31.3.13

And she will be loved, chapter 41.


-Angie-
-Te quiero, pequeña.- me grita la imagen de Harry en la pantalla de mi ordenador. Sonrío, emocionada.
-Yo también, imbécil.
La imagen me sonríe, me lanza un beso, y corta la conexión.
Cuelgo la llamada con Harry por skype. Nos hemos despedido casi con prisa, él llegaba tarde a una entrevista de última hora. Apago el ordenador con calma, y salgo de mi habitación al vestidor, dónde me quito la camiseta ancha y los pitillos que llevo puestos, y los doblo. Cojo http://www.polyvore.com/birthsay/set?id=76646274 y me lo pongo, con tranquilidad y sin prisa. Luego, me maquillo y me peino. Bajo las escaleras hacia la entrada, suspirando. Kris no está en casa, se ha ido hace un rato con unas chicas de la revista. Me insistió en que las acompañara, pero me negué poniendo como excusa a Harry y nuestra llamada de skype, y que yo no me encontraba bien. Pero en cualquier caso, todo era mentira. Es verdad que iba a hablar con Harry, pero en realidad me voy al cumpleaños de Justin. Me merezco una bofetada. No sé para que le doy una oportunidad, para qué caigo de nuevo en sus redes. No sé ni siquiera ni por qué le miento a Kris, sabiendo que de un momento a otro lo descubrirá y todo será peor.
Oigo el claxon de un coche, y salgo de casa. Ryan y Fredo me esperan en un todoterreno con los cristales tintados. Entro, y me siento al lado de Ryan, que conduce. Fredo va en los asientos de atrás.
-¡Hola, Angie!- me saludan ambos.
-Hola, chicos.- sonrío. Ryan arranca, hacia el hotel. Nos quedamos algo callados, hasta que Ryan suelta un gruñido.
-Tengo un mal presentimiento sobre esta noche.
-¿Sobre el cumpleaños de Justin?- pregunto a Ryan, mientras Fredo resopla.
-Déjalo, está paranoico.- dice Fredo, rodando los ojos.
-¡No es una paranoia, joder!- dice Ryan, dando un frenazo para no atropellar a una chica que cruza tranquilamente un paso de cebra.
-Ni caso, Angie.- me dice Fredo.
Llegamos al hotel, y subimos hasta la planta de Biebs. Ryan y Fredo se van a ver a no-sé-quién en no-sé-dónde y me dejan sola ante la puerta de Justin. Éste me abre la puerta, mirando a otro lado. Lleva solamente unos pantalones negros ajustados, y lleva el pelo mojado.
-Tío, tengo muchísimas ganas de ver a ...- se gira, dándose cuenta de que estoy en la puerta.- Hostia.
Me tomo un momento para admirar que ha hecho ejercicio. Me entretengo casi sin quererlo en sus abdominales, perfectamente marcados. Luego, vuelvo a sus ojos, y sonrío con burla.
-¿Qué Biebs, te pillo en mal momento?- río, y luego le abrazo.- ¡FELICIDADEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES POR CIERTO!
-Llegas a venir cinco minutos antes, y no llevaría nada puesto.- dice él, y yo le pego en el hombro. Suelta una carcajada, y me deja pasar.- Gracias, cielo. ¿Me ayudas a elegir la ropa de esta noche?
-Por supuesto, pero antes me voy a quitar los tacones o mis pies morirán.- señalo, y sonrío. Me quito los tacones, y me dirijo a su armario. Saco una sudadera marrón clara, un jersey azul y una sudadera morada. Él observa mis tres elecciones, pensativo, y luego me mira.
-Creo que llevaré la marrón, con una camiseta blanca debajo, y unas Supras.- dice él, y yo asiento. Guardo lo demás, y le lanzo una camiseta blanca. Él se desliza dentro del baño, y se arregla el pelo, mientras que yo me tumbo en la cama, y miro al techo, enfrentándome a mis dilemas mentales.
Al cabo de un rato, Justin sale, con el pelo jodidamente perfecto.
-Ya estoy.- canturrea, y se tumba a mi lado en la cama.
Nos quedamos tumbados en su enorme cama, mirando al techo. Estamos a la suficiente distancia como para que no haya contacto entre nuestros cuerpos. Me da la impresión de que tenemos demasiadas cosas que decirnos, y ninguno sabe como empezar. Al cabo de media hora entre carraspeos y suspiros, me acerco a él, y como por un acto reflejo, él me abraza acercándome a él.
-Te... te echaba de menos.- suspira él. Yo sonrío, agradeciendo su abrazo. Necesito recuperar su amistad, nuestros buenos momentos y nuestras confesiones.
-Y yo a ti, Biebs.
-¿Sabes con qué he soñado esta noche?- dice él, y sonríe.
-¿Con qué?
-Con nuestro primer encuentro.
Cierro los ojos, recordando.

