8.3.13

And she will be loved, chapter 38.



-Angie-
Ha sido un mes para recordar. Ha habido momentos que me gustaría poder guardar en un tarro de cristal, y poder revivir cuando yo quisiera. He pasado mucho tiempo con Harry, todo el que he podido. Pero también he pasado tiempo con los chicos. Hemos hecho "turismo", hemos visto películas, hemos hecho paseos por el Támesis... Una noche fuimos de acampada, pero hacía tanto frío que tuvimos que volvernos a las 4 de la mañana a casa. Me he despertado abrazada a Harry todas las mañanas, sin dejarme ninguna. Le he besado muchas veces, hasta que a ambos nos ha faltado el oxígeno. He intentado aferrarme a él, intentando que se quede conmigo. Pero esto es algo que tenía que pasar.
Esta noche no he dormido ni una hora. Después de nuestra última vez, me ha sido imposible dormir. Me he quedado mirándole toda la noche, memorizando sus rizos. Sus facciones. Reviviendo todos esos momentos que hemos vivido en estos meses. Escuchando su respiración serena. A las 7 ha sonado el despertador, y nos hemos despertado. Más bien, él se ha despertado. Le he susurrado con voz débil un "no te vayas". Él me ha abrazado con fuerza, y me ha susurrado "no me iría si no fuera estrictamente necesario, pequeña." Me ha besado, y mis lágrimas han mojado sus mejillas. Lou nos ha llamado a desayunar. Con esfuerzo, y pocas ganas, nos hemos levantado y vestido. Ha cerrado sus maletas, y mientras lo hacía, me he acordado de su canción Summer Love. Con voz temblorosa, con miedo a echarme a llorar, he canturreado una parte "Can't believe, you're packing your bags. Trying so hard not to cry. Had the best time, and now it's the worst time, but we have to say goodbye." Él se ha girado, y me ha susurrado su parte, acariciándome las mejillas. La ha cambiado, solo por mi: "So, promise that you're gonna write, and promise that you'll call. Just promise that you won't forget we had it all." Nos hemos abrazado, luego hemos desayunado con todos, y hemos salido hacia el aeropuerto.
Y aquí estoy, sentada en una zona VIP del aeropuerto, justo al lado de la puerta por la que tienen que salir para ir a su jet privado. Harry está apretándome la mano, en un intento por consolarme, que no sirve de nada.
Una azafata sale por la puerta de cristal, y viene hacia nosotros. Rezo, y suplico que tarde mucho. Pero no, ella parece hasta que se da prisa por llegar. Gruño por lo bajo. Ella para a pocos metros, y anuncia:
-Deben embarcar en 5 minutos.- observa, preocupada, como Kris y yo soltamos un sollozo.- Les dejo para que... se despidan.
Mi corazón va rápidamente, y a riesgo de romperse. Respiro con dificultad. Harry se levanta, y yo me sincronizo con él. Me coge las manos, con timidez, y clava sus ojos verdes en mi.
-Pequeña, sé que esto no va a ser fácil para ninguno de los dos. Pero quiero que tengas claro que te quiero, y que un océano y cuatro meses no van a cambiarlo.- dice, y acto seguido junta su frente con la mía.- Te voy a echar de menos cada segundo.
Yo me seco las lágrimas con la manga del jersey, y esbozo una sonrisa.
-Quiero que disfrutes de estos cuatro meses cumpliendo tu sueño, y haciendo lo que te gusta hacer. Quiero que seas feliz, y que no te olvides de mi. Te quiero ¿vale?-
-"Baby, you don't have to worry. I'll be back for you, back for you, back for you, you."- susurra él, y me besa con fuerza. Intento acordarme de cada detalle, a pesar de que las lágrimas y el dolor me ciegan. Me doy cuenta que es el último beso en cuatro meses. Él se separa, y se despide de Kris. Niall me abraza con fuerza, y me arranca una sonrisa a regañadientes.
-Pásalo muy bien, rubito.- le digo, sonriente. Él me besa la mejilla.
-No será lo mismo sin ti, Angie.
Zayn y Louis me levantan por los aires entre los dos y me besan cada uno una mejilla. Liam me abraza con cariño, y me suplica que cuide de Kris. Harry me abraza otra vez, y me besa la frente. Aspiro su olor, intentando guardarlo en mi memoria. y unos instantes después, empieza a separarse de mi. Milímetros, centímetros, metros. En unas horas serán kilómetros.
Los chicos van hacia la puerta, y yo abrazo a Kris, que está peor que yo. La última imagen que tengo de Harry, es una sonrisa de esas tan suyas dedicada a mi. Sonrío también, y Kris y yo nos asomamos a la cristalera que da a la pista. Los vemos correr hacia el avión. Louis, Zayn y Niall se montan en el avión, diciéndonos adiós. Harry y Liam miran sus móviles, y nos sonríen, con lágrimas en los ojos. Sonreímos, y a Kris le llega un mensaje: "No sonríais, preciosas..."
