31.8.13

And she will be loved, chapter 62.


-Angie-
¿Qué hago en casa de Harry Styles, con resaca y una camiseta suya puesta? ¿Por qué está él sin camiseta y tiene marcas rojas que parecer arañazos en la espalda? ¿Por qué a mi me duele todo el cuerpo?
Mierda.
Me he acostado con Harry, estando borracha. Ahora mismo solo quiero matar a alguien, preferiblemente a él, gritar y darme cabezazos contra la pared. ¿Cómo he podido ser tan estúpida y haber dejado que todo esto ocurra?
-Antes de que hagas un drama, déjame explicarte que pasó. No es lo que tu piensas.- dice él, apagando la cocina y sirviendo los huevos revueltos en dos platos.
-Ah, ¿entonces no te aprovechaste de una chica borracha?- digo, mirándolo con las cejas arqueadas.
-En realidad no.- dice él, dejando dos desayunos encima de la mesa.- ¿Te sientas?
Suelto un resoplido y me siento a regañadientes. ¿Se aprovecha de mi y encima me da órdenes? No hay quien entienda al sexo opuesto. Ni quien los aguante, ya puestos. Me siento mirándolo inquisitivamente y él toma asiento en frente de mi. Empieza a desayunar como si no hubiera pasado nada, y yo cada vez tengo más ganas de tirar la mesa por los aires.
-Harry...-le llamo, dulcemente.
-Dime.- dice él, sonriendo con su típica sonrisita de suficiencia.
-¡¿PIENSAS CONTARME QUE PASÓ ANOCHE, O TENGO QUE AMENAZARTE CON UN CUCHILLO?!- chillo, perdiendo los nervios. Por lo visto, eso debe hacerle mucha gracia, porque empieza a reírse de mi desmesurada reacción antes de contestar.
-Angie, anoche no pasó nada. No hicimos nada, salvo dormir en la misma cama.- dice, masticando una tostada.
-¿Y cómo explicas que lleve una camiseta tuya puesta?- pregunto, entrecerrando los ojos.
-Manchaste tu ropa y te cambié.
-¿La manché? ¿De qué?
-De vómito.- dice él, mirándome divertido.- Anoche te pasaste bebiendo.
-Espera... ¿me cambiaste?- pregunto, empezando a escandalizarme.- O sea, que me quitaste la ropa y me pusiste una camiseta tuya.
-Te recordaba un poquito más rápida en tus deducciones, Farrell.
-Cállate.- siseo y sigo preguntado.- ¿Y por qué... tienes marcas rojas de arañazos en la espalda?
Harry empieza a reírse con fuerza, tanto que casi se atraganta con el café.
-Me manchaste la camiseta, y al llegar a casa me la quité y te llevé en brazos hasta la habitación. Me arañaste, llevas las uñas muy largas...- dicho esto, me coge la mano y mira interesado mis uñas pintadas de rojo oscuro. Aparto la mano con rapidez, y él sonríe.- ¿Algo más?
-¿Por qué me duele todo el cuerpo?
-Te caíste de la cama.- suspira.- Me diste un susto tremendo, por la borrachera y porque pensé que te habías roto algo, no hacías más que lloriquear hasta que te quedaste dormida.
Suspiro, en el fondo su versión de los hechos es bastante realista. También puede ser que esté mintiendo, cosa que jamás podré saber ya que no guardo ningún recuerdo de anoche en esta casa. Solo me queda confiar en los principios de Harry, y en que no haría nada con una chica borracha.
-Está bien... te creo.- murmuro.- Espero no tener que arrepentirme de ello.
Harry sonríe triunfante y me sirve un poco de té en mi taza. Carraspeo y decido comer para no tener que hablar con él. ¿De qué demonios puedo hablar con mi ex?
-Y bueno...- dice él.- ¿Qué tal llevas lo del capullo de tu ex novio?
Le miro con una ceja alzada y le contesto, mordaz.
-¿Te refieres a ti, Harold?
-Yo puedo ser muy capullo, pero jamás te haría lo que el te hizo, Angie.- dice, mirándome con seriedad.
-No, tu prefieres abandonarme por un maldito ataque de celos sin pies ni cabeza.
Harry suspira mirando a la mesa, y veo como aprieta los puños.
-¿Como pudiste perdonar a Justin una y otra vez después de que te hiciera daño, hasta el punto de salir con él y a mi no puedes perdonarme el quererte tanto que tuviera miedo de perderte?- dice, de carrerilla y sin parar ni un segundo. Me quedo parada, mirándole y asumiendo lo que acaba de decirme. En el fondo, él tiene razón. Pero mi orgullo no lo admitirá ni hoy, ni nunca.
Estoy tan absorta en mi lucha con mi orgullo, que no oigo como Harry se levanta de su silla, rodea la mesa y se coloca detrás de mi. Por eso mismo, doy un respingo cuando oigo como habla en mi oído.
-Perdóname, Angie. Ha pasado ya mucho tiempo...- susurra. Su respiración en mi oído hace que me estremezca y cierre los ojos.
-Harry...- susurro.
Él está demasiado ocupado rozando sus labios en las partes exactas de mi cuello como para hacerme caso. Lo peor, es que hacía mucho tiempo que deseaba esto. Mi orgullo está dándome golpes de remo para que me aparte y me vaya, pero no puedo. Estoy clavada en mi silla, con los labios entreabiertos y con uno de mis ex novios besándome el cuello.
Esto no puede estar bien.
Pero una parte de mi, chasquea la lengua y contesta: ¿Y qué más da?
Me giro, levantándome y me lanzo directa a los labios de Harry. Él me coge de la cintura y avanzamos hasta la encimera, dónde me subo y anudo las piernas a su cadera. Sigo besándole, sin querer parar. Sus manos dejan de ocuparse de mi espalda y se meten por su camiseta que llevo puesta, acariciándome el estómago. Mi autocontrol se acaba por momentos, así que dejo escapar un suspiro y bajo mis besos por su mandíbula, poco a poco hasta su cuello. Me gano un gemido en voz baja, casi imperceptible. Pero ese mismo sonido me hace parar y darme cuenta de lo que estoy haciendo. Ya no es simplemente el hecho de liarme con mi ex novio, si no que me estoy haciendo daño a mi misma, y voy a hacérselo a él. Aún no puedo salir con nadie, porque solamente estoy ahogando como me siento por lo que me hizo Justin con Harry. Y eso no puede estar bien. Me separo, con la respiración acelerada.
-¿Qué haces?- pregunta él, juntando su frente con la mía.
-Esto no puede ser, Harry.- digo, bajándome de la encimera y yendo hacia su habitación para vestirme. Él me sigue, pero llega cuando ya estoy medianamente vestida. Mi camiseta no está en la habitación, así que tomo prestada la suya.
-¿Cómo que no puede ser?- pregunta desde el marco de la puerta. Yo me pongo los tacones y cojo mi móvil y mi cazadora. Voy hacia la puerta mientras el me sigue.- ¡No entiendo nada, Angie!
-Harry...- digo, girándome.- Nosotros... somos solo amigos. Ya hicimos esto y salió mal.
Abro la puerta, pero él me retiene, agarrándome del brazo.
-Arriésgate conmigo, Angie.- dice, casi suplicándome.- Haremos que esto funcione, yo lo haré funcionar.
Niego con la cabeza, mordiéndome los labios. Los tengo asquerosamente secos y agrietados. ¿Será por la falta de amor?
-Yo... no puedo Harry. No puedo.
Dicho esto, salgo corriendo hasta que cojo un taxi, dejando atrás al chico que más me ha querido en toda mi vida.

