2.2.13

And she will be loved, chapter 22.


-Harry-
La veo llegar. Voy por detrás de ella, así que no sabe que estoy aquí. Me acerco sigilosamente a ella, y le tapo los ojos. Te quito las bolsas de la mano, y el bolso. Luego, le acaricio el cuello con los labios.
Es increíble lo mucho que me sube la adrenalina con solo tocarla.
La conduzco a través de la azotea-bosque, hasta el mantel de picnic. Dejo las bolsas, y le quito la venda.
Vuelvo a su cuello, mientras ella suspira.
-Dos meses, pequeña. Dos meses.- canturreo. Ella ríe, y gira sobre si misma para quedar a centímetros de mi. Pega su frente a la mía.
Casi sin pensarlo, me humedezco los labios, y ella sonríe. Mi corazón salta cuando me doy cuenta de que soy la causa de esa sonrisa perfecta.
-Me has hecho tantos regalos... Yo no tengo nada para ti.- suspira ella, nerviosa.
-Tu presencia aquí, y ahora es un regalo, tonta.- le susurro. Ella suelta una risita y me besa los labios levemente. Se separa un poco, pero la vuelvo a pegar a mi.
-¿Qué ha sido eso?
-¿El qué?- dice ella, desconcertada.
-¿Llevamos saliendo dos meses, y me felicitas besándome así?
-Te beso como me da la gana.
-Pues entonces no voy a soltarte.- río yo.
-No lo hagas.
Su tono es serio. Yo le acaricio la mejilla, con ternura, y susurro:
-Nunca voy a soltarte, pequeña.
Ella sonríe de nuevo. Acerca sus labios a los míos, y me da uno de sus besos, en los que me es imposible dejar de besarla. Estaría besándola horas, días, semanas, meses, y años. La besaría toda la vida. Daría lo que fuera por despertarme cada mañana durante toda mi vida, y verla a mi lado.
-¿En qué piensas?- me pregunta, jugueteando con un botón de mi camisa.
-En cuántos hijos vamos a tener.- río yo.
Ella vuelve a sonreír.
-¿Qué nombres les pondremos?- dice, siguiéndome el rollo.
-No lo sé, amor.
-Que poca originalidad. ¿Qué nombres te gustarían para tus hijos?
-Cualquiera es perfecto si lleva detrás mi apellido y el tuyo.- susurro el su oído. Ella apoya la cabeza en mi pecho, haciendo que el aroma que depresprende se cuele hasta mi cerebro. Frutas exóticas.
-Por cierto...- susurro- ¿Qué te ha parecido el conjunto que te he comprado?
Ella se muerde el labio, y me mata con ese gesto.
-Me ha encantado.- susurra ella.- Lo llevo puesto.
Me está volviendo loco que me hable así, en susurros. Y que me diga eso. Dios mío, me da que mi autocontrol va a dejar de existir como sigamos así.
-Lo sé, esa era la condición.
-¿No te gustaría verlo?- susurra ella, con una sonrisa sugerente en los labios.
Maldita sea.
-Deja de hablarme así, en susurros, y de decirme esas cosas.- le susurro.- Porque el poco autocontrol que me queda se agota por momentos, y no quiero violarte aquí mismo en el césped.-
Ella ríe con ganas, y me pega en el hombro.
-Eres un pervertido, Harold.
-Has empezado tú, Angela.
-Que te calles.
-Cállame tú.
Obedezco, y le beso.
Después de otro beso en el que me olvido de mi nombre, nos sentamos en el mantel de picnic, y degustamos los cupcakes caseros.
-Mmmmm... ¿Cuál quieres?- pregunta ella, mostrándome la caja.
-El que a ti no te guste.- sonrío.
-Pues tenemos un problema, porque me gustan todos.- ríe ella.
-¿Pasas demasiado tiempo con Niall, o algo así?
