1.2.13

And she will be loved, chapter 21.


-Angie-
Harry me mira, algo preocupado.
-¿Estás bien?- me ha repetido esa misma pregunta un millón de veces desde que pasó lo de Chris. Clava sus ojos en los míos, y yo bajo la mirada. Las palabras de Scooter siguen en mi cabeza. Y su mirada insistente, desde el otro lado de la pista, no ayuda demasiado. Harry sigue mirándome, y yo al final asiento.
Niall acaba de manera triunfal con Super Bass de Nicki Minaj. Nicole y Sarah entran al escenario, dispuestas a intentarlo con Can't Be Tamed, de Miley Cyrus. La verdad es que se lo curran, y el baile les queda sexy. Los chicos no hacen más que silbar, y eso las anima aún más.
-¡Harry Styles y Justin Bieber!- anuncia Kenny, que tiene un jarrón enorme lleno de papelitos blancos con nuestros nombres. Mete la mano en otro jarrón.- ¡Y cantaréis She Will Be Loved, de Maroon 5.-
Harry me abandona unos instantes, y yo siento como que me va a dar algo ahí mismo. She Will Be Loved es una de mis canciones favoritas. Y la van a cantar las dos personas más importantes para mi.
Liam se me acerca, algo tímido, y yo le sonrío.
-Hola, Lee.
-Gracias.
-¿Gracias? ¿Por qué?- pregunto, curiosa.
-Por animarme con lo de Kristen. De verdad.- dice, sonriente. Luego se muerde el labio inferior, y me abraza.- ¡Soy tan feliz, Angie!
Yo río, y apoyo la barbilla en su hombro.
-¡LAS MANOS FUERA DE MI CHICA, LEE-YUM!- le grita Harry a Liam. Niall y Louis ríen por lo bajo. Busco a Zayn con la mirada, y como no, me lo encuentro ligando con Becca, una de las bailarinas. Sin remedio. Este chico es un caso perdido. Aparta los ojos de Becca, y me mira como diciendo "¿Qué pasa, eh?" Yo río a carcajadas, y miro al escenario, donde empieza a sonar She Will Be Loved.
 Beauty queen of only eighteen.
She had some trouble with herself.
He was always there to help her,
She always belonged to someone else.
I drove for miles, and miles.
And wound up at your door.
I've had you so many times but somehow
I want more.
I don't mind spending every day,
Out on your corner in the pouring rain.
Look for the girl with the broken smile.
Ask her if she wants to stay awhile.
And she will be loved,
She will be loved..
La letra de esta canción siempre me emocionaba cuando la escuchaba sola en mi cuarto. Siempre la escuchaba cuando echaba de menos a Justin. Era nuestra canción. Siempre que nos echábamos de menos, mutuamente, escuchábamos She Will Be Loved. Pero ahora hay otro chico cantándola. Es Harry.
En mi campo de vista hay dos chicos jodidamente perfectos, ambos a su manera. Los dos de la misma edad, de 18. Los dos cantan mirándome. Y ambos me están matando de amor. En un momento dado, mi cabeza empieza a pensar en ambos de la misma forma. Empieza a fantasear ella sola con una relación con Justin. Pero la freno. No, Angie, no. Tú estás con Harry. En ese momento, aparto la vista del chico de ojos dorados, y la fijo en el chico de ojos verdes. Su mirada me tranquiliza. Me hace aclararme de que sí, que le quiero a él.
Mientras suena la canción, repaso con la mente lo que ha pasado en los últimos meses, y me doy cuenta de que mi vida ha sido una montaña rusa. Ha habido muchos bajones, y muchas subidas repentinas. No sé si eso es bueno.
Mis ojos enfocan al chico de ojos dorados, de nuevo. Su sonrisa. Esa sonrisa. Esa sonrisa que me hizo volverme loca. Pero aparece Harry de nuevo, enamorándome con cada nota, con cada movimiento.
Dios mío, debo estar volviéndome loca. No puedo pensar en Justin de la misma forma que pienso en Harry. Más que nada, porque Harry es mi novio y Justin es como mi hermano. No quiero nada con Justin. Quiero a Harry. Mi cabeza sigue por libre, pero cuando Harry se arrodilla, acercándose más a mi, y entona su parte, salgo de dudas.