A mi me llega otro al instante: "...que nos enamoramos. Harreh&LeeYum." Kris y yo sonreímos, emocionadas, y nos llega otro mensaje a la vez. "Es una indirecta para que sonríais mucho mientras nosotros no estemos. Te quiero, pequeña. Harry" El de Kris es igual, despidiéndose con un "amor" y firmado por "Liam" Nos lanzan un beso, y se meten en el avión. Dos trabajadores de aeropuerto nos acompañan por pasillos y pasillos que nos ingeniamos en seguir, a pesar de las lágrimas. Nos dejan en la entrada del aeropuerto, desde donde cogemos un taxi, que nos lleva a casa de los chicos.
Es un mazazo emocional demasiado grande para las dos entrar allí sin ellos. No es lo mismo sin Niall riéndose con Louis, y Zayn pavoneándose de un lado a otro. Y sobretodo, sin Liam y Harry. Cogemos nuestras maletas, que seguían ahí desde el día que volvimos de EEUU. Las lanzamos escaleras abajo, y salimos corriendo de la casa. Nos montamos en otro taxi, que nos conduce a nuestra casa. Dejamos las llaves de la casa de los chicos en una especie de arbolillo de plástico para dejar las llaves. Ninguna de las dos tiene ganas de hablar, así que nos dedicamos a deshacer las maletas en nuestras habitaciones.
De entre dos jerseys que aún huelen a él cae un sobre. Dejo los jerseys en una silla, cojo el sobre y me siento en la cama. En una cara pone: "Para Angie." Lo abro, casi con impaciencia. Dejo caer el sobre al suelo, y me quedo con un folio azul doblado en la mano. Lo desdoblo.
"Lo último que quiero es hacerte esto más difícil. Pero necesitaba escribirte esto, necesitaba recordarte una vez más que eres lo más grande que tengo, que eres la suerte de mi vida sin ninguna duda. Estos seis meses contigo han sido lo mejor que podría haberme pasado. El despertarme cada mañana a tu lado, tus besos, tus risas, esa preciosa peca que tienes en el omóplato derecho. Como encajan nuestras manos. La felicidad que siento cada vez que me tocas. La "magia" que desprendemos cuando hacemos el amor cada noche. ¿Lo más especial? Que cada noche es distinto, cada noche es mejor que la anterior. Lo perfecto que te queda el conjunto de lencería verde que te regalé. Lo mucho que te quiero, y lo mucho que te necesito. Como dicen en una de tus películas favoritas, el tiempo que quiero pasar a tu lado no puede medirse, así que empecemos con un para siempre. 
En 122 estaré ahí de nuevo, estaré de vuelta antes de lo que crees. 
La distancia y el tiempo no importan, pequeña.
Te quiere, Harry."
Doblo la carta, con lágrimas en los ojos. Esta vez son casi de felicidad, esa carta me ha dado algo con lo que creo que podré superar estos cuatro meses. Después de todo, 122 días son muchos días, pero no importa.

-Narrador-
Kris acaba de vaciar la maleta, y se tumba en la cama, intentando alejar todo de su mente. Pero dos voces se quedan en ella: "-¡Desde luego, Kristen, no se para que te enamoras! Niña estúpida. El amor solo sirve para sufrir. +Eso no es así. Con Liam aún no he sufrido, y si sufro no será porque él lo quiera así. Liam me quiere." Finaliza el diálogo con ella misma, con sus dos partes de ella misma, poniéndose una almohada con la bandera inglesa en la cabeza. Recuerda todo lo que le ha dicho Liam. Le ha prometido que van a hablar, que la distancia no es nada. Que no quiere que ella sufra. Que la quiere. La quiere más que a su propia vida. Más que nada en este universo.
Kris suspira, como una enamorada. Aunque eso es lo que es, una enamorada. Suspira pensando en sus besos. En ese último beso. Ese "no sonrías que me enamoro."
Repasa mentalmente todo lo ocurrido en esos meses, y se da cuenta de que hace varios meses que no habla con su padre, y la verdad es que él no da señales de querer hablar con ella. Imbécil. Supone que su padre jamás la ha querido, que la veía como una carga tras la muerte de su madre. Suspira de nuevo, de nostalgia. Su madre, Charlotte. Le gustaría hablar con ella, que le diera consejos. Que la abrazara, que le diera ese amor familiar del cuál está tan necesitada. Ese amor que solo ha recibido por parte de su única familia estos meses, Liam, los chicos y Angie. Es un alivio que Angie esté allí con ella, va a ser un gran apoyo. Le ha cogido mucho cariño, es ya como esa hermana que jamás quiso darle su padre.
Una lágrima se resbala por su mejilla, juguetona. Kris se apresura en secarla, pero la tormenta llega. Comienza a llorar desconsoladamente. Ya no sabe si es por Liam o por sus padres. O por su pasado. Intenta secarse las lágrimas, pero se moja las manos. Angie entra por la puerta del vestidor, y la abraza, como si tuviera un radar para detectar cuando necesita que la consuelen. Se abrazan, y Angie se apresura en secar las lágrimas de Kris con la manga de su jersey.