Ella ríe con sarcasmo, y elije uno de chocolate. Yo alcanzo uno con pinta de chocolate, también.
Nos ponemos a comer cupcakes como si no hubiera un mañana, y luego, nos tumbamos en el mantel de picnic.
Al cabo de un rato mirando las nubes del cielo neoyorquino, me levanto de un salto. Ella me mira raro.
-¡Vámonos!
-¿Qué? ¿A dónde?- pregunta.
-Tenemos una reserva en un hotel.- digo, sonriente.
-¿En un... hotel?- pregunta ella, con el nerviosismo en la voz.
-Tranquila pequeña. No haremos nada que tu no quieras hacer.
Ella sonríe, y se levanta. Recogemos todo, y salimos de la azotea. Ya en el ascensor, ella me pregunta:
-¿Cómo se te ha ocurrido la idea de la caza del tesoro?
-Me pegarás si te lo cuento.- río yo.
-No te pegaré, Harold.
-Claro que lo harás.- afirmo.- Saqué la idea del videoclip de Bieber, el de One Less Lonely Girl.
Me mira, como si fuera una broma. Temo que se haya enfadado, pero al momento comienza a reírse a carcajadas.
-¡No me jodas, Harry!- dice, secándose las lágrimas por la risa.- ¿En serio?
-Te lo juro.
-¿Y qué hacías tú viendo vídeos de Bieber, si se puede saber?- pregunta ella.
-Pues... todo el mundo dice que es el chico más romántico, y quise ver sus vídeos, a ver si sacaba alguna idea.- contesto, en un susurro.
Ella me mira, con ternura. Me coge la cara entre los manos, y pega su frente a la mía.
-El chico más romántico de este mundo eres tú, Harry.
-Para nada.
-Bueno, ¿y sacaste alguna idea más?
-Muchas... Ya irás viendo.- río yo. Ella ríe conmigo, y me coge la mano. Salimos del ascensor, y salimos de el rascacielos. Andamos por la calle, como una pareja normal. Veo varios flashes, pero en realidad me da lo mismo. Quiero que el mundo sepa que estoy enamorado de Angela Farrell.
La conduzco a través de las calles, y nos montamos en un coche. Me encanta ver su cara de sorpresa cada vez que pasa algo.
-¿A dónde vamos?- pregunta.
-A escaparnos juntos.
Conduzco a través de las calles, evitando el tráfico, hasta que salimos de Nueva York. Ella mira por la ventanilla, sin saber muy bien que hacer. Deslizo mi mano hasta su pierna, y acaricio su rodilla. Ella suspira, y me se inclina hacia mi, besándome la mejilla.
Al cabo de un rato conduciendo, llegamos a nuestro destino. Es un hotel cerca de un bosque. Aparco, y salgo corriendo para abrir su puerta antes que ella. Me sonríe, y entramos juntos. Llegamos a la recepción, y sonrío amablemente a la chica que está detrás del mostrador.
-Buenas tardes. Tengo una reserva a nombre de Harry Styles. Es la habitación 2909.
-Bienvenidos, señores Styles.- Angie ríe, al darse cuenta de que la chica nos incluye bajo el mismo apellido. Nos da una llave, nos desea una feliz estancia.
-¿2909?- pregunta ella.- Pero esa es...
-La fecha en que nos besamos por primera vez.- respondo.
-Pero no me pediste salir hasta el 30, en Las Vegas.- recuerda ella.
-Me obligaste a hacerlo oficial, para mi ya lo era.- río yo. Ella me pega en el hombro mientras vamos hacia la habitación. Salimos del hotel, y nos internamos en el bosque por un sendero. Veo como Angie mira a su alrededor, maravillada. Al final del sendero, hay una especie de casa enorme. Nos situamos en frente de la puerta. Es un portón enorme de madera, y ella se me queda mirando con cara rara.
