8.3.13

And she will be loved, chapter 37.


Angie-
Cuando me despierto, y miro a mi alrededor, me pierdo totalmente. No tengo ni idea de dónde estoy, últimamente me pasa mucho.
Mientras sigo intentando sacar a la luz mis últimos recuerdos, oigo gritos detrás de la puerta. Aún pensando que de lo único que me acuerdo es de haberme quedado grogui en el avión, me pongo una camisa de cuadros que parece ser de Harry, y unos pantalones míos que encuentro por ahí. Salgo de la habitación, encontrándome en un pasillo que me suena de menos que la habitación de la que salgo. Me quedo parada, intentando guiarme por mi oído. Me parece oír la televisión, y me guío por ella. Camino por el pasillo, hasta unas escaleras de caracol de metal, y llego a un salón. En el sofá, veo una figura con el pelo rizado que me resulta bastante familiar. A su lado, en otro sofá, hay una chica con el pelo marrón, que también me suena.
-¿Harry? ¿Kris?
Los dos se giran, y me sonríen.
-¡Buenos días, Angie!- dice Kris, dedicándome una sonrisa.
-Hola, pequeña. ¿Has dormido bien?
Yo asiento, algo confusa. Ellos miran de nuevo a la televisión.
-Una duda existencial que tengo... ¿dónde estamos?- pregunto, sintiéndome estúpida. Harry me hace una seña para que vaya con él al sofá, y camino arrastrando los pies hasta donde está él. Me siento, y le miro, repitiéndole la pregunta con la mirada. Kris y él se ríen. Yo me mosqueo un poco ¿qué es tan gracioso? ¿qué ha pasado que yo no sepa?
-¿Alguien puede contestarme?- pregunto, algo más mosqueada.
-Tienes muy mal despertar, amor. Ahora te explico.- dice Harry, y mira la televisión de nuevo. Me siento totalmente ignorada.
-Pero...
Harry me besa rápidamente, quitándome las palabras de la boca, pero no de la mente. Aún sintiéndome algo imbécil, miro a la televisión, para averiguar que es eso tan interesante que ven para pasar de mi así. Y mi asombro aumenta cuando veo que lo que mi novio y mi amiga están viendo es Bob Esponja. Mi enfado aumenta por momentos, y el capítulo acaba. Kris se levanta, se estira, y dice:
-Voy a hacerme un café.
Miro a Harry de nuevo.
-Harry Edward Styles, ¿quieres explicarme qué...?
-Ay, Angie, que poco sentido del humor tienes.- se mofa él.- Kris y yo te estábamos poniendo nerviosa a posta.
-No tiene gracia.- refunfuño, cruzándome de brazos. Él se ríe, y recibe una mirada fulminante a modo de respuesta.
-Que impaciencia... A ver, amor. Estamos en Londres. Ayer, en el viaje, te quedaste muy grogui, y sólo te medio-despertaste para salir del avión, pero no creo que te acuerdes de eso, porque te volviste a quedar dormida nada más entrar al coche. Así que condujimos hasta aquí, y has dormido hasta ahora.
-Vale, entonces, sólo me queda una duda.- digo, algo más tranquila.- ¿Dónde estamos exactamente? Este sitio no me suena...
-Es nuestra casa.- dice Harry, sonriente.- La casa de los cinco. No os la hemos enseñado antes por que estábamos de reformas. ¿Quieres que te enseñe la casa?-
Asiento, y nos levantamos. Me coge la mano, y me enseña la casa, que tiene tres pisos. El de arriba, tiene cinco habitaciones, para los cinco, y dos baños. El piso de en medio, es el a la altura de la calle, y en él está el salón, la cocina, el comedor y la salida a un jardín. En la planta de abajo, está la sala de ocio, con videoconsolas y miles de cosas más para divertirse, y la piscina. Los muy capullos tienen una piscina.
-Y ahora, tenemos que irnos, vístete.- dice él, cuando acaba de enseñarme la casa.
-¿A dónde?
-Los chicos y yo os hemos preparado una sorpresa a Kris y a ti.
Subo corriendo a la habitación de Harry, dónde están mis numerosas maletas, y saco: http://www.polyvore.com/independiente/set?id=73380165. Me visto todo lo rápido que puedo, y me recojo el pelo en un moño. Kris, Harry y yo salimos a la calle, dónde los otros nos esperan en un coche. Nos montamos rápidamente, para evitar ser vistos.