[FLASHBACK]
-¡Mamá, yo quiero volver a casa para ver Grease!- exclamo, enfadada. Llevamos casi una hora en este edificio, sentadas en unas butacas justo enfrente del "Estudio A"
-¿La ponen hoy en televisión?- pregunta mi madre, y yo asiento.- ¡Si es muy vieja!
-¡Me da lo mismo!
-Angela, estamos esperando a Usher, quiere presentarnos a unas personas.- me explica, acariciándome el pelo. Yo resoplo, cansada. Me importa mucho más John Travolta engominado y bailando, que esas personas. Seguro que son otros cantantes más mayores que yo, iguales que todos los demás y seguros de que van a tener éxito si tratan con mi madre y utilizan sus estudios.
De pronto, Usher aparece tras una esquina, sonriente. Yo me levanto de un salto, y corro a sus brazos. Él ríe, y me abraza, levantándome del suelo.
-¡USHER!
-Hola, pequeña- sonríe, y me besa la frente.- Siento no haber estado en tu cumpleaños, fue el miércoles ¿verdad?
-Sí, pero no pasa nada.- sonrío.
-¿Cuántos has cumplido?
-Doce.- río, y él me abraza de nuevo. Me fijo en que tras de Usher hay tres personas. Una mujer bajita, un hombre con algo de barba, y un chico que parece de mi edad o algo más mayor. Usher abraza a mi madre, y nos presenta.
-Bueno, chicas. Estos son Pattie, Scooter y Justin. Estamos aquí porque Justin va a grabar su primer sencillo, y quiero que estéis presentes. Creo que aquí se va fabricar algo muy grande.- explica, y los mayores entran al "Estudio A". Me quedo sola con Justin, que me dirige sonrisa.
-Hola, Justin. Yo soy Angela.- me presento.- Angie para los amigos.
-¿Y cómo te llamo yo?- pregunta.
-Angie, por supuesto.
Justin sonríe, y mira al estudio. Al ver que no reacciona y entra, intervengo, y le cojo la mano.
-¿Vamos?
-Me da miedo. ¿Y si no les gusta mi música? ¿Y si no llego a lo que ellos esperan?- confiesa, mirando al suelo.
-Para saberlo tendrás que probar.- digo, intentando animarlo.- El que no arriesga no gana, ¿no?-
Él me mira con unos bonitos ojos caramelo, y asiente. Le arrastro dentro del estudio, dónde graba su primer sencillo. Ninguno de los ahí presentes pensábamos que llegaría tan lejos.
[FIN FLASHBACK]