-¿Qué has reservado, un palacio?
-Algo así.- respondo.
Abro la puerta, y ante nosotros se presenta la Unforgettable Suite. Es una habitación para enamorados, apartada de todo el hotel. Además de jacuzzi interior y exterior, cama de matrimonio, cena incluida, y millones de cosas más, tiene un jardín reservado, desde el que se ve Nueva York, a lo lejos.
Angie entra corriendo en la habitación. En medio, hay unos sofás, con una televisión de plasma delante. Luego, hay unas escaleras de caracol, de madera que suben al jacuzzi interior. También hay una ducha, y el baño. Abajo, y detrás de unas puertas de madera talladas, está la habitación. Hay una cama de matrimonio en medio, (http://www.magazinetendencias.com/wp-content/uploads/2011/04/Cama-con-dosel-cabecero-cuero-y-madera.-Roche-bobois.jpg.) La habitación está rodeada de ventanales, por los cuales se ve el bosque. Ella se queda maravillada al verla, y yo me acerco por detrás, y la abrazo por la cintura.
-¿Te gusta?
-Es... es precioso.- suspira ella.
-¿Quieres comer algo?- pregunto, sonriente. Son casi las tres.
Su estómago ruge como respuesta, y ella se sonroja. Yo río con fuerza.
-Me lo tomaré como un si. Salgamos.- le cojo de la mano, y abro la cristalera que conduce al jardín. Los de la recepción han preparado una mesita en mitad del jardín, con vistas a Nueva York. La comida está recién hecha. Aprovechamos la buena temperatura, a pesar de estar en Noviembre. Ella se acerca a la mesa, sonriente, y se sienta. Me siento en frente, y descorcho una botella de champán.
-¿Champán?- pregunta ella.
-Por supuesto. Llevo dos meses con la chica más increíble del mundo. Eso hay que celebrarlo.- sonrío, y le sirvo un poco en la copa.
Tenemos pasta en los platos, y empezamos a comer. No hablamos demasiado, solo nos miramos. Sonrío. Es preciosa. Y lo mejor de todo, que es mía por su propia voluntad. La observo mientras come, ella se sonroja.
-No me mires tanto, Harold.
-¿Por qué?- río.
-Me pones nerviosa.
-Es que eres perfecta.- contesto, y ella vuelve a sonrojarse.- Me encanta cuando te sonrojas.
-A mi no. Me deja en evidencia, y me hace sentirme desprotegida.
-¿Desprotegida?- le cojo las manos, y la miro a los ojos.- Estás aquí conmigo, Angie. Nadie va a hacerte daño. No voy a permitirlo.
Ella se inclina hacia mi, intentando no tirar nada, y me da un beso suave, y leve. Me sabe a muy poco, pero provoca en mi algo muy grande.
Seguimos comiendo, con tranquilidad. De vez en cuando, ella observa las vistas.
-¿Te gusta el sitio?- pregunto, mientras bebo champán.
-Es perfecto, Harry. No tenías por qué hacerlo.
-Quería hacerlo.
Ella sonríe de nuevo, con esa sonrisa que tanto me gusta. Le sirvo algo de champán, y ella alza su copa.
-Brindemos.- propone.
-¿Por qué quieres brindar?- sonrío yo, alzando la mía.
-Por la eternidad a tu lado.
Me parece una razón de peso para brindar, y choco con cuidado su copa con la mía. Luego, nos besamos. Un beso con sabor a champán. Después, nos internamos en nuestro jardín, hasta el borde de un pequeño terraplén. Nos sentamos en el borde, y Angie suspira, mirando a Nueva York.