 I know where you hide.
Alone in your car.
Know all of the thing that make you who you are.
I know that goodbye means nothing at all.
Comes back and begs me to catch her every time 
She falls.
Me pongo de puntillas, y nuestros labios se tocan, a duras penas. Noto de nuevo todos los ojos en nosotros. Noto como él sonríe. Siempre sonríe en mis labios cuando me besa, y es la mejor sensación del mundo.
Noto como que vuelo, y entonces entiendo de verdad qué es eso de estar a tres metros sobre el cielo. Estoy como por encima de esa gente que me mira, de sus opiniones. Yo estoy con Harry, con sus labios haciéndome perder la cordura.
Nos separamos, cuando la canción acaba, y mi cabeza me afirma lo que yo ya tenía claro, pero esa canción me ha hecho dudar.
Quiero a Harry. Y le quiero hoy, mañana, y siempre.
Pero Kenny nos jode el momento en el que me sumerjo en sus ojos.
-¡Angie!- hace una pausa.- ¡Que cantará Give Your Heart A Break!
"Oh, genial. Ahora tengo que subirme al escenario, y cantar para que Scooter siga analizándome y diciéndome que tengo talento"
Casi con resignación, subo al escenario, donde Harry me abraza. No tengo ni idea de dónde está Justin, pero bueno.
Intento cantar lo mejor que puedo Give Your Heart A Break. Es difícil, Demi Lovato es buenísima cantando. Acabo con el peculiar público en el bolsillo. Todos me miran, entusiasmados, y asienten. ¿Les gusta como canto, en serio? Me sorprende, hasta ahora, la ducha era mi única fan. Bajo del escenario, algo frustrada. Los chicos se van a no-sé-dónde, pero dejan a Niall solo.
-¡Te han abandonado, Horan!- le grito.
Él ríe, y me sonríe.
-Cantas de miedo, Farrell.
-Que va...
-¡Podrías grabar un disco con nosotros!
-Niall...
-¡Y luego te vendrías de gira con nosotros!
-Eso ya lo estoy haciendo ahora.
-¡Seríamos One Direction & Angie!
-Niall...
Él sigue con sus fantasías. Necesito que se calle, me está poniendo nerviosa. Le robo a Kenny una magdalena que tiene por ahí, y se la pongo delante de la cara a Niall.
-¿UNA MAGDALENA?- dice, robándomela de las manos.- ¡GRACIAS!
Se la come casi de un mordisco.
-¡ME EMCAMTA!- grita, con la boca llena, y soltando migas al hablar.
-Niall, por Dios.- digo riendo.
-Om, lo ziento.- dice él, soltando más migas.
-No tienes remedio.- digo yo, negando con la cabeza. Él me sonríe, con los dientes marrones por las pepitas de chocolate que lleva la magdalena.
-¡NIALL HORAN!- grita Kenny.- ¿QUÉ TE HE HECHO YO PARA QUE TE COMAS MI MAGDALENA?
Niall pone cara de no haber roto un plato en su vida.
-¡Me la ha dado Angie!
Yo le miro, fingiendo sorpresa.
-¿Yo?- miro a Kenny, fingiendo un puchero.- ¡Kenny, tu sabes que yo no te haría eso!
-Lo sé, Angie.- dice él, sonriendo.- ¡TE LA VAS A CARGAR, DUENDE IRLANDÉS!
-Esta me la pagas, Farrell.- dice Niall, riendo mientras Kenny empieza a perseguirle.
Río a carcajadas, mientras los veo perseguirse. Entro al backstage, aburrida. Quiero hablar con Nicole.
Mientras camino entre el cableado, oigo un gemido por lo bajo. Me pica la curiosidad, y me dirijo hacia dónde creo que viene el sonido.
Y lo que veo después me deja bastante sorprendida.
Justin tiene contra la pared a Sarah. No me parecería raro si no fuera porque Sarah está liada con Jake, otro bailarín. Pero no parece que lo pase mal mientras Justin pasa sus labios por su cuello.