-¡Bieber, si quieres llegar al restaurante más nos vale salir ya!- grita Kenny, detrás de nuestra puerta. Justin se incorpora, y yo me calzo. Salimos a los pocos minutos de la habitación, y fuera nos esperan Kenny, Fredo, Ryan, Jaden y Moshe (otro guardaespaldas)
-¡Jaden!- sonrío, y le beso la mejilla.- ¡Hacía muchísimo que no te veía! Has crecido...
-He estado liado, ya sabes.- sonríe.- Me alegro mucho de verte.
Nos montamos todos en el coche, y dos guardaespaldas más nos acompañan, además de Kenny y Moshe, que van conduciendo el enorme coche.
-¿Dónde es la cena?- pregunto, curiosa.
-En Amarelli.- contesta Ryan.- Es un restaurante pijo...
-... al más puro estilo Bieber.- acaba Fredo, que se gana una colleja del mencionado. Los dos ríen a carcajadas, y los demás les acompañamos.
Al llegar a Amarelli, nos espera una escena bastante desagradable.
-Mierda.- maldice Kenny.- Paparazzi...
-Ponte la capucha, la gorra y las gafas, Bieber.- le ordena Moshe a Justin, que obedece sin perder un segundo. Los otros dos guardaespaldas salen del coche, después de ellos, Jaden y yo, Fredo y Ryan. Detrás van Kenny y Moshe. Entre los muchos paparazzi, hay bastantes beliebers, gritando, cantando el cumpleaños feliz dirigido a Justin, y sonrientes, a pesar de que los paparazzi se han instalado delante de ellas. El entusiasmo de las beliebers se ve sobrepasado por la avalancha de insultos de los paparazzi a Justin, que se cubre el rostro nada más salir del coche.
-¡Gilipollas!
-¡Maricón, que eres un maricón!
-¡Muérete ya, Bieber!
Los insultos se multiplican, afectándonos también a los demás. Cuando un paparazzi menciona a Willow, la hermana pequeña de Jaden, y suelta algo poco agradable sobre ella, Jaden explota y grita algo. El mismo paparazzi, le tira algoa Jaden a la cara que le hace un corte en la mejilla. Suelta un grito, y yo permanezco inmóvil, todo sucede demasiado rápido. La herida de Jaden parece alentar a los paparazzi. Otro, coge a Justin de la sudadera e intenta pegarle un puñetazo en la cara, y uno de los guardaespaldas lo aparta, a duras penas. Ese mismo paparazzi viene ahora a mi, insultando a Harry que ni siquiera está presente. Intento hacer como que no le oigo, pero sus insultos me hacen daño. Kenny se ve sobrepasado, y le pega una bofetada a un paparazzi que acaba de tirar al suelo a una belieber que intentaba ayudar.
-¡AL COCHE, TODOS AL COCHE!- grita Moshe. Todos nos damos la vuelta, y volvemos al coche. Los paparazzi nos acorralan, y tenemos que salir a base de empujones, y algún que otro puñetazo. Ryan llega a ponerse violento y rompe una de las carísimas cámaras de uno de los paparazzi. Cuando al fin entramos en el coche, los paparazzi golpean nuestro coche en marcha y moviéndose con sus respectivos coches, haciendo que Kenny pierda el control y acabemos estampándonos contra una farola. Kenny se da un golpe en las costillas, así que Moshe conduce hasta el hospital para que ayuden a Kenny y a Jaden.
Fredo, Ryan, Justin, Moshe y yo estamos en la sala de espera del hospital, cada uno más serio que el anterior. De Moshe es bastante normal, pero de Fredo no. Tiene una cara de auténtica decepción. Ryan, a su lado, tiene los puños apretados, y parece que vaya a derribar la pared en cualquier momento. Justin es el que más me preocupa. No se ha movido, ni ha cambiado su expresión en ningún momento. Solamente ha sacado su iPhone, y ha tuiteado "@justinbieber: Worst birthday." Parece igual que Harry el día que no hizo bien el solo de WMYB, inconsolable. Está ausente, con la mirada perdida, y los labios curvados en una mueca. Yo tengo ganas de simplemente salir corriendo a Amarelli, y darles una jodida lección de respeto a esos paparazzi. ¿Quién se creen para arruinar el cumpleaños de un chico de 19 años? No tienen ningún derecho, por muy famoso que Justin sea.
Al salir del hospital, volvemos al hotel sin una palabra. Nos reunimos en la habitación de Scooter, con este, Pattie, Alyson, Good (Ryan, el estilista de Bieber) y Usher.
-Voy a deciros una cosa, y la digo muy jodidamente en serio.- gruñe Justin.- Ya no quiero esta vida. Me he hartado de esta mierda.
Todos guardamos un silencio sepulcral, anonadados. La primera en hablar es Pattie, que con su vocecilla dulce, interviene a los minutos.
-Justin, cariño, piensa que...
-No pienso una mierda, mamá. Me he hartado, ya lo he dicho. Estoy harto de no tener una vida normal. Estoy harto de que vaya donde vaya haya o chicas chillando o gente acosándome. Estoy harto de que se viole una y otra vez mi maldita privacidad.- espeta Justin.
