13.1.13

And she will be loved, chapter 8.


-Angie-
Ya estaba todo listo. Es el día.
Estábamos a 26 de Septiembre, y el primer concierto era el 29 en Glendale, Arizona.
Me desperté a las 7.30 de la mañana, a pesar de que mi madre vendría a despertarme a las 8. El viaje de Los Ángeles a Glendale era de cinco horas y media.
Casi no he dormido. Tardé en dormirme, porque empecé a darle vueltas a la cabeza, y mis pensamientos estaban a un volumen demasiado alto como para permitirme dormir. Así que acabe durmiéndome a las 3 de la mañana, y ya estoy en pie.
Me dirijo al baño que tengo en mi habitación, y me ducho. Es la mejor forma de sacudirme del cuerpo el sueño que tengo. Dejo que el agua se lleve con ella los problemas, y un poco más relajada, salgo de la ducha.
Me pongo http://www.polyvore.com/we_are_young/set?id=58375578, y cuando estoy en proceso de atarme las Vans, mi madre entra por la puerta, y me besa la cabeza.
-Buenos días, mi niña.
-Buenos días.
-Alguien ha venido a verte.
Miro hacia la puerta, y veo los maravillosos ojos azules de mi novio, Chris. Sonrío, y con un zapato desatado, corro hasta él, y le abrazo.
-Bueno, os dejo solos.- murmura mi madre.
Yo cojo la mano de Chris, y estiro de él hasta que está en la habitación. Cierro la puerta y le miro.
-¿Nerviosa?- sonríe.
-Solo bastante.- suspiro.
Él se acerca a mi, y me estrecha entre sus brazos. Aspiro su olor, y sonrío. Volveré a los Ángeles dentro de nada, la gira pasa por aquí el 2 y 3 de Octubre. Pero se me va a hacer muy largo. Y ya no digamos luego, cuando pasen meses sin verle.
Estoy familiarizada con esta situación, pero no puedo evitar llorar.
-Eh, eh amor.- sonríe él.- No me llores, cariño.
-Te voy a echar de menos.- sollozo, por centésima vez en estas dos semanas.
-Eh, hagamos algo. Cierra los ojos.
Le hago caso, y cierro los ojos. Oigo como se saca algo del bolsillo, y como se coloca detrás de mi. Tintinea. Algo frío me toca el cuello, y ahogo un chillido. Tengo frío, a pesar de que aquí en Los Ángeles hace mucho calor.
Me conduce hasta una parte de la habitación, y abro los ojos. Estamos en frente de mi espejo. Me miro el cuello, y descubro una pequeña cadenita de plata que sostiene una letra C, también de plata. Sonrío.
-Para que no me olvides.- susurra él.
-No pienso hacerlo.
-Angie.- dice él.- Si en algún momento no eres feliz, llámame. Llámame todo lo que quieras, y si no estás cómoda en el tour, llámame e iré a buscarte.
Yo sonrío, y le beso. Con mucha fuerza, con mucho amor. Porque es nuestro último beso hasta el 2 de Octubre. Aún tengo cierta incertidumbre sobre qué pasará después.
Todo lo demás pasa muy rápido. Me ayuda a cerrar la maleta, y se va de casa, despidiéndose de mi y de mi madre. Siento que su beso me duele en los labios. Mi madre carga mi maleta-armario en el maletero de nuestro coche, y monta dentro conmigo. Mamá me llevará hasta Glendale, y luego ella se acercará a no-sé-dónde por cuestiones de negocios.
El coche arranca, y digo "Hasta pronto" a mi casa.