-No quiero que llores, Kris. Tienes que ser fuerte. Si te derrumbas ahora, estos meses van a ser muy difíciles.- dice, mientras le besa la frente.
-No sé porqué... lloro. No sé si es por Liam... o por mi padre.... o no sé.- gimotea Kris. Angie niega con la cabeza.
-Pues no puedes llorar. Por Liam no, porque él te quiere. Y lo sabes Kris.- se interrumpe a si misma, como buscando las palabras.- Y por tu padre, no te dejo llorar. No por ese capullo. Olvídalo.
Kris asiente, y abraza de nuevo a su amiga. Necesitaba que alguien le diera esas fuerzas que ella misma no puede darse.
-No sé que haría sin ti, Farrell.
-Lo mismo que yo sin ti, Jones.
Sonríen, y para apartar los malos pensamientos de su cabeza, se dedican a cotillear el vestidor, y a probarse la ropa.

-Justin.-
Después de una oleada de flashes, consigo meterme en el coche sin que los paparazzis me toquen demasiado la moral. Fredo y Ryan entran conmigo al coche, al igual que Kenny.
-Estos británicos, están locos.- suspira Ryan, y se estira en su asiento.- Qué paliza de vuelo, tío. Estoy reventadísimo.
Le escucho a medias. Miro por la ventana, escudriñando Londres. Preguntándome donde se esconderá Angie. Necesito verla ya. He llegado a la (absurda) hipótesis de que es como una droga, mi droga personalizada. Me he abstenido demasiado tiempo de probarla, y estoy muy necesitado. Demasiado para mi gusto. Me da miedo ponerme a contar cuanto llevo sin sexo. ¿Y sin un beso? Madre mía. Ryan sigue soltando un rollo que no se lo traga ni él. Y yo sigo pensando en Angie. Los labios de Angie, el pelo de Angie, la risa de Angie, los ojos de Angie. Esto comienza a ser enfermizo.
-Tío, Biebs, pasas de mi de una forma...- protesta Ryan.
-Déjalo, Ryan. Está demasiado ocupado excitándose mentalmente con Angie.- exclama Fredo. Este comentario propio de él, provoca las risas de Ryan y Kenny, y una patada dirigida a su entrepierna por mi parte. Fallo, lo que provoca que sus risas se incrementen.
-Eh tío, eres cruel.- le bufo.
-¿Cruel yo? Bieber, Angie te pone muchísimo.- me espeta Fredo. Voy a gritarle algo, pero me frena, diciendo.- Que sí, tío. Que la quieres, y estás enamorado de él. Pero te pone muchísimo.-
Kenny se ríe con fuerza, y Ryan igual. Yo me sonrojo, y ellos gritan, y susurran "¡te lo dije, te lo dije!" Kenny se pone los cascos, para evitar nuestras conversaciones pervertidas. Ryan sonríe, y dice, en susurros:
-Eh, Bieber, imagínatela en tu cama.
-En ropa interior.- añade Fredo.
-¿Qué cojones dices, tío? ¡En ropa interior no mola! ¡Sin ropa interior!- exclama Ryan. Yo suspiro, pero imágenes no aptas para niños vienen a mi mente. Mierda.
-Vale, sin ropa interior.- acepta Fredo.- Y con pétalos de rosa.
-Que cursi, dios mío.- se lamenta Ryan.- Bueno, al grano. Te susurra: Bieber, hazme lo que quieras.
-Con voz sensual.- añade Fredo.
-¡Callaros, coño!- exclamo yo. Mi imaginación de chico de 18 años está empezando a dispararse, y no quiero ningún herido. Fredo y Ryan se rien como dos imbéciles.
-¡Oh, si Bieber!- gime Ryan, poniendo voz de tía. Hasta Kenny se ríe, y eso que va con los cascos. Yo niego con la cabeza, y ellos se ríen de nuevo. Pasan todo el trayecto hasta el hotel haciendo el gilipollas.
Yo miro el twitter de Angie, a ver si me da alguna pista de dónde vive. Leo su último tweet "@angiefarrell: @Harry_Styles, te echo de menos ya. 122 días parecen muchos días."
El tweet no lleva ubicación ni nada de nada. Me veo contratando un detective privado para que me diga dónde vive. Llegamos al hotel, y del coche que va detrás del mío, salen las bailarinas. Nicole sale detrás, cotorreando por teléfono. La miro sin mucha atención, parece muy alegre.
-¡Si tía, ya estoy en Londres! Tienes que darme tu dirección, o algo. A ver si salimos juntas algún día, y os quito a Kris y a ti esa depresión que lleváis en el cuerpo...
Me giro al oír el nombre de Kris. Entonces... ¿está hablando con Angie? El siguiente trozo de conversación que oigo, me lo confirma. "¿Y qué te dijo Harry?"
Sonrío. Nicole va a ser quién me lleve hasta Angie. Aplausos para mi inteligencia prodigiosa, por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario