10.2.13

And she will be loved, chapter 28.


-Angie-
Kristen está en mi puerta, con los ojos enrojecidos, y tiritando de frío.
-¡KRIS! ¿Qué haces aquí? ¡Pasa!- exclamo. Detecto que algo no va bien, así que la arrastro dentro de casa, con prisa. Cierro la puerta, y llego hasta la mesa, arrastrándola conmigo.
-Eh... seguid sin mi, por favor. Me ha surgido una urgencia.- me excuso, empujando a Kristen por las escaleras.
-Angela...- me regaña mi madre, ante las miradas de sorpresa de mi familia.
-Mamá, es una urgencia- recalco la palabra urgencia, y subo las escaleras detrás de Kristen. Entramos en mi cuarto, y cierro la puerta a mi espalda. La observo mientras toma asiento lentamente en mi cama. Me arrodillo en frente de ella.
-¿Qué ocurre, cielo?- sus ojos ruedan hacia mi cuando pronuncio esas palabras. Su mirada está perdida, brillante y enrojecida por las lágrimas que ha debido derramar. Toma aire, y suspira. Abre la boca, indecisa.
-Digamos...- suspira.- Que mi padre me ha echado de casa.
-¿Qué?- exclamo, atónita.
-Bueno... Ayer salí a cenar con unas amigas, y cuando volví a casa, me encontré a mi padre esperándome. En su iPad había una foto de Liam y de mi besándonos en el escenario del Madison Square Garden. Le expliqué, antes de que pudiera escandalizarse, que estaba enamorada de Liam, que jamás me había sentido así con alguien.- para, y coge aire.- Cuando mi madre nos abandonó, hace años, él empezo a beber... y ayer se acordó de ella, y ahogó sus penas en vodka. No me percaté de ello, hasta que empezó a ponerse violento conmigo. Me gritó que eso eran bobadas, que Liam no me quería, y que si me quería era por el sexo. Que era demasiado para mi, que yo no estaba a la altura de un famoso, y que no sabía que podría haber visto Liam Payne en una idiota como yo. Me eché a llorar, y le grité que Liam me quería, al contrario que él. Me pegó una bofetada, y acto seguido se dirigió a mi habitación. Vació mi armario en dos maletas, y me dijo que a la mañana siguiente, a las ocho de la mañana, me quería fuera de su casa o yo sufriría las consecuencias. Así que me he ido, y he tardado todo el día en alquilar un coche. Eras mi única opción, Angie, no tenía a donde ir. Siento haberte fastidiado la cena de Navidad.-
Me conmueve la historia de Kristen, y no dejo que siga hablando. La abrazo con fuerza, y ella responde a mi abrazo.
-No digas eso, Kris. No has fastidiado nada. Tenías que venir aquí.- ella intenta protestar, pero la interrumpo- Calla. Ahora voy a dejarte un vestido mío, te maquillo, y cenas conmigo y mi familia. No admito un no por respuesta.-
Ella me sonríe, y asiente. Le doy un vestido negro, con adornos de tachuelas doradas, y con unos tacones negros. La maquillo, y bajo con ella hacia la mesa.
-Perdonad, en serio. Kristen ha tenido una urgencia, y tenía que ayudarla. ¿Puede quedarse a cenar?- digo, al llegar.
-¿Que ha...- pregunta mi madre, pero mi abuela Mery la interrumpe.
-Esas cosas no se preguntan, os lo digo a ambas. Angela, tu amiga puede quedarse por supuesto, es Navidad y todos son bienvenidos aquí. Ella, no preguntes los motivos. La niña ha tenido un problema, y necesita quedarse aquí. No hacen falta motivos.- zanja ella. Yo le dirijo una sonrisa a mi abuela, y pongo una silla y vajilla más. Seguimos la cena de Navidad con normalidad. Mi tío John se levanta, y propone un brindis.
-Por esta maravillosa familia que tengo.
-¡SALUD!- gritamos todos.
