primera vez que la vi en el instituto supe que jamás sería como ella. Esbelta, sonriente, preciosa. Sincera, sin miedo. Ojalá pudiera ser yo así.
Caminé por los pasillos, esquivando a gente vacía. Todos eran iguales, daba igual la cobertura. Eran personas muertas por dentro, con aspiraciones que solo servían para herir a otros, y con demasiada rabia acumulada. Tanto las chicas demasiado maquilladas, como los chicos demasiado musculosos. Iguales.
Llamé a la puerta de la salita de espera antes del despacho, y al no oír respuesta me colé dentro. Lo primero que vi, fue a la señora Sheffer, menuda y con el ceño fruncido tecleando alguna circular en su ordenador de otro siglo. 
Lo segundo que vi fue a él. Una parte de mi susurró peligro desde un primer momento.
Sus ojos me intimidaron. Verdes azulados, hipnóticos, indescifrables. Hicieron que tirara de las mangas de mi jersey hasta cubrirme todas las manos. Mis brazos tenían que estar bien cubiertos. Los suyos, en cambio, estaban totalmente al descubierto. Llenos de tatuajes. Como él. Pude vislumbrar su pecho, tatuado con una frase en letras curvadas. Me miró, y parecí ser un libro abierto para él. Me dio la impresión que estaba escrutando cada uno de mis oscuros secretos y recuerdos. Tenía que apartar la mirada de él pero no podía. Se pasó una mano por el pelo, demasiado bien despeinado como para ser cosa del azar. Caminó hacia mi, rozando su brazo desnudo con mi jersey, lo que provocó un escalofrío que intenté esconder. Me giré para verlo ocupar una de las dos sillas disponibles en toda la sala. Eso quería decir, que o me sentaba a su lado, o me quedaba de pie. Opté por lo primero.
Esa fue la primera vez que vi a Nathair Kinsley. Y no iba a ser la última."


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