-Mi atuendo no es que se diga muy adecuado para el día de hoy.- ríe.
-Estás preciosa.- la corto yo.
-Si tu lo dices...
Ruedo, y me coloco encima de ella. Evita mis ojos, con una sonrisa en los labios.
-¿Cómo que si tu lo dices?- le exijo.
-Nunca me he visto guapa.- responde ella, sin establecer contacto visual.
-¡A ti lo que te pasa es que eres tonta!- suspiro y acto seguido río en su cuello.
-Soy una tonta enamorada. De ti.- señala.
-Pues me encantas.
-Perfecto, tu a mi también.
Y nos besamos.

-Justin-
Salgo de mi motor home. Hoy se supone que tengo el día libre, así que he aprovechado para dormir hasta las 3 de la tarde. Ayer me acosté de madrugada. Ya sabéis, Sarah. Pues eso, que lo hicimos.
Sarah estaba con Jake, pero decidió dejarlo con la excusa de que su relación se había enfriado, ¿cómo no va a enfriarse si estoy yo de por medio?
En ese momento, pienso en Styles y en Angie. ¿Qué estarán haciendo?
Camino hacia la motor home de los de One Direction, dispuesto a picar un rato a Angie, y si es posible, cortarle el rollo con Styles.
De pronto, Louis y Niall se interponen en mi camino.
-¿A dónde vas, Bieber?- me pregunta Louis.
-Busco a Angie.
Niall y Louis empiezan a partirse de risa, como si hubiera contado la broma más graciosa del universo. Los miro con cara rara.
-¿Qué tiene tanta gracia?- exijo.
-Angie está con Harry. Se han ido juntos a Nueva York, a celebrar que cumplen dos meses.- indica Niall.
Pongo cara de asco.
-Vamos, que estarán follando- afirmo yo.
-¡Dios mío, Bieber! ¿Cómo tienes tan poca delicadeza?- me espeta Louis- ¿Y qué coño te ha pasado? En Los Ángeles salvaste a Angie, y os perdonasteis. Ella decidió perdonarte, ¿y cómo se lo agradeces? ¿Volviendo a ser un salido mental?
-No te permito que me hables así.- le espeto yo.
-Y yo no te permito que seas así con Angie- se mete Niall.- Estás muy ciego, Bieber. Para ella eres muy importante. O eras, bueno. Porque como no haces más que cagarla, no me extrañaría que te odiara.
Me quedo en silencio, y decido no intervenir.
-¿Qué pasa, te jode que esté con Harry? ¡Al menos ella le hace feliz!- escupe Niall.- ¡Cosa que tú, jamás sabrías hacer! Joder, Bieber, yo te admiraba por lo bien que sabías tratar a las chicas, y el sentimiento que le ponías a todo. Pero por lo visto, era marketing, o algo así ¿no? ¡Porque desde luego, tienes la capacidad de hacer feliz a una chica de una roca!
Me doy la vuelta. No estoy dispuesto a aguantar más sermones de esos dos pijos. Mientras me voy, Louis me grita.
-¡Deberías recapacitar, Bieber! Si sigues así, te vas a quedar solo.
Paso totalmente de ellos, y vuelvo a mi motor home.
Pero hay una duda en mi cabeza.
¿Qué pasaría sin Louis y Niall tuvieran razón?

HOOOOOOOOOOOOOLI, queridas lectoras, o lectores. O lo que sea. Muchas gracias por seguir leyendo esta novela, en serio. Hoy me siento generosa, y voy a haceros un adelanto, o una pista, o algo así.
En el siguiente capítulo, Angie pierde la virginidad CHAN CHAN CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN. Me va a dar un corte tremendo subir el capítulo, pero buuuuuueno. Yo lo intento. 
También adelanto que en el siguiente capítulo, o dentro de dos, saldrá Kristen que volverá a ver a Liam *OOOOOOOOOH* 
Si necesitáis cualquier cosa, os dejo mi Ask, lo único es que no se puede preguntar en anónimo, me harté bastante de ellos. 
Muchiiiisimos besos <3

2 comentarios:

  1. Vale, si me querías matar lo has conseguido HASDFGHJKLÑ cada día me encanta más, y no puedo esperar a ver qué pasa entre Liam et moi... Nunca dejes de escribir, eres genial :3
    Att; ''Kristen''.

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