Usher me susurra al oído.
-Sé que estuviste con Bieber hace unos días- canturrea. Yo río y él conmigo- ¿Ya lo habéis arreglado?
-Eso creo, espero que sea definitivo- suspiro. Choco mi copa con la suya.
Más tarde, cantamos villancicos, y comemos dulces. Luego, conectamos la Play Station, y nos ponemos a hacer karaoke. En finalistas, quedamos mi abuelo Tom en equipo con mi tía Bethany, y Usher conmigo.
-¡No tenéis posibilidades, soy un cantante profesional!- alardea Usher.
-¡Ya veremos, jovencito!- exclama mi abuelo.
El aleatorio del juego de karaoke, elige Scream, de Usher. Éste suelta un grito triunfal, y me abraza.
-¡Eso no es justo!- ríe mi tía Bethany - ¡Esa canción es suya!
-¡PENALIZACIÓN!- exige mi prima Claudia, riendo.
-¡Que canten!- exclama Kristen, coreada por mi abuela y mi tía Destiny.
Comenzamos a cantar la canción, mientras mi abuelo se escandaliza con la letra, y Usher y yo hacemos una puntuación perfecta. Por supuesto, machacamos a mi tía y a mi abuelo, que siguen pensando que hemos hecho trampas. Ganamos una botella de champán, que prometemos bebernos juntos. Volvemos a cantar más villancicos, y a seguir bebiendo champán y comiendo dulces.
-Y bueno, Angie... ¿qué era eso de que estás enamorada?- pregunta mi tía Bethany. Yo la miro, estupefacta, y empiezo a reírme.
-¡No es justo que me lo preguntes tú! Tu lo que quieres es venganza- la acuso, entre risas. Mis parientes cantan un "¡QUE LO CUENTE, QUE LO CUENTE!" Accedo al final, suspirando. Mi prima Lis y Kristen apoyan sus manos en mis hombros, para darme apoyo.
-Bueno, el caso es que estoy con un chico.
Mi tío Lorenzo aplaude, irónicamente y burlándose de mi, para luego mandarme un beso cariñoso por el aire. Yo hago como que esquivo el beso, y río.
-Estoy con Harry Styles- suspiro yo.
-¿Con quién?- pregunta mi abuelo, que está ligeramente sordo.
-Con Harry Styles, papá- contesta mi madre.
-No, si eso lo he oído, pero ¿qué tiene de especial? ¿quién es ese?- pregunta mi abuelo. Todos reímos, incluida mi abuela Mery, que sí sabe quien es.
-Harry Styles es uno de los chicos de One Direction- empieza mi primo Paul.
-One Direction es un grupo británico con muchísimo éxito- continúa Claudia.
-Lo forman cinco chicos: Harry Styles, Niall Horan, Zayn Malik, Liam Payne y Louis Tomlison.- explica Lis, emocionada.
-One Direction está de gira con Justin, Justin Bieber. Angie los conoció allí, a los cinco.- explica Usher.
-¡Oh, Bieber! ¡Ese chico era muy majo! ¿Qué es de él?- exclama mi abuelo.
-Pero Tom, ¿te estás enterando de lo que te cuentan?- pregunta mi abuela, riendo. Mi abuelo fulmina a su esposa con la mirada, y asiente.
-¿Es buen chaval?- pregunta mi abuelo, serio. Mi familia guarda silencio.
-Sí- contesto yo.
-¿Le quieres?- pregunta de nuevo.
-Sí- afirmo yo.
-¿Te quiere, te respeta, y te hace sentir especial?- pregunta mi abuelo.
-Sí, y infinitas veces sí- digo yo, sonrojada.
-Entonces perfecto, tienes mi aprobación- sonríe mi abuelo.
-¡Pero papá! ¿Para que quiere Angie tu aprobación?- ríe mi tío Lorenzo, y mi abuelo le mira mal, de nuevo. Él cesa sus risas, y yo hablo, para quitar tensión.