Me enfurece verles así. Me enfurece el hecho de que estoy segura de que ha sido Justin quién la ha convencido. Me enfurece el hecho de que parece que la vena pervertida-creída-prepotente vuelve a aparecer en él. Me toca la moral el hecho de que me prometió que no iba a cambiar de nuevo.
Me enfurece el hecho de que me mentía. De que era todo una trola, probablemente para apartarme de Harry y llevarme a la cama.
Abandono el backstage, furiosa con él, y conmigo misma. ¿Cómo he podido ser tan ingenua?

29.11.12.
-Angie-
Las semanas pasan rápidas. Conciertos, conciertos, y conciertos. Fans ilusionadas, lloros, gritos...
Amanezco en Nueva York.
Repaso mentalmente que día es, y qué se supone que pasa hoy, me parece recordar que es algo importante. Cierro los ojos de nuevo, no parece importante.
Recuerdo algo así como que mañana es el concierto en el Madison Square Garden. Bien. Bueno. Es importante. Pero no tanto.
De pronto, me incorporo de golpe.
Hoy cumplo dos meses con Harry.
Os parecerá una bobada. Son sólo dos meses. Pero para nosotros han sido como años. Han sido tan perfectos, que me da miedo despertarme y que sólo sea un sueño.
Me giro, esperando encontrar a Harry al otro lado. Pero no está.
Hay una hoja de papel en su lugar.
Aún medio dormida, miro el papel.
Hoy, 29 de Noviembre, hace dos meses del mejor día de mi vida.
Salías de tu motor home, con ese jersey rojo, corto con el logo de Batman. Lo recuerdo perfectamente, porque estabas perfecta. Como siempre. Me choqué contigo. Iba fantaseando sobre tus labios. Llevaba fantaseando con encontrar alguien como tú varios años, Angie. Llevaba esperando sentir lo que siento cuando estoy contigo mucho tiempo. No sabes lo que provocas en mi, simplemente cuando rozas tu piel con la mía. Me siento en el centro del universo, flotando. Pienso en tus labios las 24 horas del día, y te besaría todo el día. Te besaría hasta que no pudieras respirar, y me suplicaras que parara. 
A lo que iba, pequeña. Cuando caímos al suelo, lo supe. Supe que debía besarte. Me perdí en tus ojos una y otra vez, hasta que al fin, nuestros labios se tocaron. Quería ponerme a gritar, Angie. Era feliz. Porque cuando me besaste, se me paró el tiempo. Hacía mucho que no experimentaba eso. 
Mi vida, eres lo mejor que tengo. Siento que te hayas despertado y que yo no esté a tu lado. Pero para conmemorar nuestros dos meses, te he preparado algo. Solo tienes que salir del motor home, y preguntarle a Niall, Louis, Liam o Zayn, enseñándoles esta carta. Ellos te dirá de que va todo esto. 
Te amo.
Harry.
Me quedo mirando la carta con cara rara. Me ha encantado, pero ¿y ese final? Bueno, le haré caso. Me levanto, y me pongo una falda. Me apetece bastante, y hace buen día en Nueva York: http://www.polyvore.com/3msc/set?id=38867953. Cojo un jersey de color parecido a la camiseta, por si tengo frío, y lo meto en el bolso. Salgo del motor home, y veo a los chicos.
-¡ONE DIRECTION!- grito.
Ellos me miran, y se acercan riendo.
-VAS' HAPPENIN', ANGIE?- me grita Zayn.
-¡Menos cachondeo, y más explicarme de qué va esto!- les señalo la carta de Harry.
-Oh, bien.- dice Louis, sonriendo.
-Le tienes totalmente loquito, Angie.- dice Liam, riendo.
-Toma, esto es suyo.- dice Niall, dándome otro papel.
Veo que a pesar de que mi plan es raro, y habrás puesto cara de "¿pero este tío está bien de la cabeza?" me has hecho caso. Pégales de mi parte si se cachondean mucho.
Bueno, pequeña. Te acercas a mi. 
Ahora tienes que coger un taxi, y que te lleve a Prospect Park, en Brooklyn. Allí, tienes que dirigirte a la entrada principal. Siguiendo el sendero principal, pasando cerca del estanque de los patos. Allí en frente, hay un quiosco. Habla con el hombre, se llama Clark.