-Narrador-
Lis y Louis caminan tranquilamente por un parque en las afueras de Londres. No van de la mano, aunque a ambos les gustaría. No se han besado aún, aunque ambos se mueren de las ganas. No se han dicho aún lo que sienten el uno por el otro, aunque ambos han estado a punto.
-Louis, sigo sin saber que hacemos aquí. Y sigo sin entender por qué llevas una guitarra...- protesta ella.
-Estás pasando tiempo con tu mejor amigo, ¿te parece poco?- ríe él.
Lis sonríe, aunque se rompe por dentro: "Mejor amigo... claro. Solo amigos."
Louis la mira sonriendo, aunque por dentro no sonríe en absoluto: "Es lo único que seré para ella... solo amigos. Aunque no se quedará así si yo puedo cambiarlo..."
-Ven, quiero enseñarte el verdadero motivo de esta visita.- dice él, cogiéndola de la mano. Ella se sonroja levemente, ¿van de la mano, en serio? ¿Como las parejas? No puede evitar sonreír, ojalá Louis y ella fueran pareja. Ojalá pudiera besarlo cuando se le antojara, pudiera abrazarlo sin preocuparse por el típico "¿qué pensarán?"
Caminan hasta llegar debajo de un gran árbol, dónde él se sienta y  le da golpecitos al suelo para que ella se siente también. Lis obedece, mirándolo con curiosidad. Él por su parte se gira hacia la funda de su guitarra y la saca, colocándola en su regazo. 
-Soy el más mayor de One Direction, pero creo que eso ya lo sabes. Dicen que cuando te haces más mayor, eres más claro y más directo, y no tienes miedo de lo que los demás piensen. A mi eso no me ha pasado, creo que he madurado pero no en ese aspecto. Aún tengo miedo de decir algo, y tener un no por respuesta. Aún tengo miedo de muchas cosas que la mayoría superan. Por eso te he traído aquí, quiero decirte algo pero las palabras no van a ayudarme hablando... si no cantando.- mira su guitarra y luego levanta la mirada hacia ella.- Esto es para ti, Lis.
A ella se le acelera el corazón y lo mira, intrigada y muy nerviosa. Más aún cuando reconoce los primeros acordes de They Don't Know About Us en acústico. Ella recuerda la primera vez que oyó la versión en acústico, se enamoró perdidamente... Al igual que se enamoró perdidamente de él la primera vez que lo vio. 
 People say, we shouldn't be together.
Too young, to know about forever.
But I say they don't know what they talk, talk, talkin' about.
Cause this love is only getting stronger,
So I don't wanna wait any longer
I just wanna tell the world that you're mine girl.
La canción sigue, y Lis se da cuenta. Se da cuenta de lo que él intenta decirle, aunque prefiere esperar hasta que acabe la canción. Él toca las últimas notas.
-Lo que quiero decir es...- susurra él.
-¿Es?
-Que estoy enamorado de ti, Lis.
-¿De mi?- pregunta ella, con una sonrisa eterna.- Eso no es posible.
-Créeme que lo es.
-Demuéstramelo, Louis.
Él sonríe, inclinándose hasta que ella se queda debajo de él. Sigue bajando, hasta que está a milímetros de sus labios. Se miran, como solo saben mirarse dos personas enamoradas.
-Te quiero.- dicen, a la vez.
Y se besan, ¿qué esperabais?


Shawties, votad en la encuesta de la columna de la derecha. Aún no sé que novela empezaré al acabar esta, y necesito vuestra ayuda <3

No hay comentarios:

Publicar un comentario