-Justin-
Abro los ojos. ¿Dónde coño estoy?
Repaso en mi mente lo ocurrido ayer, y suspiro.
Estoy en el autobús de gira que me llevará por Estados Unidos y Canadá en los próximos meses. Ayer llegamos a Glendale muy de noche.
Así que aquí estoy. 26 de Septiembre.
La gira empieza en tres días.
-¡BUENOS DÍAS!-grita una voz, que acaba de abrir la puerta del motor home. Veo a Alfredo Flores, delante de mi, sonriendo con sorna. Alfredo es uno de mis mejores amigos, y está aquí conmigo en la gira. Es mi director de vídeo.
-Vete a tomar por culo, y déjame dormir.- le doy la espalda, riendo.
-Sí, Bieber, yo también te quiero mucho.- dice, quitándome la sábana, y echándola a un lado.
-Déjame dormir, capullo.- digo yo, riendo.
-¿Has olvidado que pasa hoy?
-¿Qué te tengo que pegar una paliza?-gruño.
-Llega Angie.
Como si eso fuera mínimamente importante. Pero mi corazón comienza a coger una velocidad no permitida, y yo me asusto. Esto no puede ser bueno.
-Ah.
-¡Venga, tío!- dice Alfredo.- Antes estabas que no callabas con ella. ¿Qué os pasó?
-Perdimos el contacto. No me llamó, ni me mandó mensajes.- gruño yo, incorporándome.
-No hay mejor manera de recuperarlo que estando con ella tantos meses ahora.- dice Alfredo, y al instante ríe, sarcástico.- Y ya sabes, yo hablo de otro tipo de contacto...
Le pego con el almohadón, y él se ríe.
-¡Tío! ¿Cómo voy a follarme a Angie?
-Pues la chica no está mal.
Suspiro. No, no está nada mal. ¿Y si lo intentara?
-Reconócelo, te gusta.- ríe él.
-No. Yo utilizo a las chicas para otra cosa. Y no es exactamente amor.- río, y me levanto.
Alfredo resopla, y sale del motorhome. Miro mi reloj. La una. Suelo dormir hasta esa hora, normalmente. Cojo de mi armario una camiseta ajustada de tirantes blanca, que deja ver mis tatuajes. Me coloco también un vaquero caído, y unas supras blancas. Me coloco el pelo hacia arriba, y me echo desodorante. Listo.
Una idea resuena en mi cabeza: "¿Y si me acuesto con Angie? Podría ser una buena opción. Sobretodo, una buena presa. ¡PERO BIEBER, POR DIOS! ¡Si es como tu hermana! No, no. Dejó ese puesto hace varios meses, cuando pasó de mi."
Salgo del motorhome. No tengo ni idea de dónde estamos, solo que aún no hay fans por aquí. Quizás estemos en algún tipo de recinto vigilado, o algo así. Es muy raro que ellas no me encuentren. Camino hacia otro de los motor home. Kenny, mi guardaespaldas pasa por ahí.
-¡Hola, Biebs!
-Hey, Kenny. ¿Quién está en ese motor home tan grande?
-¿Aún no te lo han contado?- pregunta Kenny. Que mal huele esto, ya verás como hay alguien que no me hace ninguna gracia.
-¿Qué no me han contado qué? ¡Si es mi gira, se supone que tengo que saber la mayoría de las cosas!
-Ha sido un ajuste de última hora.- suspira Kenny.- One Direction va a acompañarnos hasta Enero, más o menos.
¿CÓMO QUE ONE DIRECTION? Venga, por favor. ¿Voy a tener que compartir escenario con esos?
-Ni de coña. Ahora mismo voy a hablar con Scooter. No los quiero aquí.- refunfuño.
-Pareces un niño de tres años, Justin.- me dice, riendo.- Relájate, ¿vale?
Paso de él, y corro hasta el motor home dónde se supone que están Scooter y Carin, su novia.
Abro la puerta sin cuidado y entro gritando.
-¡SCOOTER BRAUN!
Scooter está mirando algo en su ordenador, y me mira, sonriente.
-Hola, Justin.
-¿QUÉ COÑO HACE ONE DIRECTION CON NOSOTROS?
-Cantar, Justin. Son tus teloneros. Bueno, algo así. Son más importantes que unos teloneros. Van a acompañarnos hasta Enero.- sonríe.- Son buena publicidad para ti.
-¿PERO TÚ ERES TONTO, O QUÉ? ¿Pones a mi mayor competencia, de teloneros? ¡Me van a arruinar!- digo, totalmente estresado. Camino de un lado a otro del motor home.
-No me hables así, lo primero.- dice, severo.- Segundo, no hay que verlos como la competencia. Justin, esto te beneficia más a ti que a ellos.
-¿Por qué?
-Porque es tu gira. Aquí ellos no ganan nada, solo publicidad. Son tus fans, no las suyas.
Suspiro, intentando tranquilizarme. ¡Esto me toca la moral!
De pronto, oigo el claxon de un coche.
Sé exactamente quién acaba de llegar.

-Angie-
Llegamos a la zona vigilada dónde está todo el equipo de Justin, y él. Suspiro. Estoy inquieta. Mi madre me coge la mano.
Toca el claxon cuando llegamos entre las caravanas enormes, y los camiones.
-¡Mamá! ¡No hagas eso!
De pronto, un montón de gente se asoma de las caravanas gigantescas. Yo salgo del coche, intentando tranquilizarme. Hace un poco de viento, que me alborota la melena.
Le veo salir de una de las caravanas.
Va más tatuado que la última vez que le vi. Y está infinitamente más sexy. Hasta diría que tiene más músculos. En sus labios, y Dios mío, que labios, amanece una sonrisa. Pero no es esa sonrisa que ponía antes, cuando me veía. La que venía justo antes del "¡Pequeña! Te he echado de menos." 
No es esa sonrisa. Es la que te pone un tío en la discoteca, cuando quiere llevarte directa a su cama. O al baño. O a dónde sea, con tal de echarte un polvo.
Así que la sonrisa que estaba empezando a aflorar en mis labios, se borra. Alfredo Flores se acerca a mi.
-¡ANGIE!
-Hola, Alfredo.- sonrío, y le abrazo fuertemente.
Abrazo a Kenny, a Carin, Scooter, a todo el equipo de bailarines... Luego, por un lado aparece Usher, y me lanzo a sus brazos.
-¡Preciosa!- sonríe, mientras me besa la cabeza. Le echaba mucho de menos.
Luego, de una caravana gigantesca, la más grande, salen cinco chicos. Y sé exactamente quienes son. One Direction. Harry Styles, Liam Payne, Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomilson. Los cinco me sonríen, y se acercan a mi. Creo que a Justin no le hace demasiada gracia, así que yo también me acerco a ellos.
-¡Tu tienes que ser la famosa Angie!- sonríe Harry Styles, el chico del pelo rizado.
-Así es.- sonrío, y le doy dos besos.- Tú eres Harry ¿verdad?
Él asiente, y un chico rubio, con cara de ángel, se me acerca.
-Hola, Angie. Encantado, soy Niall Horan.- me da dos besos, y yo le sonrío.
-Encantada, Niall.
Dos chicos más se me acercan.
-Hola, yo soy Zayn.
-Yo soy Louis.
Me dan un beso uno en cada mejilla, y yo río. Estos chicos me caen bien.
-Yo soy Angie, encantada.
El útlimo chico, que lleva el pelo muy cortito, se acerca sonriendo.
-Bueno, yo soy el más normal, creo. O no, depende de como lo mires.- ríe, y yo río con él.- Soy Liam, encantado.
Le doy dos besos, y al girarme, me encuentro con los ojos dorados de Bieber, a escasa distancia de los míos.
-Hola, nena.

1 comentario:

  1. aaaains porfin se van aver qiero saber cual va a ser su reaccion asdfghjkjhgfd sube pronto cielo(L)

    ResponderEliminar