Te quiere, Harry.
Yo leo con cuidado, y asiento.
-Bueno, pues me voy a Prospect Park.- digo, y me despido de ellos.
-Suerte, cielo.- me dice Niall, y los demás me abrazan con él.
Salgo del parking en el que estamos, y salgo a la calle después de someterme a un control de seguratas como armarios. Cojo un taxi, y le pido que me lleve a la entrada principal de Prospect Park.
Después de un rato, pago el taxi, y salgo a la entrada de Prospect Park. Hace un día cálido, casi primaveral. Camino por el parque, siguiendo las indicaciones de Harry. Los árboles tienen las hojas naranjas, y marrones. Algunas incluso rojizas. La luz se cuela por ellas, y le da una luz preciosa al parque.
Veo el quiosco, y a un hombre viejo pero con cara afable dentro. Me acerco, tímidamente.
-Hola, jovencita.- dice, sonriendo.- ¿Qué desea?
-¿Es usted Clark?- digo.
-Así es.
-Mire, es que mi... mi novio está haciendo algún tipo de juego conmigo, algo así como de pistas, y la pista me conduce aquí. ¿Tiene usted algo para mí?- pregunto, sonrojada.
Clark ríe, y me mira.
-¿El chico del pelo rizado?- yo asiento.- Oh, sí, se llamaba Harry, y me dejó algo para ti.
Me entrega un papel como los anteriores, y una chocolatina. Mars.
-Muchísimas gracias, Clark.- le sonrío.- Que tenga un buen día.
-Jovencita.- me dice, cuando empiezo a alejarme.- Ese chico te quiere. No le dejes escapar.
Yo río, y él me guiña un ojo. Me despido de él, y sigo mi camino. Abro el papel.
Bueno, si lees esto es que vas por buen camino, pequeña. Mientras disfrutas de tu Mars, voy a darte la siguiente pista. Tienes que cruzar Prospect Park, y salir por la entrada cercana al Carrousel. Ya allí, anda por esa calle. Te encontrarás una florístería. La mujer de la tienda se llama Evangeline. 
Te quiero, Harry.
Suspiro. Sigamos con la caza del tesoro. Saboreo la chocolatina, que por cierto es mi favorita. No sé cuando se lo he dicho a Harry, pero bueno. Es un detalle precioso.
Cruzo el parque, y salgo por la entrada cercana al Carrousel, en el que montan varios niños. Sonrío, y llego a la floristería, en un abrir y cerrar de ojos.
Entro en la tienda, y una mujer de unos 50 años, me atiende.
-Sé quién eres, él te describió.- dice, como recibimiento. Vale, que mujer más rara.
-¿Es usted Evangeline?
-Exacto. Tu debes de ser Angie. Harry pasó por aquí. Te dejó esto.- me da un papel, y dos rosas blancas, sin espinas. Le doy las gracias a Evangeline, y salgo de la tienda.
Perfecto pequeña, lo estás haciendo genial. Espero que esas rosas te gusten. Cada vez estás más cerca de mi. Bueno, pues ahora viene la parte más díficil, y en la que posiblemente vas a pasar más vergüenza. 
Tienes que seguir por esta calle, y luego girar a la izquierda. Sigue por esa calle, hasta una tienda con el toldo rojo, rojo pasión. No te digo que tienda es, si no no querrías entrar.
Casi puedo verte. Te quiero mucho, Harry.
Este chico me da miedo... ¿Qué habrá planeado? ¿Y eso de no decirme la tienda? Que mal rollo me da esto. Sigo andando y giro a la izquierda. Hay bastante gente, para ser las 12 de la mañana. No quiero imaginarme a que hora se habrá levantado Harry para preparar todo esto.
Veo la tienda del toldo rojo. Y a medida que me acerco, me doy cuenta de por qué no quería Harry decirme que era. Es una tienda de lencería. Temptation.
El nombre lo dice todo. Entro, con las mejillas ardiendo, y una chica pequeñita ríe cuando entro.
-Hola, ¿eres Angie?