Louis conduce por Londres, y para en una calle no demasiado lejos del centro. Salimos justo en frente de un adosado de piedra. Niall sube trotando las escaleras, y mete las llaves en la cerradura. Liam y Kris entran delante, luego Harry y yo, y detrás Louis y Zayn. Es una casa preciosa, pequeña, para dos personas.
-¿Qué... qué es esto?- dice Kris, mirando a su alrededor. Yo también miro el salón, perfectamente decorado.
-¡Os hemos comprado una casa!- dice Niall, sonriente.
-¿Qué habéis hecho... qué?- digo yo, sorprendida. Ellos cinco se ríen de nuestra sorpresa.
-Os hemos comprado una casa, pues eso, para que estéis aquí mientras nosotros estamos de gira.- nos explica Zayn.- ¿Queréis ver vuestras habitaciones?
Kris y yo soltamos un gritito, y subimos unas escaleras por intuición. Llegamos a un pasillo con tres puertas: Dos habitaciones, y un baño.
-La primera puerta es la tuya.- me susurra Harry. Agarro el pomo, y lo empujo hacia abajo. La habitación es preciosa, en colores claros, con fotos, y con lucecitas. Es totalmente de mi estilo. Abrazo a Harry, y a Niall, que han entrado conmigo. Oigo un grito ahogado en la habitación de al lado, que es la de Kris. Luego veré la suya. Veo una puerta en un extremo de la habitación.

-¿Qué hay ahí detrás?- pregunto.
-Entra, y verás.- dice Niall, sonriente.
Abro la puerta, y me quedo sin palabras. Estoy ante un vestidor enorme ¡y totalmente equipado! Hay zapatos, blusas, camisetas, faldas, vestidos, gafas de sol, fulares, pantalones... Kris entra por otra puerta, y mira a su alrededor, alucinada. Se acerca a mi, y nos cogemos las manos.
-Ay tía, me voy a desmayar.- murmura ella, con los ojos como platos.
-A mi me va a dar un infarto ahora mismo.- digo yo, con un susurro.
Nos giramos hacia los chicos, que se han reunido en un hueco del vestidor. Las dos estamos emocionadas.
-Chicos... ha sido un detalle precioso. Nos encanta.- susurro yo, casi llorando. Kris asiente, y nos lanzamos encima de los cinco chicos que nos han cambiado la vida. Acabamos los siete en el suelo, riéndonos.
-Oye... ¿Vamos al London Eye?- dice Louis.- ¡Londres se ve precioso desde ahí arriba!
A todos nos parece un plan perfecto, así que vamos hasta allí. En el camino, paramos varias veces a que los chicos se hagan fotos con fans. Harry y yo vamos abrazados, y Liam nos grita:
-¡Eh, señores Styles! ¡Os retamos a una carrera!
-Por supuesto, Payne, pero vais a perder. ¿Qué nos jugamos?- le reto yo.
-La pareja que pierda... ¡Paga la cena!- dice Kris.
-¡Eso es muy poco cruel!- exclama Louis.
-Pues a mi me parece perfecto.- ríe Niall.
Kris se sube a la espalda de Liam, y yo a la de Harry. Zayn se sitúa a nuestro lado.
-¿Preparados?
-Vais a morder el polvo, matrimonio Payne.- bufa Harry, mirando al frente.
-¡Os arrepentiréis de haber aceptado el reto!- dice Kris, riendo.
-¿Listos?- grita Niall.- ¡La llegada es la entrada al London Eye!
-¡YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!- chilla Louis.
Harry sale corriendo, sacando ventaja a Kris y a Liam. Yo no puedo parar de reírme, y Harry por lo visto tampoco.
-¡Corre, corre, corre! ¡Vienen detras!- digo, riendo.
-¡Es que pesas!- resopla, casi sin poder respirar, de la risa.
-¿Me estás llamando gorda?- grito, y él sigue riéndose.
-¡VAMOS A POR VOSOTROS, HANGIE STYRRELL!- grita Kris.
-¿Cómo nos ha llamado?- chillo yo, riendo.
-¡Creo que una mezcla de Harry Styles y Angie Farrell!- ríe él.
-¡GANAREMOS, KIAM JOYNE!- grito yo.
-¡ESA MEZCLA NO PEGA, FARRELL!- dice Liam, alcanzándonos.
-¡Pues te fastidias, Lee Yum! ¡Hangie Styrrell tampoco es que sea algo genial eh!- grito yo, riendo.
Lo gracioso es que vamos corriendo entre la gente, que se gira mirándonos, y dándose cuenta de que son los chicos de One Direction, con sus novias.
A pocos metros de la entrada, Harry me deja en el suelo.
-¡Corre, llega tú a la entrada!
Obedezco, y oigo como milésimas más tarde, Liam le grita lo mismo a Kris. Entre risas, y con la respiración acelerada, corro para llegar la primera. Kris me agarra de la camiseta.
-¡Tramposa!- río, mientras sigo corriendo. Ella me adelanta, y le pago con su misma moneda. La agarro de la camiseta, e intento llegar primero. Niall, Louis y Zayn, que están en la "meta" nos animan. Y la conclusión, es que después de casi matarnos, y matar a nuestros novios, llegamos a la vez. Harry y Liam llegan segundos más tarde.
-Dado el resultado tan igualado, porque nuestras novias son las mejores.- dice Liam con solemnidad.- Declaramos que...
-¡LA CENA LA PAGÁIS VOSOTROS!- grito yo, triunfante, señalando a Niall, Louis y Zayn. Estos se quejan, pero al final, aceptan.
Nos montamos en una cabina del London Eye, que comienza a moverse lentamente.
-Ya veréis la próxima, os machacaremos.- nos amenaza Kris.
-Tienes muy mal perder, cielo.- le dice Liam. Luego intenta besarla, a lo que ella se resiste. Al instante, están besándose. Niall les bufa.
-Dejad de dar envidia, asquerosos.- Liam y Kris hacen caso omiso del irlandés, y siguen besándose, pero ella suelta una risita. Yo achucho a Niall.
-Tranquilo Nialler, tú también encontrarás a alguien.- le digo. Él me dirige una sonrisa perfecta, y le beso la mejilla. Harry carraspea.
-Eres un celoso, Styles.- le regaño, soltando a Niall.
-No, es un loco posesivo.- se burla Louis.- Te lo dijeeee, Angie.
Harry fulmina con la mirada a Louis, que se ríe, acompañado por Zayn. Harry vuelve a mirarme. Pasa un brazo por mi cintura.
-Me gusta que la gente sepa que eres mía.- me susurra con ese tono tan malditamente sugerente, y yo enrollo mis brazos en su cuello.
-Al final sí vas a ser un loco posesivo.- le susurro, mordiéndome el labio. Él esboza media sonrisa, y me besa.
-¿Vosotros también?- protesta Niall. Yo sonrío, pero sigo entregada a los labios del chico de ojos verdes.
El trayecto es largo, y la cabina para en el punto más alto. Nos hacemos una foto todos juntos. Liam la sube a su Twitter, y Harry a su Instagram.
Los chicos nos explican cada cosa que se ve, dónde está su casa, y dónde la nuestra. El Big Ben, The Houses of Parliment, St Paul's, Regent Street, Tower Bridge, The Tower of London...
Nos hacemos muchas fotos, y al cabo de una hora, volvemos a tierra. Son casi las seis, y queremos ir a merendar algo, y luego a cenar por ahí.
Nos encontramos un pequeño problema. Al haber subido las fotos a Instagram y Twitter, las directioners han ido al encuentro de One Direction, dispuestas a todo por una foto, autógrafo o lo que sea. Los chicos nos dan las llaves de su casa, y Kris y yo nos vamos, mientras ellos se quedan con las fans.
Nosotras caminamos con tranquilidad, y sin ningún tipo de prisa hacia la casa de los chicos. Kris parece pensativa.
-¿Ocurre algo?- pregunto yo, algo preocupada.
-Esta mañana, me ha venido una idea a la mente al despertarme.
-Sorpréndeme.- río yo.
-Ya que los chicos van a estar fuera cuatro meses, y ambas tenemos bastante claro que queremos hacer Periodismo, Fotografía o Moda, podríamos ir a alguna revista juvenil para trabajar durante cuatro meses. Quizás solo nos cojan como chicas del café, pero al menos nos entretendremos.-
Me tomo unos instantes para pensarlo, y decido que es muy buena idea. Charlamos durante un rato sobre las revistas que podrían cogernos, hasta que el tema inevitable surge.
-Tengo miedo, Angie...-suspira ella.- Tengo miedo de estos cuatro meses.
Yo suspiro, y miro al suelo mientras camino. A veces, pienso lo fácil que sería cansarme de ser fuerte, o parar de fingir que lo soy. A veces pienso que lo más sencillo es rendirme y dejar de luchar. En poco más de un mes, va a empezar en mi una dura y larga lucha interna. Una lucha que va a producirme dolor y nostalgia a partes iguales. Aún no sé si seré capaz de soportarlo.