-La aprobación del abuelo es muy importante- aseguro yo, y aunque mi tono no expresa demasiada seguridad, mi abuelo se lo cree y me abraza.
Mi familia empieza a irse, ya son casi las tres de la mañana. Preparo una cama para Kristen en mi cuarto.
Al cabo de un rato, nos vamos a la cama, desmaquilladas, y en pijama.
-Vente conmigo a Inglaterra en fin de año.- le propongo.
-¿Y cortaros el rollo a Harry y a ti? No.- dice ella.
-Ve a casa de Liam.- propongo, sonriente.
-¿Tu crees... que a él le gustará que vaya?
-A ver, Kris.- me incorporo en la cama, y miro a mi amiga.- ¿Liam te besa?
-Sí...- dice ella, algo confusa.
-¿Te dice que te quiere?
-Si.
-¡PUES ENTONCES, LE ENCANTARÁ VERTE!- exclamo yo. Kristen ríe, y luego suspira- Uy, ese suspiro ese de enamorada.
-Tu también los sueltas de vez en cuando- ataca ella.
-¡Oh, que ataque más gratuito!- río yo, tirándole un cojín. Ella ríe conmigo.
-¿No te estarás enamorando de Styles, no, Farrell?
-¡QUÉ MANÍA CON LLAMARME FARRELL, IROS TODOS A LA MIERDA!- grito yo.- ¿Enamorarme? Si ya lo estoy.
Kris sonríe, y se tumba de nuevo.
-Tengo sueño.
-Pues duerme- le espeto yo.
-Borde.
-Imbécil.
-Vale.
-Ok.
-Buenas noches. Te quiero- susurra ella, y yo sonrío.
-Buenas noches tonta. Yo también.
Apago la luz de mi mesilla, y sonrío al techo. Un día menos para ver a Harry.

Días más tarde.
Aeropuerto de Los Ángeles.
Kristen y yo estamos sentadas en frente de la puerta C35. Al lado del cartel de que esa puerta es la C35, hay una pantalla en la que pone: Heathrow, Londres. Las dos miramos ese cartel, deseando que sea ya la hora de embarcar, y poner rumbo a Londres. Miro el reloj, impaciente. Aún queda media hora, así que saco un paquete de galletas con pepitas de chocolate, y le ofrezco la bolsa a Kristen. Ella me sonríe, y coge una. La mordisquea con nerviosismo, y yo la imito. Supongo que cada una está nerviosa a su manera.
En mi caso, la necesidad de estar en los brazos de Harry casi duele a estas alturas. Necesito sentir sus manos sobre mi cintura, estrechándome a él, sus rizos enrollados en mis dedos, y sus ojos verdes esmeralda clavados en los míos. Necesito un beso suyo. Muchos besos suyos. Millones de ellos, uno detrás de otro. Suspiro, deseando llegar a Londres.
Kristen parece ausente. Lo está desde esta mañana, supongo que estará rayada con que si a Liam le gustará verla allí, en su casa, en año Nuevo. Aunque yo estoy segura de que si, ella parece tener sus dudas.
-Kris, ¿estás bien? No has dicho nada en todo el día.
-Estoy muy nerviosa sobre que pasará con Liam, cuando le cuente todo lo de mi padre y lo más importante, cuando me presente en su casa sin previo aviso.
-Va a estar encantado con la sorpresa.
-No lo sé...
-Kris, Liam está enamorado de ti.- replico yo, cansada de tan poca autoestima por parte de mi amiga. Ella clava sus ojos en los míos, y observo que están llenos de dudas, de miedo al rechazo.- No entiendo por qué debes dudar de ello.
-Te lo explicaré...
-Adelante.- la animo.
-Verás, hace poco leí una revista en la que afirmaba que él está enamorado de Danielle Peazer, su ex novia. ¿Y si la sigue queriendo a ella, y yo soy un entretenimiento?
-¿Danielle Peazer? ¿Una de las bailarinas de The X Factor?- pregunto yo.
-Exacto. Estuvieron juntos.
-Kristen Jones. Conoces a Liam, sabes que jamás te haría daño. Pero aún así, si tanto te preocupa el tema de Danielle, habla con él. Es lo mejor.
Ella vuelve a soltar un suspiro frustrado, y yo le doy un abrazo ligero, justo antes de que la voz chirriante y repelente de una azafata, anuncie:
-Pasajeros del vuelo _____________ con destino a Heathrow, Londres, por favor embarquen por la puerta C35. Los pasajeros que viajan en Clase Business tienen prioridad. Gracias.
Kristen y yo nos ponemos de pie como movidas por un resorte, y corremos hacia la puerta de embarque, dónde entramos después de enseñarle nuestras tarjetas de embarque a la azafata repelente. Viajaremos en Clase Business ya que Harry se ha empeñado en pagarnos los billetes. Entramos en el avión después de recorrer un pasillo, y nos acomodamos las primeras en primera clase. Nos espera un viaje de 11 horas, pero ninguna de las dos tiene demasiadas ganas de hablar, o comentar algo. Seguimos en nuestros mundos. Yo pienso en Harry, y Kristen en Liam. Si lo pienso bien, estoy con un chico con el que mucha gente mataría por estar. Justo antes de que me hagan apagar el móvil o ponerlo en modo avión, me llega un mensaje.
"Quedan horas para verte. No puedo esperar más, pequeña."
Sonrío, sintiéndome afortunada por tener a alguien como Harry en mi vida. A mi cabeza vuelven recuerdos de la noche en la Unforgettable Suite. Suspiro, añorando el tacto de su piel contra la mía, pero consolándome en que volveré a sentirla en cuestión de horas.
"Te amo, ¿lo sabes? No lo olvides"
Esa es mi contestación, antes de que la azafata me obligue a poner el móvil en modo avión, o apagarlo. Gruño, y saco mi eBook de mi bolso. Con los auriculares en los oídos, una amplia selección de música, y Los Juegos Del Hambe en la mano, me dispongo a no aburrirme durante el viaje.

Aeropuerto de Heathrow, Londres. Hora local: 20:00. Hora en Los Ángeles: 12:00
Kristen y yo somos las primeras en salir del avión. Recorremos un pasillo con cristaleras desde dónde se ve todo el aeropuerto, y entramos en la terminal. Pasamos una aduana, dónde los policías nos miran bastante mal, porque estamos las dos muy nerviosas. Yo les enseño el carné de la biblioteca de Los Ángeles en vez de el pasaporte, y Kristen les enseña el carné de socio de el club de acampada, de cuando tenía 7 años. Después de una regañina de los policías por "burlarse de la autoridad" llegamos a la recogida de equipaje. Nuestras maletas no tardan en salir.
-¿Preparada para salir allí, y enfrentarte a millones de flash, y ver al amor de tu vida?- me pregunta ella, sarcástica. Yo le pego una colleja suave, y asiento. Estoy nerviosa. Veo las puertas detrás de las cuáles está Harry Styles. Me mentalizo, y avanzo a paso ligero hasta ellas. Se abren automáticamente. Miro a Kristen mientras se abren, y ella me sonríe. Arrastro la maleta, y me concentro en el sonido de las ruedas contra el suelo para evitar perder los nervios.
Veo millones de caras desconocidas en una fracción de segundo, cuando la puerta se abre, pero localizo a Harry. Está apoyado en una valla, mirando la puerta. Lleva un jersey con estampado "navideño" como me gusta llamarlo a mi, y unos pantalones beiges. Me mira. Le miro. Salta la valla, y corre hacia mi. Yo suelto la maleta, la dejo en medio y corro hacia él. Se disparan los flashes, pero a mi me da lo mismo. Quedan metros para un beso suyo. Un metro. Centímetros.