Asiento y la miro.
-Tu novio dejó esto. La única condición que me puso es que te lo pusieras, si no no te doy el papel.- dice ella, sonriente. Yo suspiro y ella ríe.
Me entrega una bolsita, y me indica el probador.
Dejo la bolsita en la banqueta. Me da miedo abrirla. No quiero saber que es, pero me armo de valor, y la abro.
Me quedo maravillada. Es el conjunto de lencería más precioso que he visto nunca. Es un conjunto de sujetador y bragas, verdes esmeralda. Como los ojos de Harry, o más oscuro. Río yo sola con la comparación. Me lo pruebo, y resulta que es mi talla. Sospechoso. Me pongo de nuevo la ropa, con una sonrisa de imbécil en la cara. Salgo y la chica me hace enseñarle que lo llevo puesto, y me entrega un papel.
-Que suerte tienes de tener un chico así... ¡Mucha suerte, cielo!- me dice. Yo le sonrío, y salgo.
Te lo dije. ¿Ha sido muy insoportable para ti?
Espero que la chica te haya parecido maja, a mi me ha tratado genial. Aunque el conjunto lo he elegido yo...
Bueno, pequeña. Cada vez queda menos. Ahora, tienes que volver a la calle principal, y avanzar hasta encontrar una tienda de fachada rosa. Espero que te guste lo que hay dentro.
Te quiero, Harry.
Suspiro, y sigo mi camino hasta el sitio indicado. Es una pastelería casera, todos esos cupcakes perfectos que exponen en el escaparate los han hecho uno a uno.
Me recibe una chica joven, de mi edad.
-Hola, tu debes de ser Angie.- yo sonrío, y agradezco no tener que dar explicaciones.- Ahora mismo te doy lo que tu novio ha dejado para ti.
Saca una bolsa de papel con una caja dentro. Hay cupcakes caseros. En la caja, hay un papel pegado.
-Muchas gracias.- sonrío, y me voy.
Miro el papel.
Bueno, pequeña. Ya has hecho todo lo que he preparado para ti. Ahora simplemente, sigue las flechas.
Te adoro, Harry.
¿Que siga las flechas? ¿Qué flechas? ¿De qué me habla este hombre?
Levanto la mirada de la carta y observo la calle. Hay unos papeles dorados con flechas señalando a una dirección. ¡Qué raro! ¿Habrá un circo, o algo?
Me doy a mi misma en la cabeza ¡FLECHAS! Tengo que seguir las flechas.
Así que me encamino en la dirección que me indican las flechas doradas. Me conducen hasta un rascacielos, en el que entro algo cortada. En la recepción, pregunto a un hombre con cara de amargado.
-Oiga, disculpe...
Le explico toda la historia, y me mira con cara de asco. Mucho asco.
-Ese chico está en la azotea. Adiós.
Se da la vuelta, y pasa de mi olímpicamente. Pobre hombre, no habrá tenido suerte en el amor, y estará amargado. Bufo, y busco el ascensor con bastante éxito.
Subo al ascensor, hasta la última planta. En el ascensor suena una canción de The Beatles. Taconeo, impaciente. Se abre la puerta, y me fijo en que tengo que hacer un tramo de escaleras para llegar a la dichosa azotea. Pero merece la pena.
Es como un bosque en mitad de la ciudad. Hay árboles, e incluso césped. Podría ser un cachito de Central Park. Avanzo con cuidado, sin saber muy bien a dónde ir, o qué hacer. Simplemente, maravillada por el lugar. Alguien me coge de la cintura. Me tapa los ojos con un pañuelo, y me retira las bolsas de la mano, junto con mi bolso.
Sus labios se deslizan por mi cuello, peligrosamente acercándose hacia mi escote. Sé exactamente quién es.
Sin una palabra, me conduce andando, a ciegas. Paramos, y me quita la venda. Hay una cesta de picnic, y un mantel en el césped.
Y Harry Styles está detrás de mi, besándome el cuello.
No imagino nada mejor.

1 comentario:

  1. dios que bontiooo1 pero seria mas bonito si lo hubiera echo justin :( subeee pronto cielo(L)

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