-Yo también tengo miedo, Kris.- confieso.
Cada una se sumerge en sus propios sentimientos, y pensamientos. No hablamos hasta que llegamos a casa de los chicos. Nos sentamos en el enorme sofá, que tiene un ventanal en frente. Observamos Londres, inmersas en nuestros mundos. A mi se me ocurre una idea.
-Voy a hacer un té, ¿quieres uno?- pregunto.
Ella asiente, con una sonrisa débil. Yo voy a la cocina, y preparo una tetera enorme con agua ardiendo y té negro. Luego, sin hacer ruido, abro una estantería. En ella hay botellas de brandy, whisky, y ron. Cojo la de ron, y echo bastante. No quiero que mi amiga se coma más la cabeza, ni yo tampoco, y si bebemos un poquito quizás se nos pase. Pongo todo en una bandeja, con dos tazas y azucarillos.
Salgo al salón, dejo todo en la mesa, y sirvo las dos tazas.
-Me está afectando lo de salir con Liam.- suspira, acomodando la taza en sus manos.- Me estoy volviendo británica...
Yo suelto una risita, y bebo de mi taza. Está rico, a pesar de la mezcla. Kris da un sorbo y pone cara rara.
-Angie, ¿qué le has echado a esto?- pregunta.
-Un poquito de ron.- digo, inocentemente. La verdad es que ha sido más de un poquito. Ella escupe el sorbo que acababa de dar mientras yo hablaba, rociando la mesa.
-¡ANGIE! ¡Eres una alcóholica!- ríe.
-¡El ron es antidepresivo!- me defiendo yo.
-Eso es el chocolate, tonta.- comienza a reírse con más fuerza, y el té acaba por los aires, y aterrizando en el sofá. Luego, golpea sin querer la tetera al suelo, que aterriza en el suelo sin romperse, pero derramando el té por todo el suelo. Me empiezo a reír yo también, y mi té también se cae.
-Qué desastre...- digo yo, sin saber si tengo que reírme o llorar. Opto por lo primero, y nos da un ataque de risa, en el que acabamos en el suelo, con la camiseta empapada de té con ron, al igual que los pantalones.
Al final, decidimos fregar el suelo, lavar las fundas de los sofás, y de paso, nuestra ropa mojada con mi mezcla magistral. Justo en ese momento, los chicos entran en casa, pillándonos a Kris y a mi, en ropa interior en mitad del salón. Íbamos a subir a las habitaciones a ponernos algo.
Liam y Harry entran primero, y se nos quedan mirando, alucinados.
-¿Pero qué hacéis vosotras dos?- se mofa Harry. Liam se apresura en no dejar pasar a los otros tres mientras se ríe.
-¡Subid a vestiros, anda!- nos grita, mientras sigue riéndose. Se oye por detrás a Niall, Zayn y Louis reírse escandalosamente. Subimos las escaleras de caracol, y entramos a las habitaciones de nuestros novios. Me pongo una camiseta de Harry, y unos pantalones míos. En el momento en el que salgo, Kris sale también, y me mira sonriente. Ella también va con una camiseta de Liam.
-Que sincronización.- río yo.
-Y que lo digas... Anda, vamos a enfrentarnos a las preguntas de estos imbéciles.
Bajamos las escaleras, y ellos nos esperan en el salón.
-Pregunta uno, ¿por qué el salón huele a ron? ¿Qué habéis hecho, un botellón express?- pregunta Louis.
-No, es que Angie es alcohólica, y sus mezclas son raras.- se burla Kris.
-¿Tengo una novia alcohólica?- pregunta Harry, conteniendo las carcajadas - ¿Y eso... es malo?
-Depende, puedes aprovecharte de ella.- exclama Niall. Yo le miro mal, y él me lanza un beso al aire.
-Pregunta dos, ¿qué hacíais en ropa interior en mitad de nuestro salón?- pregunta Zayn.
-No es que sea un problema, eh.- dice Harry, riendo. Liam le da una colleja, lo que provoca que Kris carcajee.
Les contamos lo del té con ron, y nuestra depresión por su marcha a Londres.
-Nosotros también os echaremos de menos, pequeñas. Pero hay que admitir que es algo que hay que hacer, ¡y aún nos queda un mes!- nos consuela Louis. Luego, todos nos unimos en un abrazo colectivo.
Un rato más tarde, nos arreglamos lo justo, y salimos a cenar a Nando's, para alegría de Niall.
Esa noche, Harry y yo no perdemos el tiempo. Algo me dice, que Kris y Liam tampoco.

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