-A ver, Justin. Esto es muy precipitado, ten en cuenta que hay contratos y...- dice Scooter, sereno, intentando tranquilizar y suavizar la situación.
-¡A la mierda los contratos!- grita Justin, y le pega una patada a la mesa dónde está apoyado Fredo. La pata que golpea se cae al suelo, haciendo que la mesa se desequilibre y que el jarrón que está encima caiga rodando a la moqueta.
-Tranquilízate, Biebs. Podemos solucionar esto.- dice Good, poniéndole una mano en el hombro. Justin se aparta como si el contacto con él le quemara.
-¿QUE PODEMOS SOLUCIONARLO?- grita.- ¡Vosotros no estuvisteis allí! No visteis como insultaban a Angie, Fredo o Ryan. ¡No visteis como hirieron a Jaden! ¡No os enteráis de una mierda, como siempre!-
-Llevároslo de aquí, por... por favor.- susurra Pattie, sollozando. Fredo se levanta de la silla en la que se ha sentado después de que Justin "derribara" la mesa. Yo le freno, levantándome de un saltito de la cómoda en la que estoy sentada. Fredo lo capta al vuelo, y vuelve a sentarse. Me acerco a Justin, que respira con dificultad y aprieta los puños.
-Justin, vámonos.- susurro, y le cojo la mano, tirando de él.
-Suéltame.
-No, Justin.- le espeto.- Nos vamos. Ahora. A tu habitación.
Al final, coge mi mano, y sale de la habitación mirando al suelo. Avanza por el pasillo hasta su habitación, abre la puerta y entra. Me arrastra dentro, y suelta mi mano. Me encargo de cerrar la puerta, y al volverme, le veo tumbado boca abajo en la cama, sollozando. Me deslizo por la moqueta sin hacer demasiado ruido, y me siento en la cama, a su lado.
-¿Quieres hablar de ello?- pregunto. Él levanta la vista, y me mira. Luego niega con la cabeza.
-Necesito... desahogarme... pero no hablando. Como no lo haga, acabaré explotando y mataré a alguien.-dice con voz ronca.
-Está bien, quítate la sudadera.- le digo, y él me mira con cara rara.- No es el tipo de desahogo pervertido que te estás imaginando, Bieber. Por si no te acuerdas, estoy con Harry.-
-No me menciones a Styles ahora.- gruñe, apretando los puños una vez más. Se quita la sudadera y vuelve a tumbarse de cara. Deslizo mis manos por sus hombros, y comienzo un masaje en ellos. Él suelta un suspiro de alivio.
-Dios mío, Angie...
Sigo el masaje en los hombros hasta que noto que se relaja.
-Ahora, escúchame muy bien, Justin. Quiero que te concentres en algo, ¿sí? Concéntrate en algo feliz que te haya pasado.- le digo, siguiendo con el masaje.
Pasan unos segundos hasta que él habla.
-Vale, lo tengo. ¿Lo tengo que contar en voz alta?
-Sí.
-Solía ayudar a mi abuela a cocinar los sábados cuando iba a su casa. Siempre me hacía feliz ayudarla, aprendía mucho y aprovechaba para cantarle algo, siempre era algún éxito de hace muchos años, como a ella le gusta.- narra, esbozando una sonrisa.- Una tarde, decidimos hacer la tarta favorita de mi abuelo, la de chocolate negro. Me acuerdo que me hizo muchísima ilusión, ya que sabía que a mi abuelo le encantaría. Nos pusimos a ello, y trabajamos como dos locos en la cocina, mientras mi abuelo estaba fuera. Conseguimos una tarta perfecta, con la cobertura perfecta y la esponjosidad idónea. Cuando mi abuelo llegó, se encontró la televisión puesta con un partido de hockey importante, y una tarta de chocolate, su favorita, en la mesa. Nunca olvidaré la cara de felicidad que puso cuando lo vio... y lo feliz que fui yo al saber que le gustaba mi tarta.-
Cuando acaba, nos quedamos en silencio, y yo acabo el masaje.
-¿Me has hecho recordar un buen momento para olvidar los malos momentos de hoy?- pregunta, girándose.
-Chico listo.- sonrío.- ¿Ha funcionado?
-Desde luego que sí.
Se incorpora, y me abraza. Al abrazarlo, miro su reloj y me doy cuenta que debería volver a casa, ya que no quiero líos con Kris. Me despido de él a toda prisa, y salgo corriendo del hotel, cojo un taxi, y vuelvo a casa. Al llegar, abro la puerta sigilosamente, y al no ver ninguna luz, supongo que Kris sigue de fiesta. Avanzo por el pasillo de entrada, y cuando pongo un pie en el primer escalón, la voz de Kris me advierte desde uno de los sofás.
-Estás en problemas por mentir a tu mejor amiga, Farrell.

1 comentario:

  1. ASDFGHJKLÑ chica, no sé cómo lo haces pero cada día me gusta más. No me dejeh con ese final, no quiero ser mala y echarte la bronca JAJAJAJAJAJA. Siguieeente ya, Farrell.<3

    'Kristen'.

    ResponderEliminar