Me choco contra él, y del impulso, subo mis piernas a su cintura, y él me coge a peso. Me echo a llorar, de la emoción, de las ganas de verle. Él me mira, con esa sonrisa que he echado tanto de menos.
-Mi pequeña, mi pequeña- susurra él, mientras me acerco a sus labios- Te quiero, te quiero, te quiero.
No le dejo seguir hablando, estampo mis besos en los suyos. Nuestros labios se mezclan con mis lágrimas de alegría. Mi corazón salta de felicidad cuando junta su lengua con la mía. No quiero parar de besarle, jamás. Oigo como la personas ahí presentes, estallan en aplausos al ver a Harry Styles y su novia besarse apasionadamente después de estar separados tan solo un mes.
Me da exactamente el tiempo que pasa, yo solo quiero seguir besándole toda mi vida. Al final, soy yo la que se separa, para coger mi maleta. Bajo mis piernas de su cintura y me apoyo en el suelo otra vez a pesar de que estoy en una nube de felicidad, flotando. Le arrastro conmigo hasta mi maleta, la cojo y empiezo a andar de la mano con él hasta dónde Kris nos espera. La gente para de aplaudir, y hace como si no nos hubiera visto. Harry le da dos besos a Kristen.
-¡Kris! ¿Qué haces aquí?
-Voy a ver a Liam. Es una sorpresa- sonríe ella.- Por cierto, tengo que dejaros, porque el próximo bus a Wolverhampton es dentro de cinco minutos y no quiero perderlo. ¡Pasadlo bien!
Nos abraza, y sale corriendo, arrastrando sus dos maletas. Harry sigue algo perplejo, y yo le beso levemente en los labios para que salga de su asombro. Me sonríe, y me coge de la cintura. Andamos hacia la puerta de salida, sin mediar palabra. Con el beso nos lo hemos dicho todo.
Salimos al parking, sin prisa. Hace frío en Londres. Tiemblo un poco, y Harry para.
-¿Tienes frío, pequeña?- pregunta, sonriente. No se le ha borrado la sonrisa desde que nos hemos besado. Yo asiento, y él se quita el abrigo que acaba de ponerse, y me lo da. Lo rechazo.
-¿Qué quieres, helarte tu de frío?
-Prefiero helarme yo a que te hieles tú, amor. Póntelo.
Al final, accedo, y me pongo el abrigo. Huele a él, y cierro los ojos, mientras ese aroma me colapsa los sentidos. Seguimos andando, abrazados hacia su coche. Mete mi maleta en el maletero al llegar, y luego me abre la puerta del copiloto, para que me siente. Luego, da la vuelta y se sienta en su asiento. Arranca, rumbo a Chesire. El viaje es de casi cuatro horas, así que llegaremos hacia las doce a su casa.
-Te he echado mucho de menos.- sonríe él, mientras alarga su mano, separándola del volante, para coger la mía.
-Yo también, Harry- suspiro.
Cuando ya llevamos más de una hora conduciendo, escuchando la radio y contándonos cosas, de pronto él exclama:
-No puedo más.
Le miro con cara rara, y mi asombro aumenta, cuando coge un desvío, y se mete hacia un área de descanso vacía, con pinta de abandonada, con muchos árboles.
-Harry ¿qué pasa? ¿qué haces?- pregunto, algo asustada. Él se desabrocha el cinturón, y pasa a mi asiento. Gira la rueda para tumbar un poco el asiento, y se coloca encima de mi. Cuando voy a volver a preguntarle el motivo de su parada, comienza a besarme el cuello, y a morderme. Suelto un suspiro, y él me quita el jersey, cosa que nos cuesta bastante, porque el espacio es jodidamente reducido. Yo le quito el suyo, con bastante esfuerzo.
-¿Pensabas hacer esto?- jadeo, mientras se quita la camiseta interior.
-No me digas que tu no quieres- ríe en mi oreja.
-Lo echaba de menos- digo, soltando una risita.
Y allí, en un área de servicio abandonada a una hora de Londres, en un coche, hago el amor con Harry por tercera vez. Es incluso mejor, a pesar de la incomodidad, el poco espacio y demás.

-Narrador-
Kristen acaba de llegar a Wolverhampton. Sabe la dirección de Liam, ya que se la pidió a Harry hace tiempo. Se las ingenia para encontrarla, y tiene que recorrer calles y calles con las maletas. Al fin, llega. Se sitúa en la puerta, con los brazos doloridos de arrastrar las maletas. Abre el WhatsApp, y habla con Liam.
K: Sigo echándote de menos.
L: Yo también, amor. Tengo muchísimas ganas de verte, el 12 de Enero.
K: ¿Por qué esperar tanto?
L: ¿Por qué dices eso?
K: ¿Y si me abres la puerta?
Liam, que está en su cuarto, se levanta, como movido por un resorte, y baja las escaleras, riendo para si mismo, de que su chica le haya vuelto a hacer lo mismo. Corre hacia la entrada, y abre la puerta.
En efecto, ahí está. Kristen está en Wolverhampton. La mira, apoyándose en el marco de la puerta. Ella sonríe, con malicia.
-No puedo creer que me lo hayas vuelto a hacer, Kris- susurra él, sonriente. La felicidad lo llena por dentro.
-El factor sorpresa siempre es bueno en una relación- ríe ella.
-¿En serio?- pregunta él, sonriente. Kristen le mira raro, no se esperaba esa pregunta. Él coge las dos maletas, y las mete en casa ante la mirada de sorpresa de su novia. Luego, la coge de las muñecas, y la arrastra hasta dentro de  su casa. Cierra la puerta, y pega a la pared a su chica. Ella ríe de nuevo, y él la besa. Se besan, con pasión. Demasiada pasión. Kristen empieza a sentir calor, a pesar del frío que ha pasado dada la temperatura bajo cero en la calle. Pero es un calor distinto, que la obliga a acercarse a la oreja de Liam, y susurrar:
-Vamos a tu habitación, amor.
Él sonríe, y suben las escaleras, besándose. No quieren perder ni un segundo, quieren recuperar todos esos besos perdidos en un mes.
Se deslizan dentro de la habitación de Liam, y se tumban en la cama, uno al lado del otro. Cesan los besos, simplemente están abrazados, mirando al techo.
-Kris...- susurra Liam, acariciando el hombro de ella.
-Dime, amor.
-Tu... quieres...- dice él, sin saber muy bien como decírselo.
-Eso no se pregunta- ríe ella.
Y así, mientras toda la familia de Liam duerme, ellos dos vuelan juntos, lejos. Perdiéndose el uno en el otro, susurrándose "te quiero" muchas veces, entre besos. Pensando en lo mucho que se desean. La ropa desaparece, sin querer.
Ella solo siente a Liam en ella, el roce de sus pieles, y sus labios tranquilizadores, a pesar de que ninguno de los dos es primerizo en el tema del amor. Sus palabras de amor en el oído, y su felicidad desbordante por tener a alguien así. Liam, simplemente piensa lo mucho que la quiere, lo mucho que haría por ella. Siente amor. El tierno Liam Payne se ha enamorado perdidamente de la chica que le sonríe, con los ojos brillantes mientras él aumenta el ritmo.
Al acabar, ambos sueltan un gemido en voz baja, intentando no gritar de felicidad para no despertar a la familia de él. Él se retira de dentro de ella.
-Te amo.- susurran a la vez. Sonríen, y se tapan con una manta, abrazados.
A Kristen ya no le quedan dudas. Sabe que Liam Payne es suyo, totalmente suyo. Y sabe también que está perdidamente enamorada de él.

Infinitas gracias por leerme, en serio <3

1 comentario:

  1. diooos qe bonito! pero yo qiero qe esto pase con justin... aver si aparece en año nuevo bueno me encanta tu nove de todas formas un beso cieeelo

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